El 29 de septiembre de 1964, la tira Mafalda comenzó a publicarse, dos veces por semana, en la revista semanal Primera Plana de Argentina
Jesús María Aguirre
¡Paren el mundo que me quiero bajar! es una de las frases típicas de esta pequeña niña ilustrada por el humorista mendozino, Quino (Joaquín Lavado Tejón), que hoy sopla 53 velas desde la primera vez que llegó a los argentinos bajo el nombre de Mafalda.
La tira cómica cuenta las reflexiones de una niña de clase media baja, y su familia y amigos, quien, a través de críticas sociales, una profunda sensibilidad que la abraza a la humanidad y la paz mundial, y la constante rebeldía al mundo de los mayores, expone una aguda radiografía a la sociedad Latinoamérica y mundial.
Mafalda a sus 51 años: “La mejor edad es estar vivo”
Para 1962, el dibujante Quino ya llevaba cerca de diez años realizando humor gráfico, cuando su amigo Miguel Brascó le pidió realizar un trabajo para una agencia de publicidad: crear una tira de historietas con el fin de promocionar una marca de electrodomésticos. La idea, era que la tira funcionara como publicidad encubierta al aparecer en medios impresos.
La empresa había puesto como condición que en la gráfica aparecieran algunos electrodomésticos y que los nombres de los personajes comenzaran con la letra “M”.
Así nacen los primeros atisbos de Mafalda y su familia. El nombre de la niña, lo tomó de la cinta “Dar la cara”, del mismo año, en la que aparece una bebé llamada así.
El objetivo de la agencia de publicidad fue descubierta por Clarín, rechazando la publicación y dejando a Mafalda y su familia durmiendo hasta 1964. Fue ese año cuando el director de la revista Primera Plana, acordó con su autor comenzar a publicar el cómic, ya desvinculado de propósitos publicitarios.
Así, un 29 de septiembre de 1964, Mafalda abrió los ojos por primera vez. Con el correr del tiempo, las historias que eran sólo protagonizadas por ella, su padre y su madre, comienzan a poblarse de otros personajes que hasta el día de hoy hacen dudar a los lectores que son interpelados a decidir cuál es su favorito: Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Libertad y Guille.
Mafalda ha sido traducida a más de treinta idiomas y se consagra hasta hoy en gran parte de los corazones latinoamericanos.
Frases inolvidables de Mafalda
- “Paren al mundo, que me quiero bajar”
- “¿Qué habrán hecho algunos pobres sures para merecer ciertos nortes?”
- “Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no probamos amarnos los otros a los unos?”
- “Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal”
- “¿No sería más progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?”
- “¡Resulta que, si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!»
- “¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?”
- “¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?”
- “Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros”
- “¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada?”
FELICIDADES Mafalda por tu 53º aniversario. Cuando tenías apenas doce años en 1976 tuve la osadía de someterte a un análisis semiológico de la que saliste bastante bien librada, pues el Equipo de la Revista Comunicación, inspirado por el apolíptico libro “Para leer al Pato Donald” nos dedicábamos a despedazar todos los comics imperialistas, al menos en inglés, pues no sabíamos ruso, ni chino para leer los de Mao. Esperamos que la menopausia no te siente mal, y no haya perdido tu sentido crítico para ver lo que pasa en Venezuela con este gobierno que reedita los fiascos de otros tantos autodenominados revolucionarios.
http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/COM19769_47-59.pdf
