En el siguiente testimonio Lisa Henrito, indígena del pueblo pemón y defensora de derechos humanos, relata los acontecimientos ocurridos en las comunidades indígenas y Santa Elena de Uairén, entre el 23 y el 26 de febrero de 2019, en el contexto de la entrega de la ayuda humanitaria que entraría a Venezuela desde Brasil. Denuncia la violación de los derechos humanos de los niños, niñas, y adolescentes, en medio de la represión perpetrada por militares y civiles armados que, según cifras del Foro Penal, dejó cuatro muertos y 43 heridos al sur de Venezuela. Actualmente, los heridos están siendo atendidos en los hospitales de Santa Elena de Uairén y Boavista (Brasil)
Lisa Lynn Henrito Percy
La voz de una de mis sobrinas Yasmín Rodríguez de 5 años gritando: “Yo no me quiero morir, yo no me quiero morir” atravesó mis oídos e impacto mi corazón de tal manera que me recordó la realidad de lo que estaba viviendo en ese preciso momento. Soy Lisa Lynn Henrito Percy, mujer indígena Pemón. Es sábado, 23 de febrero de 2019, aproximadamente 12:15 del mediodía, segundo día de manifestaciones por el asesinato de Zoraida Rodríguez y el ingreso de la ayuda humanitaria por la frontera de Brasil. Desde las 10:30 había comenzado los ataques por parte de la Guardia Nacional a los manifestantes quienes estaban unos 2 kilómetros más adelante frente El Escamoto exigiendo abrir la frontera para pasar la ayuda humanitaria. Se escuchaba las ráfagas de los perdigones y las bombas lacrimógenas, se veía el humo de los cauchos quemándose y los gritos de las personas. Los gritos de mi sobrina me movilizaron a las afueras de mi casa para ver la persecución de los tanques antimotines a las personas disparando y lanzando bombas lacrimógenas… Uno de estos tanques había entrado a la churuata del Restaurante La Esmeralda, apuntando y disparando a la gente, lo mismo hizo por el sector Kamaiwa, pasando por El Moriche, justo antes de llegar a la iglesia se vuelve a meter al patio de la casa de un compañero, lanzando una bomba lacrimógena siguió apuntando a la bodega de los Flores por Chirikmeru, eran 4 tanques aterrizando a los manifestantes. Las personas corrían hacia nuestras casas gritando, los tanques chocaban a los vehículos. Todo este revuelto había asustado a mi sobrina… Mirando hacia la zona de la manifestación pude observar humo negro y al preguntar a las personas que corrían me decían que los militares habían quemado un Toyota de Turismo… Esta persecución seguido por aproximadamente media hora más llegando hasta La Planta. Ahora las ráfagas de disparos se escuchaban en el pueblo de Santa Elena y El Escamoto. Fue en ese momento que pasaron unas personas en un pickup gritando: “Mataron a 2, allí están tirados”… Estaba tan impactada que me costaba mucho escribir, mucho menos mandar una nota de voz en el momento. Esa noche, otros 5 menores, 2 niñas, 2 niños y su hermano mayor, quienes se encontraban solos en casa porque sus padres estaban en la comunidad de Apoipo salieron a buscar a uno de sus tíos para que los acompañara a las montañas porque “no querían morir en una guerra”… ¡Estos niños con su tío pasaron toda la noche, cada uno con su mochila y su cobija en uno de los cerros de la comunidad! Dios mío, ¿quién debe proteger a los niños? ¿Acaso no están siendo violados en todos los aspectos los derechos de los niños y jóvenes de este pueblo? Esta experiencia la estoy viendo yo como mujer y estoy segura que todos y todas de este municipio estamos en un permanente estado de angustia no por nosotros pero por nuestros seres queridos.
Por todo lo anterior, yo, Lisa Lynn Henrito Percy, mujer indígena Pemón, defensora de los derechos individuales y colectivos de mi pueblo, por ende, defensora de los derechos humanos DENUNCIO ante la opinión local, regional, nacional e internacional la violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes a la vida y a la protección en casos de conflictos armados… Insisto que esto es un conflicto armado por la forma como llegaron las Fuerzas Armadas de esta nación que desde el día viernes, 22 de febrero de 2019, han venido atacando al pueblo, matando manifestantes indígenas y no indígenas y hasta esta fecha y hora, martes, 26 de febrero 2019 a las 5:55 pm sigue la guerra psicológica, hostigamiento y persecución militar. La intimidación donde a cada rato pasan los tanques, los convoy full de efectivos militares, vehículos oficiales con supuestos efectivos de la policía allanando casas y en hora de la noche hay toque de queda, una situación que ya vienen afectando a nuestros ancianos y ancianas, a nuestros niños y niñas porque jamás habíamos vivido una situación como esta.