Con motivo del Centenario de la presencia de los PP. Jesuitas en Venezuela, el 3 de junio se bautizó el libro “Sembrando esperanzas” del padre Joseba Lazcano, en las oficinas de la Curia, ubicada en el Centro Javier, Chacao.
Su propósito, como reflejan estás líneas del P. Arturo Peraza, provincial de los jesuitas, es ofrecer un mensaje que exprese la gratitud por la trayectoria centenaria de las instituciones a tantos colaboradores de esta gesta, así como contribuir al fortalecimiento de la identidad de quienes siguen manteniendo el espíritu y horizonte ignaciano en nuestro país:
“Este texto es el relato familiar del camino vivido a lo largo de los 100 años de la Compañía de Jesús en nuestra amada Venezuela (1916-2016). El padre Joseba Lazcano se ha esmerado en escudriñar archivos, entrevistar conocidos y, sobre todo, hilar con pasión la narrativa de las idas y venidas de la presencia ignaciana en el país. Joseba ha logrado con su empeño y cariño que este libro vea hoy la luz. Este libro quiere expresar el profundo deseo de la familia ignaciana de ir más allá de las palabras que no logran convertirse en historia. Nos preocupa la difícil situación del país, el hoy de la gente, y cuánto más en los sectores populares, la situación de nuestros hermanos migrantes y la frontera, la infértil polarización de algunos grupos que genera más incertidumbre, el que tantos venezolanos, especialmente jóvenes, no vean futuro, la ausencia de una educación de calidad que atenta contra Venezuela, la escalada de la violencia que quita la vida a tantos venezolanos. La celebración de los 100 años es una llamada a todos los que de una u otra manera están vinculados a las obras de la Compañía de Jesús, sobre todo a los laicos y laicas con quienes compartimos la misión, las religiosas vinculadas a estas obras y las comunidades jesuitas. También, y de modo muy especial, es una llamada a los jóvenes y a los que entre ellos se preguntan si la Compañía de Jesús es el camino que Dios quiere para sus vidas. Esta tierra tiene mucho que parir y tenemos razones para decirle a Dios: ¡Que te alaben, Señor, todos los Señor, todos los pueblos! ¡que Venezuela te alabe con palabras y obras!”
