Por Emmanuel A. Rodríguez, s.j.
El pasado 1 de marzo tuve la fortuna de asistir a la presentación oficial al país de los resultados de la primera parte de PsicoData Venezuela1, que tuvo lugar en el Auditorio P. Gustavo Sucre, s.j. de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Este estudio, en palabras de Ángel Oropeza, profesor e investigador de la UCAB, permitirá abrir una línea de investigación formativa, rica y necesaria para los venezolanos, visualizando aquellas cosas que, desde el punto de vista psicosocial, tenemos que reforzar y estimular, y aquello que, mediante programas de educación, formación o políticas públicas, tenemos que combatir.
Presentación de dimensiones y resultados
La profesora Adle Hernández, directora general de extensión social de la UCAB, fue la encargada de presentar los resultados del estudio. Las dimensiones obtenidas fueron las siguientes: 1) Satisfacción personal subjetiva; 2) duelo; 3) malestar psicológico y físico; 4) afecto negativo; 5) dificultad en la identificación y expresión de emociones; 6) sentido de control personal; 7) apoyo social percibido; 8) inadecuación social; 9) dificultades en habilidades cognitivas; 10) confianza; 11) bienestar subjetivo; 12) afrontamiento religioso; 13) fuentes de estrés; y 14) participación.
No obstante, este artículo se enfoca en analizar los resultados de aquellas dimensiones que llamaron considerablemente la atención de los investigadores y pueden reflejarnos, sin olvidar las ocho dimensiones restantes, dónde debemos poner nuestra atención para alcanzar los objetivos propuestos por PsicoData Venezuela:
Satisfacción personal subjetiva
Pese a la crisis que vivimos en el país, los venezolanos reportan que, cuando repasan la historia de su vida, el 78 % está contento con el resultado de las cosas; no obstante, el 73 % indica que, si tuviese la oportunidad de cambiar algunas cosas de sí mismo, lo haría. Resulta interesante que, en 2018, el 73 % de la población de América Latina declaraba estar satisfecha con su vida, es decir, en la satisfacción personal subjetiva, los venezolanos no nos alejamos de los resultados latinoamericanos. Destaca, a su vez, que las personas con mayor nivel educativo y los no pobres presentan una mayor satisfacción.
Afrontamiento religioso
En relación a esta dimensión resulta favorable que el 80 % de los encuestados afirma rezar para enfrentar sus problemas. Por su parte, es necesario señalar que las mujeres (84 %) rezan más que los hombres (74 %). Esta es una dimensión que debe hacernos pensar en SIC, como revista cultural jesuita, pues el aspecto que sobresale es el espiritual y no el religioso, como se ha venido estudiando y verificando durante varios años.
Participación
Esta dimensión, a mi parecer, contradice lo expresado por algunos políticos, académicos e investigadores dentro y fuera del país. PsicoData Venezuela reflejó que el 59 % de la población afirma tener ganas de participar en actividades sociales o políticas. Sorprende, a su vez, que los pobres son quienes manifiestan mayor deseo de participar (77 %). En este punto podríamos preguntarnos: ¿Realmente necesitamos “repolitizar” a la población venezolana o simplemente debemos enfocar nuestros esfuerzos en favorecer espacios de participación y encuentro?
Malestar psicológico y físico
Entre los resultados obtenidos destacan los siguientes: 1) el estudio muestra que las mujeres, las personas de menor nivel educativo y las mayores de 55 años presentan mayor malestar; 2) el 28 % de la población indica que siempre o casi siempre ve limitada su capacidad de logro por no sentirse bien físicamente, mientras que el 20 % de los venezolanos expresa que, siempre o casi siempre se han visto afectados por no sentirse bien psicológicamente; 3) sorprende aún más que, el 44 % de las personas con menor nivel educativo reportan “siempre” o “casi siempre” ver limitada su capacidad por no sentirse bien psicológicamente; y 4) también es significativo que el 54 % de los encuestados, manifiesta dificultad en expresar lo que siente acerca de las personas. Esta situación es mayor en personas con menor nivel educativo (55 %).
Confianza
Los resultados de esta dimensión, aunque no eran desconocidos para nosotros, sí llaman la atención por su alto porcentaje, pues el 81 % de los encuestados expresa que no se puede confiar en la mayoría de las personas. En relación a este dato, los investigadores señalaron que altos niveles de desconfianza se asocian con tendencia a aceptar prácticas autoritarias de gobierno y con baja calidad de capital social; ambas situaciones las experimentamos desde hace varios años en nuestro país; sin embargo, este resultado sólo nos sigue comprometiendo a realizar acciones en favor de la restitución de la confianza entre los venezolanos.
Apoyo social percibido
En esta dimensión, podemos constatar que, el principal apoyo de los venezolanos es su familia. El 67 % de la población venezolana, cuando tiene un problema, recurre a su familia, mientras que el 30 % suele pedir ayuda a sus vecinos. Para nosotros es muy alarmante encontrar resultados como el siguiente: los venezolanos saben que existen instituciones (sociales, políticas, religiosas, deportivas), pero cuando tienen un problema sólo el 9 % acude a ellas para pedir ayuda. En este contexto es imprescindible preguntarnos: ¿Qué debemos hacer ante esta situación de desconexión entre las personas y las instituciones que hacen vida en sus comunidades?
Focos de atención para el trabajo en red
Los resultados detallados de PsicoData Venezuela se pueden encontrar en la página web de la Escuela de Psicología de la UCAB; no obstante, a modo de conclusión, es necesario resaltar varios aspectos visualizados en el estudio y que fueron organizados en dos grandes grupos: 1) La persona en vinculación consigo misma; y 2) la persona en vinculación con lo social.
Para los investigadores, estos elementos no deben ser leídos como ventajas y desventajas, sino como elementos que favorecen o disminuyen el grado de vulnerabilidad psicosocial en el venezolano. Sin embargo, debemos hacer especial énfasis en el bienestar subjetivo de la persona, la promoción de la educación de calidad en todos los niveles, la superación de la pobreza, la generación de confianza, los altos niveles de participación social o política y la sobredimensión de la familia venezolana, teniendo como principal foco de atención a la siguiente población: mujeres, personas mayores de 65 años, pobres, menor nivel educativo y jóvenes de 18 a 24 años.
La invitación final de los investigadores de PsicoData Venezuela fue a reconocernos en este retrato psicosocial del país para trabajar juntos desde nuestras instituciones, creando alianzas y redes, comprendiendo que los datos se revelan desde la complejidad y la contradicción. Para esto es necesario que evitemos centrarnos únicamente en “lo psicológico” del ser humano. También es importante poner atención en su contexto, pues la familia se encuentra sobredimensionada y va olvidando otras tareas que sí le corresponden por tener que asumir responsabilidades que le atañen al Estado.
Como señalaron los investigadores, para alcanzar estos objetivos sabemos que no hay recetas, pero nos corresponde ser creativos, estimulando transformaciones en la estructuración política del país. ¿Estamos preparados para este reto que nos convoca hoy como sociedad venezolana? PsicoData Venezuela puede ser una gran oportunidad para proponer acciones concretas desde nuestra realidad.
*Jesuita en formación, cursante del Bachillerato en Filosofía (ITER-UCAB). Lic. en Psicología (UNIMET), cursante de la Especialización en Psicología Clínica Comunitaria (UCAB) y de la Maestría en Psicología Social (UCV).
Notas:
- Todos los detalles del proyecto Psico-Data Venezuela se encuentran publicados en la página web de la Escuela de Psicología de la UCAB. Disponible aquí.
- Las imágenes que acompañan esta publicación fueron tomadas de la presentación oficial de los resultados de PsicoData Venezuela, la cual se encuentra disponible en formato PDF. Descarga aquí.
