Por Gonzalo Oliveros Navarro | @barraplural
Por razones obvias, dificulto que exista un país exitoso que carezca de un sistema de justicia confiable. Creo sin dudas, que una cosa va atada a la otra.
Los jueces son los garantes de la imparcialidad. Corresponde a ellos decidir las controversias que se le someten a la consideración, sin que sus decisiones se fundamenten en posiciones personales pues, de éllo ocurrir, no serían tales jueces, sino partes.
Conforme a los términos de la constitución venezolana, el poder judicial es independiente y autónomo financieramente. La realidad ha demostrado que no es ni lo uno ni lo otro, pero ello no quiere decir que vaya a ser siempre así.
En julio del 17, al día siguiente de nuestra juramentación como Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, mientras en las calles caraqueñas se desarrollaba otra protesta contra el señor Maduro, un buen grupo de los designados suscribimos un primer comunicado.
En él afirmábamos que con nuestra designación pretendíamos ayudar a construir la República de la Justicia. Muy a nuestro pesar a la fecha no ha sido posible iniciar la ruta hacia ese objetivo. Razones de distinto tipo – unas de conocimiento público y otras no tanto – lo han impedido.
Soy de los que cree que –no solo por imperativo constitucional- sino por exigencia de las circunstancias nacionales, en Venezuela debemos hacer un cambio radical y sustancial en el sistema de administración de justicia. Es menester integrarlo de verdad a la modernidad. Recursos para éllo siempre habrá. Se requiere voluntad política, por una parte, transparencia y honestidad por la otra pero –sobre todo – la disposición de cumplir y hacer cumplir la constitución.
Gran enemigo del país han sido la partidización y la ideologización ejecutadas en este siglo en dos áreas vitales: La educación y la justicia. Flaco servicio le han hecho a ellas quienes -abusando del poder- las han utilizado en beneficio de sus particulares intereses. Eso, al retornar la democracia, debe cambiar. Formo parte de quienes estamos comprometidos a ello.
