Nosotros, ciudadanos y ciudadanas, del pueblo de Guasdualito, como sujetos de derechos y deberes de la República Bolivariana de Venezuela, declaramos públicamente mediante el presente manifiesto, que somos personas con dignidad, trabajadoras, honradas, pobladoras de estas tierras, que hemos defendido, con nuestra presencia, la soberanía de la Nación desde los tiempos de la colonia. Por tal motivo, creemos que si queremos construir un pueblo próspero, digno de nuestros hijos y de todos los venezolanos, donde se viva en paz, con la seguridad de que nuestra vida no esté amenazada, que haya una convivencia humana y solidaria, que haya garantía de una vida futura sin el temor y el pánico de ser víctima de la violencia delincuencial y la criminalidad, debemos denunciar públicamente lo siguiente:
- Que en los últimos diez años ha venido aumentando considerablemente la presencia de grupos irregulares armados en nuestro pueblo y poblaciones aledañas.
- Que estos grupos armados irregulares actúan impunemente haciendo proselitismo y adoctrinamiento a nuestros jóvenes con los cuales engrosan sus filas; cobrando impuesto de guerra (vacuna) a nuestros productores agropecuarios, menoscabando con ello la productividad de leche y carne, y generando el abandono del campo por parte de nuestros productores.
- Que en nuestro pueblo se ha creado una mafia que se dedica al secuestro, a la extorsión de comerciantes, de los pequeños y medianos empresarios etc., además de generar formas ilícitas de producción económica, como el contrabando de gasolina, la trata de blancas, el abigeato, tráfico de drogas, etc., haciendo de nuestro hábitat un lugar de alto riesgo social.
- La criminalidad por sicariato ha aumentado considerablemente en nuestro pueblo, y todo el Alto Apure. La muerte por encargo, no sólo es un “modus operandi” del crimen organizado, sino que se ha constituido en el modo común de dirimir conflictos entre las personas.
- Tanto los grupos irregulares, como las mafias en nuestro territorio, parecen intocables por la ley, no sólo por su actuación impune, sino porque sus acciones son de carácter público y notorio en medio de la comunidad y de los organismos de seguridad del Estado que operan en el Alto Apure.
- Vivimos sujetados por estos grupos criminales. No podemos hablar, denunciar, y menos aún, acudir a los organismos de seguridad porque no son garantes de nuestras vidas a la hora de querer emprender una acción bajo el amparo de la ley.
- Vivimos sin un Estado que salvaguarde nuestros derechos, que aplique en rigor la ley y la justicia, y así podamos tener la garantía cierta de la seguridad necesaria para preservar nuestras vidas y tener una convivencia en un ambiente de paz. Parecen cómplices.
- Nuestras autoridades estadales, distritales y municipales, hasta ahora no se han pronunciado ante la ola de muerte por sicariato, ni han puesto los medios para frenar esta forma criminal que ha cobrado la vida de cientos de nuestros jóvenes, lo mismo que ante la mafia que nos extorsiona.
Nosotros, ciudadanos y ciudadanos de Guasdualito, como venezolanos y venezolanas de este País, por pertenencia de origen o por naturalización, y como pueblo soberano de esta Nación, manifestamos que repudiamos esta realidad de violencia y criminalidad, y de ausencia de un Estado que salvaguarde nuestro derecho a la vida, a la convivencia en paz, al libre tránsito por nuestro territorio, al derecho de trabajar y disfrutar nuestros bienes sin ser extorsionados, y exigimos públicamente la acción suficiente y necesaria, eficiente y eficaz, del Estado venezolano para que:
- Ante la presencia de los grupos armados irregulares colombianos, que tienen libre tránsito y asentamiento en nuestro territorio, reclutan jóvenes, adolescentes y niños para sus guerras, además hacen actos de proselitismo, adoctrinamiento y cobran vacuna, violando así nuestra soberanía territorial, consagrada en el Art. 10 de nuestra Constitución, se advoquen a preservar la integridad territorial para que haya paz y seguridad, tal como lo establece el espíritu constitucional en el Art. 13.
- Salvaguarde nuestros Derechos Humanos, como por ejemplo “al libre desenvolvimiento de su personalidad” Art. 20 de la Constitución. Le pedimos, como pueblo soberano, que conmine a sus organismos de seguridad presentes en nuestro pueblo y a las autoridades locales, que ejerzan sus funciones en materia de seguridad ciudadana, tal como lo establece la Ley de Coordinación de Seguridad Ciudadana; y acciones de rigor a estos grupos armados irregulares, ya sean colombianos o venezolanos. Lo mismo que a los sicarios.
- Exigimos a las Fuerzas Armadas Nacionales presentes en nuestro pueblo, que asuman sus obligaciones establecidas por la Ley Orgánica de Fronteras para que nos garanticen la seguridad de libre tránsito por nuestro territorio fronterizo, y del derecho a trabajar y producir bienestar para nuestras familias, pueblo y País de manera libre sin ser extorsionados por los grupos irregulares con el cobro de la vacuna.
También queremos manifestar públicamente que repudiamos a aquellos ciudadanos y ciudadanas que no resuelven sus problemas y conflictos por los canales regulares del Estado, sino por las vías alternas de justicia que ofrecen los grupos armados irregulares, tanto colombianos como venezolanos, y acuden al sicariato para saldar cuentas.
Hacemos un llamado a todo el pueblo de Guasdualito y zonas aledañas para que asumamos nuestro deberes como ciudadanos y ciudadanas, responsables también de nuestra seguridad, que nos unamos como una comunidad capaz de salvaguardar su derecho a la vida, su derecho a la convencía solidaria, para trabajar por la construcción de una sociedad justa y de paz.
Parroquia Nuestra Señora del Carmen
Guasdualito
Nota: Las firmas están en depósito.