Como parte de esta nueva etapa para nuestra Revista SIC, los miembros del Consejo Editorial, Consejo de Redacción y demás colaboradores se animaron a compartir sus impresiones sobre la importancia de SIC hoy y sus aportes concretos desde las distintas áreas del saber que representan. En esta oportunidad, te presentamos al P. Manuel Zapata SJ, Sacerdote Jesuita y Sociólogo. Actualmente se desempeña no sólo como Director de la Fundación Centro Gumilla, sino también como Coordinador del Apostolado Social de la Compañía de Jesús y de la Red de Acción Social de la Iglesia (RASI). El P. Zapata es, además, miembro de nuestros Consejo Editorial y Consejo de Redacción.
–¿Por qué es importante la presencia de una revista como SIC en la actualidad?
–El actual es un mundo global. Esto nos permite pensar que nuestras acciones tienen impacto y alcance más allá de nuestro espacio reducido. Cada vez estamos más interconectados digitalmente con personas de otros países, pero también nos hacemos parte de luchas mundiales que afectan a todos por igual en ámbitos tan diversos.
Estamos llamados a dar un aporte significativo en ese sentido. Por su experiencia de 83 años, SIC puede ofrecer una visión no solo desde la perspectiva cristiana, sino también desde el lado de las grandes mayorías empobrecidas, víctimas o en situación de vulnerabilidad que tienen mucho que decir y que pueden contribuir en la configuración de una ciudadanía global densa, partiendo de sus situaciones concretas y proponiendo soluciones desde sus propios modos de afrontamiento de la realidad.
Hoy la corrupción, los autoritarismos, la violencia social, los fundamentalismos son problemas mundiales, por lo tanto, lo que podamos decir y lo que podamos aprender de otros contextos será clave en los próximos años. Eso no significa, por su puesto, que nuestros propios problemas quedan de lado, sino que, precisamente, hay que mirarlos en un contexto de comprensión más amplio.
–¿Cuál es tu valor agregado en el equipo SIC?
–Como director del Centro Gumilla y por mis vinculaciones a diferentes redes de organizaciones sociales como la Red de Acción Social de la Iglesia, el Consorcio Spes y el Apostolado de Justicia Socioecológica de la Compañía de Jesús, la Red de Centros Sociales Jesuitas de América Latina puedo aportar en la reflexión y abordaje de los procesos sociales, teniendo en cuenta el trinomio fe-justicia-reconciliación. El trabajo de la Iglesia en lo social se mueve en espacios de grandes injusticias y su rol es poner en diálogo estas realidades e iluminarlas con el Evangelio, pero siendo al mismo tiempo activa en la búsqueda de reconciliación, que incluya la justicia como parte de importante de su realización.
–¿Qué significa para usted formar parte de la revista SIC?
–SIC tiene que ver con mi vida, con mi formación profesional y mi vocación religiosa. Conocí la revista en mis tiempos de juventud cuando iniciaba mi camino en la Iglesia y tenía responsabilidades en la parroquia de mi pueblo. Fue un conocimiento superficial porque la veía en el despacho parroquial y me llamaba la atención, pero no tenía acceso permanente a ella. En la universidad, SIC se convirtió en un referente muy importante de análisis de la realidad y la consultaba para hacer seguimiento a temas de interés. También fue una pieza fundamental para mi tesis de grado. Desde el punto de vista de mi vocación como religioso, siempre vinculada a lo social, SIC ha estado presente para ayudarme a comprender el país y a formarme un juicio claro para contextualizar mi trabajo pastoral.
