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Educación en el Delta en cifras rojas

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“De acuerdo a reportes recientes, el sistema educativo indígena en Delta Amacuro presenta muchísimas desventajas. No tienen la plantilla completa de docentes, muchas dificultades de desplazarse del lugar en que viven, al lugar de la escuela; y por lo cual, el proceso educativo no se lleva a cabo”.

Un estudio reciente, realizado por un estudiante del Centro Gumilla en la comunidad warao Yakerawitu, municipio Tucupita, arrojó que el 80 % de los niños indígenas en edad escolar está fuera del sistema educativo, por carencia de algún implemento de vestir: calzados, pantalón o camisas. De igual forma, Zoilo Sarabia, ex gobernador e investigador de la Universidad Territorial Deltaica, ha reiterado en varias oportunidades la presencia de 20 escuelas fantasmas en Delta Amacuro “son instituciones educativas con matrícula inexistente, con programas de nóminas alimenticias y con personal ficticio; creada para los hechos y vicios irregulares en los caños del Delta” ha denunciado públicamente Sarabia.

Es el balance que ofreció en conversación con Kape Kape, Francisco Pérez, coordinador Zonal de Fe y Alegría Delta Amacuro, institución educativa radiofónica con más de 18 años de experiencia en el campo de educación comunicación en la entidad. Según los datos de la zona educativa, en el Delta hay 135 escuelas interculturales públicas, que albergan al 93 % de la población estudiantil del estado, por lo que es indispensable que las mismas cumplan con los elementos que garanticen una educación de calidad, puesto que son la única alternativa educativa de la mayoría de la población.

Al cierre del año escolar 2015-2016, el diputado Alexis Valenzuela, denunció con soportes fotográficos el deterioro de varias escuelas en el municipio Antonio Díaz y la pérdida del año escolar en las escuelas interculturales bilingües de la entidad. El jefe del Distrito Escolar N1 Ladislao Sucre, confirmó a Kape Kape, que, en junio, 5 escuelas indígenas en el municipio Antonio Díaz, fueron cerradas por la ausencia de la población estudiantil.

La educación es un derecho fundamental de cada niño, y en el caso específico de los pueblos y comunidades indígenas, el Estado tiene la obligación legal de garantizar que la misma se imparta de manera intercultural bilingüe, y atendiendo a las particularidades de cada etnia. En este sentido Kape Kape insta una vez más al Estado venezolano a pagarle a estas comunidades la deuda histórica en materia educativa, luego de años de exclusión, analfabetismo y precarios espacios educativos.

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