Por Rafael Duarte
En el 2002, el filósofo venezolano Antonio Pasquali publicó un libro titulado: Del futuro. Hechos, Reflexiones, Estrategias1, en el que, desde una postura muy filosófica y crítica hacia la sociedad moderna, reflexiona sobre las posibles amenazas económicas, políticas, tecnológicas, nucleares y, sobre todo, ecológicas a las que pudiera enfrentarse la humanidad en las próximas décadas.
El libro, dividido en tres capítulos titulados: La irresistible seducción del futuro, El futuro de la madre tierra y ¿Qué han dicho de nuestra época el arte y la filosofía? nos expone a través de distintos ensayos e informes académicos, cómo los gobiernos, las corporaciones y las grandes instituciones del mundo están comprometiendo el futuro a cambio del bienestar de unos pocos.
Desde allí, introduciendo la idea de fabricar un nuevo futuro, el filósofo comienza la obra haciendo una revisión histórica que inicia en el siglo pasado, donde expone cómo el acelerado proceso de degradación ambiental, los peligrosos avances de la Inteligencia Artificial (IA) y la cuasi irracional carrera nuclear, siguen dejando de manifiesto nuestra oscura y violenta naturaleza humana.
Así, analizando entre aciertos y desaciertos, el estudioso de la comunicación nos señala que, desde ese afán paranoico por la dominación global, ha habido cambios en conceptos fundamentales como Democracia, Libertad y Privacidad que han permitido alterar sistemas económicos, políticos y sociales, bajo el pretexto de resguardar los derechos humanos o la seguridad nacional.
En el segundo capítulo (El futuro de la madre tierra), haciendo una fuerte crítica a la ONU, el catedrático nos habla de la hipocresía que se ha dado en acuerdos como el Protocolo de Kioto, en el que se ha privilegiado los intereses de unos pocos sobre los intereses por salvaguardar el planeta, quedando olvidado el compromiso de reducir las emisiones de carbono.
Sin caer en sensacionalismos, y expresando gran preocupación, Pasquali nos advierte sobre la amenaza existencial que representa el cambio climático al decirnos que, de seguir aumentando la temperatura global, nos esperan más cambios violentos en los ecosistemas, lo que afectaría la vida integral del planeta, trayendo consigo colapsos económicos y, por ende, más desigualdad social.
Más adelante, y dedicándole unas cuantas páginas a la devastación ecológica que sigue acercándose al punto de no retorno, el intelectual venezolano también nos habla de otras vías suicidas a la que se está encaminando la humanidad al recordarnos la acumulación nuclear de los países del primer mundo que pudieran desatar una aniquilación total en pocos días.
Más allá de este escenario, el filósofo nos habla sobre posibles manipulaciones científicas, genéticas y comunicacionales que intentarán cambiar nuestros sistemas y patrones de vida, en los que posiblemente tengamos conversiones de sistemas democráticos hacia dictaduras plutocráticas, las cuales buscarán mantener el orden y el control social de distintas maneras.
Y, en este sentido, nos deja entre líneas la posible creación de un gobierno universal, el cual busque reemplazar el sistema horizontal, multilateral y plural por un tipo de gobierno vertical, unilateral, plutocrático y autovigilante que, instaurado desde la IA y el desarrollo tecnológico, buscará controlar las decisiones humanas y, en consecuencia, la dinámica social.
Ya en el tercer capítulo, el pensador nos expone lo que ha dicho el arte y la filosofía acerca de nuestro tiempo, y reflexiona sobre la obligación que tienen los gobiernos del mundo con los objetivos de la ONU, para que se intente construir una moral futurista que se comprometa a satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Por último, el filósofo reflexiona sobre la necesidad de repensar políticas de planificación familiar para los próximos años –incluyendo la idea de regular la población– y deja sobre el tapete debates éticos-morales como la eutanasia o el aborto legal, los cuales deben ser revisados y analizados por todos los actores sociales, teniendo en cuenta las posibles amenazas a las que nos enfrentamos.
A 20 años de haberse publicado esta obra casi olvidada, la crítica de Pasquali sigue vigente hasta nuestros días, recordándonos y recordándole a los gobiernos del mundo que, si no se toman cartas urgentes sobre el asunto ambiental, los ecosistemas del planeta cambiarán tan drásticamente que toda nuestra ciencia e intelecto quedará en vano ante los posibles horrores que se nos aproximan.
Nota:
Pasquali, A. (2002). Del futuro: Hechos, reflexiones, estrategias. Caracas: Monte Ávila Editores.
