Gonzalo Oliveros Navarro
Sí. Los buenos somos más. Pero nos pasa como con el perro. Si lo mordemos, seremos noticia. Sino no.
Se está generando en algunos países de nuestra América un sentimiento de xenofobia contra mis connacionales. No es ella tanto por el tema presencia en los países que nos han recibido, como por el escándalo que produce algún maleante venezolano que a esos países ha llegado.
Los medios de comunicación, cuando se refieren a un hecho punible, hacen mención expresa de nuestra nacionalidad y con ello no ayudan. Es la realidad.
Quienes fuera de nuestro país estamos, hemos tratado de dedicarnos a producir y si es posible estudiar. A contribuir con el crecimiento del país que nos recibió, mas siempre hay la oveja negra y quizás por destacar, nos hace daño a todos.
En AsoVenezuela sostenemos que quien en Colombia delinca, debe ser judicializado, juzgado, condenado si resulta culpable y luego deportado si esa fue la decisión. Los tres primeros pasos son los comunes a cualquiera otra persona que en Colombia realice actos de esa naturaleza. No debemos ser la excepción.
El malviviente una vez deportado, al no recibir castigo, con certeza retornará. Las estadísticas de reincidencia lo demuestran y el está aquí porque en Venezuela su “trabajo” es menos productivo, así de simple.
Algunos argumentan como explicación a la decisión colombiana de no enjuiciar, el alto índice de hacinamiento en las cárceles de Colombia. Comparto esa tesis, sin embargo en AsoVenezuela sostenemos que, como política penitenciaria, la ausencia de castigo en lugar de ayudar a disminuir el delito, ocasiona un efecto contrario.
La gran mayoría de los venezolanos que en Colombia nos encontramos estamos decididos a que no se nos confunda con quienes vinieron aquí a delinquir. De allí lo que afirmamos.
@barraplural
