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Voces venezolanas sobre el Sínodo de la Familia

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No podemos contradecir a Jesús, dice Cardenal Urosa

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ROMA, Oct. 15 / 05:38 pm (ACI).- El Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa, alentó a los padres sinodales que participan en el Sínodo sobre la Familia, que se celebra en estos días en el Vaticano, a no olvidar las enseñanzas de Jesús y la Iglesia al discutir la posibilidad de que los divorciados en nueva unión puedan recibir el Sacramento de la Comunión.

En su intervención en el Sínodo, cuyo texto completo ha remitido a ACI Prensa, el Cardenal venezolano destacó que “todos estamos animados por el mejor deseo de encontrar una solución a esa dolorosa situación”, y destacó que “debemos hacerlo con el espíritu del buen pastor y la verdad que nos libera”.

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Baltazar Porras desde el Sínodo de la Familia

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Mediante correo electrónico de Mons. Baltazar Porras a la Arquidiócesis de Mérida, se pudo conocer parte del trabajo que se fue realizando en el Vaticano: “El domingo [4 de octubre] comenzó con la Misa del Santo Padre, muy concurrida y con los 270 padres sinodales presentes. Una bonita y gratificante experiencia. El lunes y martes realizamos trabajos en el aula Pablo VI”. Además agregó: “La metodología ha mejorado enormemente pues es más participativa, un tanto al estilo latinoamericano, aunque no del todo”.

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Lo más valioso de la humanidad es la familia, dice Cardenal Urosa sobre Sínodo

En el programa “Sínodo sobre la Familia” del canal católico EWTN, el Cardenal señaló que este evento ha sido muy importante porque tuvo “como centro lo más valioso de la humanidad que es la familia. Es lo más valioso tanto para la sociedad como para la persona”.

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Pbro. Pablo Urquiaga: ¡Divorciados y vueltos a casar!

Sin título

A raíz de unas declaraciones que dio nuestro Obispo Jorge Urosa en el actual “Sínodo sobre la Familia” que se celebra en Roma; siento el deber de hacer algún comentario, con mucho respeto, sobre el tema.

  • Creo que se deben aclarar algunos términos: ¿“divorciados”? ; ¿“vueltos a casar”?. Habría que preguntarse “divorciados de que matrimonio”. Si el “matrimonio es “NULO” (falsos matrimonio como son la mayoría), de que divorcio estamos hablando. Para que exista “divorcio”, necesitamos de un “matrimonio válido”. Y si es “por la Iglesia”; es decir, “SACRAMENTO”, algunas condiciones aplican.
  • Nosotros sabemos que la mayoría de los matrimonios contraídos en la iglesia son NULOS porque las condiciones no se cumplen. Han sido contraído sin plena conciencia de lo que se recibe y del compromiso que conlleva; la falta de preparación para el mismo y la hipocresía de decir: “Te prometo ser fiel para toda la vida”, en la salud y en la enfermedad, en la prosperidad y en la adversidad”. Hipócritas, les diría Jesús como a los fariseos. En la hipocresía no existe el AMOR DE DIOS y por tanto: DIOS NO UNE ESE TIPO DE UNIONES FALSAS aunque hayan ido al “altar de Él”.
  • El problema no está en lo que dice la ley; sino en cómo se interpreta y sobre todo en cómo se aplica. La “ley” está al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la ley. Jesús de Nazaret se lo hizo ver claro a los escribas y doctores de la ley. “ cargan a los demás pesos insoportables que no son Uds. capaces de tocarlo con un dedo” (Mateo 23, 4)
  • El mismo Jesucristo, en el texto de (Mateo 19, 9; 5, 32) nos dice que el que se divorcia de su mujer, excepto en caso de adulterio o fornicación, y se casa con otra, comete adulterio. La Iglesia Ortodoxa respeta ésta excepción y “excomulga” al adultero pero no a la víctima. El que no debería comulgar es el que traiciona y no el que es traicionado. He aquí una injusticia que hasta ahora se mantiene en nuestra “ley canónica romana”. Al traicionado(a) le deberíamos dejar de comulgar hasta dos veces para hacerle ver que Jesús no abandona y tiene misericordia del traicionado y también del que traiciona si se arrepiente y pide perdón con el propósito de enmienda respectivo.
  • ¿Acaso el primer “matrimonio por la Iglesia” de ese divorciado(a) no contradicen objetiva y subjetivamente esa unión de Cristo con su Iglesia? ¿qué tal cuando las “segundas nupcias” son de verdad fruto del amor de Dios y ellos son signo (sacramento) de ese amor? ¿Cuál de ellos unió Dios? ¿Por qué los que están unidos en hipocresía por una ley se les permite comulgar y los que ha unido el AMOR DE CRISTO se les excomulga? ¿Dónde está la VERDAD? La Verdad de Cristo ciertamente nos liberará de las “leyes injustas” y de sus aplicaciones farisaicas.
  • ¿Cómo aplicamos la misericordia de Dios para aquellos que se equivocaron en su primera elección (primeras nupcias) y después se han arrepentido por haberse encontrado con el Dios verdadero (su conversión) para que tenga la oportunidad de comenzar a vivir una VIDA NUEVA en un MATRIMONIO NUEVO Y SINCERO en el amor de Cristo Jesús y no en el “amor mundano” que tenían en sus primeras nupcias “legales pero no morales”?
  • ¿Qué significa “convivencia conyugal”? ¿Qué es vivir en “continencia”? ¿Abstenerse de “relaciones sexuales” con aquel que se AMA? ¿Acaso son las “relaciones sexuales” algo “impuro” cuando son expresión del AMOR DE DIOS EN UNA PAREJA. Recordemos lo que Jesús mismo nos dijo: “Lo que viene de afuera no es lo que hace impuro al hombre sino lo nace de su corazón pervertido” (Mc. 7, 15-23). ¿Acaso lo legal puede hacer pura una relación y lo ilegal la hace “impura”? ¿Acaso todo lo “legal” es moral y todo lo “ilegal” es inmoral”. EL AMOR DE DIOS (y no la ley) es lo que hace PURA una relación de cualquier tipo.
  • Ciertamente Cristo no vino a “abolir” la ley sino para llevar a esta a la plenitud. Y llevar a la plenitud es que SU AMOR es la PLENITUD DE LA LEY. Las normas no son malas sino su aplicación sin tomar en cuenta las circunstancias que la rodean. La MORAL CRISTIANA nos exige ubicar los casos tomando en cuenta las circunstancias. Por ejemplo, “romperle un brazo a un niño es pecado” pero si yo por salvarle la vida lo empujo para que no lo mate un carro y le rompo el brazo; entonces no es pecado sino al contrario es un acto heroico, una bendición”.

Apliquemos la LEY DEL AMOR y con sinceridad analicemos donde están las verdaderas nupcias que posibilitan a las personas poder comulgar. Hay muchos casados “legítimamente” que no debieran comulgar porque son “fornicarios(as); (recordemos que fornicar es tener sexo sin amor) y otras “uniones ilegítimas” que viven en santidad y que en justicia deberían comulgar para que el amor de Dios les siga manteniendo UNIDOS EN ESPÍRTU Y VERDAD. AMEN.

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