Aproximadamente 153 personas pertenecientes a los pueblos indígenas yekuana y sanema, entre pacientes, maestros y enfermeros se encuentran varados en Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Esteban Rodríguez, yekuana y autoridad legítima de la comunidad indígena Tencua, explica que se habían dirigido a la capital para hacer distintas gestiones y que quedaron atrapados en medio de la situación generada por la pandemia de coronavirus y el decreto presidencial publicado que establece la cuarentena nacional. Dice que se hicieron los chequeos médicos correspondientes y se sentirán más seguros en sus comunidades. Rodríguez hace un llamado a las autoridades civiles y militares para que apoyen al pueblo yekuana y así puedan regresar a su sitio de origen. En la siguiente entrevista también se evidencia que estas situaciones no se están abordando con un enfoque diferencial étnico.
Redacción Revista SIC*
“Respetamos el decreto presidencial pero dónde conseguimos comida para permanecer en Puerto Ayacucho”, dice Esteban Rodríguez, indígena yekuana y autoridad legítima de Tencua. Rodríguez cuenta que los indígenas que están en Puerto Ayacucho son pacientes que vinieron de las comunidades a hacerse sus chequeos médicos regulares; maestros que estaban realizando trámites y abriendo cuentas bancarias por el cambio de nómina (de municipal a nacional), y enfermeros que estaban estudiando en la capital del estado. “Ya no tienen mañoco, ni casabe. No pueden estar aquí más de un mes. La gente se está muriendo de hambre. Estamos solicitando el apoyo para que retornen a esa gente, con chequeo médico previo, y hasta ahora no tenemos respuestas”.
Las personas pertenecen a las comunidades indígenas de Tencua y Cacurí, ambas ubicadas en el municipio Manapiare. Lugares muy distantes que quedan a 50 minutos y 1 hora, vía aérea, desde Puerto Ayacucho, respectivamente. El Grupo Aéreo de Transporte N˚ 9, perteneciente a la aviación militar, tiene la misión de apoyar a la población indígena con los traslados desde sus comunidades hasta Puerto Ayacucho y viceversa. Por río serían cinco días de navegación pero desde hace años es imposible por la falta de combustible.
—¿Cuánto tiempo tienen varados en Puerto Ayacucho?
—Los pacientes vinieron en enero, otros están desde finales de enero, otros desde marzo. Hay gente que tiene meses aquí y no ha podido viajar. Eso es preocupante. Los pacientes, personas que vienen a hacer diligencias, los docentes. No tienen nada, no tienen mañoco, no tienen casabe, estamos preocupados. De alguna manera uno como autoridad tiene que presionar a las instituciones competentes, eso es lo que estamos haciendo hasta ahora y nada.
—¿Cómo describirías la situación que están viviendo?
—No nos podemos sostener aquí en Puerto Ayacucho. Esperar en la ciudad no es igual. Allá en la comunidad nos sentimos más seguros, garantizados, al lado de nuestras familias, y creo que para esa enfermedad hay curas también en nuestras comunidades. Eso es lo que consideramos.
Yo creo que es importante que así como el gobierno le da excepción al Metro de Caracas, a los que trabajan porque tienen que abrir negocio para que la gente haga su mercado, también debe haber excepción para nosotros, entender a los pueblos indígenas, o sea, cumpliendo con todos los reglamentos y el decreto que hace el gobierno.
Aquí hay gente que vino a hacer su maternidad, a realizar su parto, gente con fracturas, niños deshidratados. Traen su alimento calculado para una semana o dos semanas pero no pueden retornar. Ahora dónde conseguimos alimento, casabe, mañoco. Tampoco nos garantizan aquí la bolsa del CLAP porque no nos pertenece.
Nos estamos quedando dispersos, en casas ajenas, eso nos incomoda.
Incluso algunos indígenas que viven en Puerto Ayacucho quieren retornar porque se sienten más seguros en sus comunidades.
—Para el retorno a sus comunidades, ¿ya las autoridades les han realizado exámenes médicos?
—Ya hemos coordinado con Salud Indígena y hasta ahora ellos se han portado bien, nos han atendido, nos han puesto atención. Anteayer logramos el chequeo de todos los pasajeros con destino a sector Tencua. Cuando nosotros hablamos de sector Tencua no se trata solo de la comunidad de Tencua sino de 11 comunidades que dependen del sector.
Por otro lado, ayer les hicieron un chequeo médico de los pasajeros de Cacurí. Ya tenemos el informe médico donde dice que estamos aptos para viajar, para retornar a nuestras casas. Por lo menos ahorita estamos manejando 153 pasajeros con destino Cacurí y Tencua. Por esa parte ya nos está atendiendo Salud Indígena, por la exigencia nuestra, porque ese es uno de los requisitos indispensables y tenemos que cumplir pues. Ya por ejemplo, los habitantes del Alto Venturi, las personas que estamos aquí en Puerto Ayacucho, ya tenemos todas esas pruebas. Ninguno salió contagiado así que podemos viajar.
—¿Qué les dicen las autoridades militares que deberían garantizar este traslado?
— Acabamos de conversar con un general de la aviación aquí en Amazonas y nos dice que “no tienen chance”, “que es muy difícil”, “que no es prioridad llevar a la gente”, “bueno, pero nosotros los llevamos a la comunidad ¿para que se vengan otra vez?”. No entienden la situación de los pueblos indígenas, que nosotros no vivimos aquí. ¡Oye!, ¿pero no estamos en Venezuela? Cacurí y Tencua son zonas netamente indígenas que forman parte del territorio venezolano y nuestro deber, derecho es que tenemos que venir a la capital del estado Amazonas a hacer nuestras diligencias, porque no podemos vivir aislados, somos venezolanos, tenemos que resolver nuestra necesidad. No somos extranjeros. ¿Por qué ven eso como extraño que nosotros vengamos a Puerto Ayacucho? Estamos en el territorio venezolano entonces no se entiende pues.
—Pero ya ustedes se hicieron el chequeo médico, ¿qué más necesitan?
—Nos hicimos el chequeo médico, pero el problema es el avión. Los militares no nos están tomando en cuenta. Yo como autoridad legítima me siento castigado, discriminado, porque los aviones militares están volando hacia el municipio. Uno no entiende. Ahorita mismo, hace una hora, aterrizó un avión del Grupo N˚ 9 que se supone está al servicio de los pueblos indígenas, pero viene de Caracas y trae pasajeros, ¿qué es eso?, eso es un negocio, a la gente que tiene plata son los que están tomando en cuenta, entonces no se entiende.
El general dice que está difícil porque están limitados con los aviones y solamente están atendiendo prioridad, emergencias. O sea que a nosotros no nos ven como emergencia o prioridad. Ellos están volando aviones pero no entendemos quienes.
Yo me siento exigido por la gente. “Quién habla por nosotros”, me dice la gente. La vocería y los líderes tenemos que plantear eso. Ya en aviación militar de Maracay dijeron que sí, siempre y cuando Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Amazonas solicite allá. Pero hasta ahora no tenemos respuestas.
—¿En las comunidades del sector Tencua tienen conocimiento de la pandemia de coronavirus?
—En esas comunidades ya se han enterado, pero no todos, porque allá hay comunidades que no tienen acceso a las noticias, entonces tenemos que actuar. Los enfermeros que están aquí parados o que están haciendo cursos que retornen a la comunidad para que expliquen, porque también es un deber de ellos. Allá en las comunidades están preocupados porque dicen que el contagiado se muere de una vez y hay confusión, pero hasta ahora no hay contagiados.
—Si finalmente retornan a sus comunidades, ¿qué medidas piensas que deben tomar?
—La medida sería cumplir, andar distante. Pero creo que allá hay más garantía que aquí en Puerto Ayacucho, porque allá es muy difícil el acceso. Que hoy en día un europeo, un norteamericano, un caraqueño viaje a esa zona de las comunidades indígenas es difícil, entonces tenemos un clima más sano.
—Y de continuar en Puerto Ayacucho…
— Tenemos que evaluar. Es peor molestar al gobierno para que nos de comida. Es peor. Hay gente aquí que está apostando ir caminando por un mes para llegar allá. Arriesgar nuestra vida, los niños y las mujeres que dieron a luz acá. No es posible pero es lo que la gente dice. La desesperación. Sobre todo por la comida. Nosotros podemos cumplir perfectamente el decreto presidencial tal cual y nosotros entendemos, pero se nos está acabando nuestro mañoco, nuestro casabe, nuestra comida, ese es el problema, eso es más grave que el coronavirus.