Samuel A Díaz Pulgar*
Ser uno de los pocos de mis amigos que decidió quedarse en Venezuela tiene su lado curioso: cada vez que vienen de vacaciones a visitar a sus familias, escucho comentarios como “veo a mi viejo más débil” o “me preocupa lo sola que está mi mamá”. Esto nos ha convertido en una especie de red de apoyo para los padres de nuestros amigos que se han ido. Y me lleva a preguntarme, ¿qué estamos haciendo para apoyar a esta creciente población de tercera edad que queda en Venezuela?
Investigando un poco, me encontré con la economía plateada, también conocida como la economía de la tercera edad. Este concepto se centra en las necesidades, habilidades y contribuciones de las personas mayores. No voy a mentir, también me inspiré en la serie de Netflix: Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules; la cual empecé a ver después de que mi aumento de canas me preocupara.
La economía plateada en el siglo XXI
En un mundo donde la población de tercera edad está en constante crecimiento, esta perspectiva se convierte en una oportunidad significativa. La economía plateada se basa en la idea de que las personas mayores pueden seguir siendo activas y productivas, ya sea como consumidores, emprendedores o trabajadores. Aprovechar esta demografía no solo mejora su calidad de vida, sino que también impulsa el desarrollo económico creando nuevos mercados, empleos y servicios adaptados a sus necesidades.
Veamos algunos ejemplos:
Japón: Aquí, la economía plateada se ha manifestado a través de innovaciones en tecnología asistiva y robótica para mejorar la vida de los ancianos. Han invertido en robots de asistencia y viviendas adaptadas, generando un nuevo mercado y oportunidades de empleo, además de mejorar la autonomía y el bienestar de los mayores.
Singapur: Con su Plan de Acción para Personas Mayores, que abarca vivienda, salud y participación social, han desarrollado programas de envejecimiento activo y saludable, creando una sociedad más inclusiva y mejorando la calidad de vida de sus mayores.
Suecia: Ha creado un entorno amigable para los ancianos, con un fuerte énfasis en el cuidado de la salud y el bienestar social. Esto ha mejorado significativamente la calidad de vida de las personas mayores y fortalecido la cohesión social.
Alemania: La economía plateada ha impulsado la adaptación del mercado laboral para acomodar a una fuerza de trabajo envejecida, fomentando la innovación en tecnologías de asistencia y servicios de atención a la tercera edad, impactando positivamente la economía y la inclusión social.
Estados Unidos: En ciudades como Nueva York y San Francisco, se han desarrollado comunidades de jubilación con una amplia gama de servicios y actividades para personas mayores, creando nuevos mercados y oportunidades de empleo y fomentando un envejecimiento activo y comunitario.
Estos ejemplos demuestran cómo la economía plateada puede ser un poderoso motor para el desarrollo económico y social, mejorando la calidad de vida de las personas mayores y promoviendo su inclusión y participación en la sociedad.
Economía Plateada para el área metropolitana de Caracas
En un contexto donde la soledad y el aislamiento se han exacerbado debido a la crisis que ha expulsado a casi ocho millones de venezolanos, muchas personas mayores en Caracas han quedado solas, sin el soporte familiar, lo que afecta profundamente su salud mental y bienestar emocional. En la ciudad, con una población creciente de tercera edad (sobretodo en los municipios Baruta, Chacao y El Hatillo), se presenta una oportunidad en la forma de la economía plateada.
La economía plateada no solo puede mejorar la calidad de vida de los mayores en el área metropolitana de Caracas, sino también fortalecer la comunidad y la infraestructura local. Un aspecto fundamental es su inclusión en roles activos dentro de la sociedad.
Imagina integrar a profesionales jubilados y personas mayores con experiencia para apoyar en escuelas, ambulatorios y otras instituciones, al menos una vez a la semana. ¿Cuántos doctores retirados estarían dispuestos a ofrecer una consulta semanal en un centro de salud? ¿Cuántos profesores querrían ayudar en las escuelas públicas?
Esta participación brindaría a estos ciudadanos un sentido de propósito y pertenencia, además de enriquecer a la comunidad con sus valiosos conocimientos y habilidades. Fortaleceríamos los valores de pluralidad, solidaridad y democracia, evitando el deterioro cognitivo y físico asociado con el aislamiento y la soledad.
El impacto de la economía plateada en la salud mental de las personas mayores en Caracas sería considerable. Los servicios deberían incluir programas de terapia y asesoramiento, actividades comunitarias y centros de día que aborden los desafíos emocionales y psicológicos, promoviendo la socialización y el sentido de comunidad. Esto generaría empleos en áreas como salud, bienestar y entretenimiento, ofreciendo oportunidades laborales a profesionales en psicogeriatría, enfermería, terapia ocupacional y trabajo social. Un ejemplo de ello es el apoyo de alumnos de psicología de la Universidad Metropolitana al club de abuelos que coordina la alcaldesa Mercedes Silva, en el municipio El Hatillo.
La infraestructura del área metropolitana de Caracas también puede adaptarse para mejorar la vida de los mayores, con proyectos de vivienda accesible y servicios integrados que fomenten su independencia y bienestar. La tecnología juega un papel crucial con la implementación de tecnologías asistivas y plataformas digitales que faciliten la vida diaria de estos ciudadanos y promuevan su inclusión social. Además, con grupos de estudiantes se podrían expandir y desarrollar servicios de acompañamiento digital.
Es esencial educar y sensibilizar a la población sobre las necesidades y capacidades de la población mayor. Las campañas de concientización pueden cambiar positivamente las percepciones sobre la vejez, promoviendo mayor respeto e inclusión.
La economía plateada en el área metropolitana de Caracas representa más que un mero crecimiento económico; es una oportunidad para avanzar social y culturalmente. Al centrarnos en satisfacer las necesidades de nuestra población mayor y aprovechar sus habilidades y experiencia, podemos convertirnos en un ejemplo de cómo una comunidad puede unirse para apoyar a sus miembros más vulnerables, en un momento en que el tejido social del país ha cambiado por la crisis y la diáspora. Innovar es adaptarse a la nueva realidad demográfica, aprovechando la experiencia y atendiendo a sectores que deben ser incluidos.
Este esfuerzo colectivo en Caracas requiere la intervención de autoridades, instituciones y la participación activa de cada miembro de la comunidad.
Como lector, te pregunto, ¿qué opinas sobre esta propuesta para el área metropolitana de Caracas?
1. Magister en Políticas Públicas de la Universidad de Oxford (1er Venezolano en ser becario Chevening/Weidenfeld Hoffman Trust)
2. Co-Fundador de Nutriendo El Futuro, Centro Comunitario ubicado en El Calvario, El Hatillo
3. Experiencia Laboral en Asistencia Humanitaria, Gestión de Proyectos, Cooperación Internacional y Políticas Públicos.
4. Apasionado de Los Tiburones de La Guaira, películas de Marvel, anime y comentarista/analista deportivo frustrado