¿Qué hay detrás de la campaña de falsedades contra la Universidad Católica Andrés Bello, que provienen desde los sectores del Gobierno?
Con el ánimo de desacreditar a este centro de estudios superiores, encomendado por la Iglesia a la Compañía de Jesús, se han difundido una serie de falsedades, que van desde la acusación de ser un centro de conspiración hasta la de ser un campo de exclusión e intolerancia. La campaña va dirigida a todos los venezolanos desde las instancias superiores del gobierno y de algunos medios tan mediocres como el que mantiene el programa de La Hojilla o la emisora comunitaria Radio Antímano, y pretende socavar la confianza de los miles de personas que la apoyan dentro y fuera de la institución. Especialmente, para soliviantar a los ciudadanos que viven en el entorno de la Institución –Antímano, Carapita, Macarao…– y que se benefician de los servicios del Parque Social Manuel Aguirre y del Centro de Salud Santa Inés, se ha hecho creer que la Universidad no ofrece ayudas, ni becas, y además practica la exclusión, a pesar del apoyo que recibe del Gobierno Nacional.
Para responder a estas mentiras y medias verdades le ofrecemos algunos datos:
En 2007-2008 el presupuesto global de funcionamiento es de 100.000 millones de bolívares
El número de estudiantes que se beneficia de las diversas formas de ayuda se eleva a 3.500. Hay aproximadamente un número similar que trabaja para poder estudiar.
El presupuesto total de ayuda a los estudiantes es de algo más de 7.000 millones de bolívares. El Presupuesto Nacional no aporta los 3500 millones solicitados, sino 964 millones, lo que obliga a la UCAB a aportar algo más de 6000 millones para este programa.
Los aportes del presupuesto público son tan escasos y mezquinos que divididos entre todos no llegarían a 30.000 mensuales (unos dos almuerzos al mes). Por eso los concentramos en la tercera parte de las personas en los primeros años.
A las ayudas económicas contribuyen el Presupuesto de la UCAB y aportes especiales de la Fundación Andrés Bello. Ellas hacen campañas de fondos para hacer frente al poco aporte gubernamental y las muchas peticiones.
Los programas son variados: becas, pensiones proporcionales, créditos educativos subsidiados, becas trabajo…
Y para que no haya dudas sobre el sentido social que anima a la Universidad más de 1000 alumnos contribuyen con su trabajo comunitario en las barriadas caraqueñas, respondiendo con entusiasmo a la Ley de Servicio Comunitario.
Estamos conscientes de que ni la propaganda más perversa y sistemática, al estilo de Goebbels con miles de mentiras que pretenden asentarse como verdad, podrán deshacer la confianza que tiene depositada por miles de egresados, alumnos y beneficiarios, que son testigos cotidianos de su quehacer.