Jesús María Aguirre
A veces las reacciones de contrariedad de un mensaje del Papa dicen más sobre sobre si sus mensajes han tocado las notas profundas de los actores involucrados en el evento que algunas interpretaciones periodísticas.
Por otra, parte muchas de las críticas y denuncias, recibidas sin automatismos negatorios, bien discernidas e interpretadas nos pueden servir para el examen de conciencia, que ha pedido el Papa a la vez que hacemos lectura de todas sus intervenciones en la siguiente dirección: Todos los discursos, homilías y mensajes del Papa Francisco en México
- Nadie te pidió que vinieras. Descolonizate.
- Todo sea por el negocio: la religión católica presume de valores que no posee.
- Después de que Jesús estuvo con los niños ¿Tuvo que ir a la cárcel?
- Jesús era pobre, el Papa amasa fortunas.
- La Iglesia Católica debe transformarse y pedir perdón a las mujeres porque es una institución misógina y patriarcal
Las consignas críticas sobre la visita más allá de revelar el origen de las denuncias, nos permiten tipificar con cierta aproximación los motivos discursivos más socorridos en cinco grupos de referencia.
- Los que consideran que se trata de una de intromisión de iniciativa vaticana en un estado laico y con fuerte componente indígena. Esa consigna es propagada por laicistas e indigenistas radicales que ven con malos ojos el acercamiento entre la Santa Sede y el Estado mexicano.
- Los críticos comunes de las visitas papales por los costos que implican para un país con dificultades económicas y un alto índice de pobreza. Los dispendios para el país no servirían sino para beneficio económico de una Iglesia Católica, vista como hipócrita y pesetera. El espectro abarca desde los simpatizantes de los partidos de ideología izquierdista hasta los pentecostalistas de los estratos populares.
- Los indignados por los abusos sexuales del clero, específicamente referidos a la pederastia. No se dan por satisfechos con los mensajes porque el Papa Francisco no ha hecho una condena explícita de Marcial Maciel en su estado nativo. Entre ellos pueden contarse familiares de las víctimas y sus grupos de apoyo.
- Los protestatarios clásicos que denuncian la imagen de una Iglesia rica, asociada al símbolo de la Basílica del Vaticano, plagada de oropeles, eventos grandiosos y gastos suntuarios. En ese grupo se suman desde los protestantes evangélicos hasta cristianos contestatarios.
- Las feministas y, en general LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero), que abogan por una Iglesia inclusiva, que permita el sacerdocio de las mujeres, el matrimonio entre integrantes del mismo sexo, y no discrimine por la sexo-diversidad. Esperarían además del Papa el reconocimiento del derecho a decidir en cuestiones como el aborto.
Sin duda, que ni el Papa, ni la Iglesia Católica van a plegarse a todo este petitorio de reclamos, ni a las matrices de opinión desplegadas a través de tendencias en redes sociales, pero tampoco podemos, como cristianos, cerrar los ojos a los mismos, como si todos esos discursos fueran forjados por laboratorios de descrédito de la Iglesia Católica y por los enemigos consuetudinarios de la Iglesia Católica. Al usuario de los medios de comunicación y a los navegantes de Internet no les basta la simple respuesta de que todos esos mensajes provienen del diablo.
Video y texto: Las palabras finales del Papa Francisco para México
