Por Rosangel León
Muchos sabemos y reconocemos que Venezuela se encuentra en medio de un colapso social y humanitario sin precedentes, entre conflictos y otras malas acciones políticas que han resultado en una gran inestabilidad económica, inseguridad alimentaria, violencia, crisis de servicios básicos, la imposición de algunas sanciones que han repercutido en la esfera socioeconómica del país y, quizás, una de las más grandes crisis migratorias durante los últimos años. Los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2022 (ENCOVI), en referencia a los jóvenes, nos señala que la estructura demográfica cambió abruptamente por la pérdida de personas en edades jóvenes entre 2020 y 2021, pero también nos muestra una leve recuperación en la misma categoría de la población entre los 18 a los 24 años inscrita en los sectores académicos. Así como “el aumento del porcentaje de inscritos en planteles privados (…) principalmente entre las poblaciones de 12 a 17 y 18 a 24 años, quienes estarían cursando educación media o universitaria.”
Si continuamos hablando del gran rol protagónico que ejerce la juventud dentro de la sociedad, la labor y la valentía con la que viven día a día, estudian y –muchos de ellos– trabajan pese a las adversidades ya mencionadas, surgen muchas interrogantes: ¿Qué piensa la juventud sobre la política? ¿Reflexionan sobre ella?
Al relacionar política y juventud aparecen múltiples líneas de pensamiento, pero no es más que un vínculo entre dos fenómenos sociales que coinciden e incluso convergen entre sí. Cuando se trata de “política”, se hallan diversas posturas que suelen tratar distintas disciplinas que, además de responder a los aspectos más específicos de esta, como un sistema de gobierno, lo público y la participación, también trata su relación con otros conceptos como ética, ciudadanía, democracia, entre otros. Ahora bien, en lo que respecta a “juventud”, nos encontramos con esa etapa en la que coinciden la inserción al mundo adulto y donde, dependiendo del contexto y situación que viva el joven, empieza a adquirir –o no– un rol protagónico en diversos espacios.
Para nadie es un secreto que la mayoría de los ciudadanos (según encuestas, aproximadamente un 80 %) ha desarrollado un concepto negativo de la política –e incluso de los políticos– muy congruente con la imagen reflejada en la situación del Gobierno actual. Son muy pocos los políticos que tienen su aprobación y que causan admiración en la sociedad venezolana; pero también se han registrado ciudadanos que, pese a que de igual forma son conscientes de la realidad, todavía confían en la política, entre los que también se encuentran jóvenes. Para muchos, actualmente la juventud es una parte de la población que se ha invisibilizado, pero en realidad son, incluso, los que
tienen una propuesta sustentable a largo plazo. Muchos de ellos participan en distintas organizaciones juveniles –bien sea parroquiales, culturales y barriales– o como activistas, miembros de partidos o de movimientos que tratan temas relacionados a la política.
Entre ellos Juan Aristizabal de 19 años, consejero de juventud en Ciudad Bolívar, quien afirma que los jóvenes son quienes más se están tomando la política en serio:
Más allá de ser alguien o algunos arriba jugando a gobernar, se trata de nosotros saber a quién subimos o si es necesario subir nosotros para saber gobernar. La juventud está dando pasos muy grandes estas últimas generaciones, las nuestras, donde deciden ser participativos.
Resaltando que son muchos los jóvenes que trabajan junto a él, y tocando ese factor tan importante y que incide en todo, la participación Ciudadana; la política no es algo que les compete solo a los políticos. La política es inherente a todo ser humano. “Los jóvenes tenemos convicción y fe en que se puede gobernar para la gente, y que esta misma pueda vivir tranquila con una representación fresca y transparente en lo político”, termina de comentar.
Por otra parte, Andrés Aserraf de 22 años de edad, diseñador gráfico y también activista por los DDHH desde su perspectiva comenta “Hay una juventud que tiene un concepto errado de lo que es la política y que esta va dirigida solo a los políticos, por lo que no se involucran en los asuntos y toma de decisiones de los asuntos públicos del estado”, “La otra parte es la juventud que se interesa por la política, que entiende este concepto y estando dentro deciden combatir esta ignorancia, implementar nuevos valores, luchar por la democracia”, “Estando adentro también hay quienes desisten” esto debido a muchos factores externos, sobre todo cuando se habla de partidos políticos, debido a conspiraciones, fragmentación e incluso emigración. Andrés expresa que “La política en Venezuela es tan compleja, corrupta y sucia que muchos jóvenes desisten de esa lucha, ilusión o aspiración que han tenido.”
Y Manuel Gonzales, de 22 años de edad, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien habla con orgullo acerca de una juventud que trasciende y se da cuenta de que lo político debe ser más ágil y partir de un sentido construido desde la comunidad, al contrario de como se hace tradicionalmente, desde las estructuras de un partido. Comenta que: “Los jóvenes nos damos cuenta de que hacemos políticas, tenemos que evaluar y crear estrategia para una buena planificación del ejercer político (…) necesitamos políticos dinámicos y, junto a ellos, crear propuestas”
Con base en esto podemos responder entonces: ¿Qué está reflexionando la juventud sobre la política?
Como Juan, Andrés y Manuel, son muchos los jóvenes que reflexionan sobre este asunto y, pese a ser percepciones divididas como la de estos tres perfiles entrevistados, muchos de ellos se encuentran con este punto en algún momento de su vida o incluso diariamente según sus casas de estudios, donde habitan o sus respectivos intereses. Acerca de esto, unos quizás estén involucrados de lleno y, aunque en otros existe una fuerte desconexión con el tema, no sabemos qué tan gran grande pueda ser el porcentaje de la juventud venezolana que cree en la política, pero sí que entre tantos jóvenes y entre tantos estados, parte de la población juvenil sí reflexiona acerca de ello y está comprometida con la política, con la participación y el reconocimiento de lo importante que es su presencia en el tema. En muchos casos, los que carecen de este compromiso, ha sido precisamente por desinformación y otros factores que estos jóvenes ya han mencionado.
Frente a esta condición de exclusión social y desinformativa es vital que se sigan fomentando espacios en los que los jóvenes de Venezuela sigan generando sentido, discursos y nuevas prácticas políticas para lograr ser reconocidos e incluidos en los procesos sociales y políticos de sus localidades, de su país e incluso del contexto global, que permitan romper con estos grandes paradigmas que nos invaden como sociedad día a día.
