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Edificio Centro Valores, local 2, Esquina de la Luneta, Caracas, Venezuela.

Una invitación para encontrarnos, reconocernos y caminar juntos

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La Red de Acción Social de la Iglesia (RASI) en su décimo tercer encuentro, en el marco de la sinodalidad, hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad venezolana a “caminar juntos”, no como una carrera para que ganen los más fuertes, sino para construir fraternidad; lo que supone estar pendiente de todos los que van caminando, en especial los más vulnerables

Erika Briceño C.

“Hagamos camino juntos” fue el lema del XIII Encuentro de Constructores de Paz que se realizó, por tercera vez consecutiva, en modalidad virtual el pasado viernes 27 de mayo de 9:00 a. m. a 12:30 p. m., y que congregó a más de 150 personas –vía Zoom– para reflexionar sobre la construcción de la paz, en búsqueda de la sinodalidad a la que nos llama la Iglesia universal.

El evento contó con el periodista, Luis Carlos Díaz como moderador; con la bienvenida a cargo del P. Manuel Zapata, s.j, representante de la Secretaría Ejecutiva de la Red de Acción Social de la Iglesia (RASI) y director general de la Fundación Centro Gumilla; la oración por Rafael Poleo, investigador de la Fundación Centro Gumilla y un saludo del presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Jesús González de Zárate, quien es también arzobispo de Cumaná. Monseñor Zarate reiteró que “… como constructores de paz estamos llamados a caminar juntos entre nosotros y sobre todo entre nuestro pueblo que tiene tantas inquietudes”.

Como es costumbre, el encuentro tuvo tres ponencias principales: la primera, titulada “Contexto de la violencia en Venezuela” por Verónica Zubillaga, doctora en Sociología por la Universidad Católica de Lovaina, profesora de la Universidad Simón Bolívar y miembro fundador de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin); la segunda ponencia, titulada “Cómo vivir la sinodalidad desde una visión de red” por Mauricio López, director del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) y la tercera, “Sinodalidad y construcción de paz”, a cargo de la Hermana María Dolores (Lola) Palencia, mexicana con casi 51 años de vida consagrada en la Congregación de Hermanas de San José de Lyon.

Tras las ponencias hubo un receso y un espacio de preguntas y respuestas donde surgieron interrogantes sobre cómo construir una paz duradera, desde abajo, desde las comunidades, y no basadas en la sumisión y la imposición de la autoridad del Estado o de líderes negativos de las comunidades; o cómo construir una cultura de la paz desde las escuelas y estimular las políticas de formación y desestimular las políticas de mano dura, que terminan generando más violencia.

En el encuentro también se mostraron cuatro experiencias de distintas organizaciones (Parroquia San Alberto Hurtado, Fundación Centro Gumilla, Tejiendo Redes y Cátedra de la Paz), que dan ejemplo del caminar juntos hacia la sinodalidad, como hermanos y con el amor de Dios en nuestros corazones. Aunado a ello, se compartieron experiencias de distintas regiones del país que, sin duda alguna, son fuente de inspiración para no desistir en este camino juntos hacia la paz y la sinodalidad.

Se busca la paz iliberal

La primera ponencia, “Contexto de la violencia en Venezuela”, por Verónica Zubillaga, mostró la situación venezolana actual, en la cual, señaló, se busca la paz iliberal, desde la imposición.

Ante este contexto, Zubillaga señaló que “… la gente en las comunidades se ha visto sometida a las formas de dominación armada”; lo que es un factor alarmante en materia de derechos humanos, y ante el cual hay que organizarse para la búsqueda de la justicia y, con ella, la paz.

Búsqueda de sinodalidad desde una visión de red

Por su parte, Mauricio López estuvo a cargo de la segunda ponencia titulada “Cómo vivir la sinodalidad desde una visión de red”, en la cual disertó sobre la sinodalidad, como lo indica su título, desde una visión de red, sobre lo cual expresó que “… el sentido de red tiene que ver con la complementariedad, la reciprocidad, el sentido de un amor transformador”.

Aunado a ello, reiteró que la sinodalidad “… es un elemento propio de ser Iglesia, no es algo de este tiempo, no se asocia a los sínodos recientes” y que “… somos frutos de un amor primero, de Dios, entonces tenemos que la sinodalidad […] se trata siempre de buscar cumplir la voluntad de Dios”.

Bajo este contexto, López reiteró que “… la sinodalidad en red es el imperativo, es el camino necesario para dialogar con los signos de los tiempos”.

Reconciliación para la paz

La tercera y última ponencia de este encuentro, se tituló “Sinodalidad y construcción de paz” y la presentó la Hermana María Dolores (Lola) Palencia, quien afirmó que “… tenemos que hacernos conscientes de lo que en cada comunidad se va generando cada día […] y solamente en el momento en el que somos conscientes de ello podemos reemprender un camino”.

Aunado a ello, reiteró que “… el camino de la paz no puede nacer de la violencia, tiene que nacer de la reconciliación. La paz siempre sana”, por lo que “… solamente cuando desde nuestras heridas nos abrimos a sentir el deseo de Paz, esto generará una verdadera alegría en nosotros”.

Ante ello, enfatizó que “… estamos llamados a hacer un camino de reconstrucción de paz que es comunitario” y que “… no podemos avanzar de otra manera”.

Por último, su ponencia cerró con un video donde se destaca el trabajo en red y el valor de aportar la riqueza de cada uno para formar la “belleza de la trama”, inspirada en la canción de Humberto Pegoraro.

Experiencias de camino sinodal en las comunidades

Otro espacio destacado del encuentro fue la presentación de cuatro de las experiencias de camino sinodal que llevan adelante varias organizaciones de la RASI.

La primera fue de la Parroquia San Alberto Hurtado, ubicada en La Vega, al oeste de Caracas, presentada por María Zenaida Rosario, directora de la Escuela Canaima, quien nos habló de una Iglesia sinodal al servicio de la paz y la vida.

La segunda experiencia se desarrolla en La Locación, estado Monagas: la consolidación de un largo y fructífero camino por parte de la Fundación Centro Gumilla, con las palabras del coordinador nacional de formación, Wilmer Ramírez, quien habló de una experiencia de construcción de paz y, en especial, de sinodalidad en el oriente venezolano.

La tercera acción inspiradora es de la Fundación Tejiendo Redes, con el P. Luis Domingo Díaz en su representación, quien habló sobre la experiencia de hacer camino con las comunidades populares de Catia, sobre la cual relató: “Trabajamos desde todas las áreas de la atención de la persona, ver sus necesidades más grandes y desde ahí, ayudarles”. “Creemos que, desde la salud, el deporte, la formación de la persona… podemos caminar juntos”.

Por último, la cuarta experiencia que estaba prevista era la de Cátedra de la Paz de la Universidad de Los Andes, presentada por Walter Trejo, sin embargo, los problemas de conectividad impidieron que pudiéramos conocer los detalles de la acción que ellos llaman “Educándonos para la paz”.

En búsqueda de la sinodalidad

Hacia el final del XIII Encuentro de Constructores de Paz, se compartieron tres experiencias de distintas regiones que se construyeron con una visión sinodal.

José Nadal, del equipo del Centro al Servicio de Acción Popular, Cesap, y coordinador del Capítulo Regional de la RASI en el Zulia, fue el primero en presentar la experiencia de su región, en la cual destacó que “… de ahora en adelante, estamos llamados a aprender a caminar juntos”.

A ello, se sumó José Gregorio Delgado, también de Cesap y coordinador del Capítulo Regional de RASI en Mérida, quien contó sobre la experiencia sinodal que han tenido en dicha región; y, por último, Alfredo Bizcochea, de la Fundación Centro Gumilla y coordinador del Capítulo Regional de la RASI en Anzoátegui, compartió la experiencia vivida en El Tigre.

Comunicado de la RASI

Tras las ponencias y experiencias compartidas, las dieciocho organizaciones sociales que conforman la RASI, hicieron llegar su sentir a través de un comunicado público donde llamaron a “caminar juntos” en el marco del llamado de sinodalidad que hizo el papa Francisco el año pasado a toda la Iglesia. A continuación, parte del Comunicado:

Los venezolanos necesitamos encontrarnos para enfrentar esta situación que afecta a la mayoría, necesitamos encontrarnos para apoyarnos unos a otros para recuperar el tejido social, roto por la desconfianza, por la violencia de todo tipo. Necesitamos encontrarnos para generar relaciones de solidaridad con los más vulnerables, para mitigar las consecuencias de esta emergencia humanitaria compleja que afecta a la mayoría de los venezolanos, que ha generado el mayor éxodo de América Latina y uno de los más grandes del mundo y que ha dejado víctimas en el trayecto.

Finalmente, el XIII Encuentro de Constructores de paz, como lo ha hecho durante trece años, cerró con sus respectivas conclusiones, que en esta ocasión estuvieron a cargo de la profesora Mercedes Morales, directora de Promoción de Extensión Social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y posteriormente, con el canto de la Cruz de Mayo, por la profesora Luisa Pernalete, de Fe y alegría.

Hagamos camino juntos

Dirigido a todos los amantes de la paz

1.- El papa Francisco ha convocado desde el año pasado a toda la Iglesia a un Sínodo, que no es un evento, es un proceso que aspira a que se vuelva una manera de ser Iglesia, una manera de relacionarnos, pues sínodo significa “caminar juntos”, y ello supone estar pendientes los unos de los otros, acompañarnos, tener una meta común. Y para caminar juntos tenemos que encontrarnos.

2.- “Caminar juntos”. No es una carrera para que ganen los más fuertes “Caminar juntos” es un caminar, para “construir fraternidad”, y supone estar pendiente de todos los que van caminando, en especial los más vulnerables.

3.- Los venezolanos necesitamos encontrarnos para enfrentar esta situación que afecta a la mayoría, necesitamos encontrarnos para apoyarnos unos a otros para recuperar el tejido social, roto por la desconfianza, por la violencia de todo tipo. Necesitamos encontrarnos para generar relaciones de solidaridad con los más vulnerables, para mitigar las consecuencias de esta emergencia humanitaria compleja que afecta a la mayoría de los venezolanos, que ha generado el mayor éxodo de América Latina y uno de los más grandes del mundo y que ha dejado víctimas en el trayecto.

4.- Las 18 organizaciones pertenecientes a la Red de Acción Social de la Iglesia hacemos un llamado a los venezolanos y venezolanas que quieran la paz, que quieran un país fraterno, donde prevalezca el respeto mutuo, donde la educación de calidad, de los niños, niñas y adolescentes esté garantizada para que puedan tener presente y futuro.

5.- También queremos hermanarnos con la naturaleza, tan maltratada por unos modelos de desarrollo que no son sostenibles, un medio ambiente que se está destruyendo, a veces por falta de políticas públicas y a veces por malas políticas públicas, que permiten como legales, acciones que generan ecocidios.

6.- Los ciudadanos comunes y corrientes tenemos que caminar juntos para reconstruir el país, pero también los líderes políticos, los cuales deben poner los intereses de los que están sufriendo por encima de los intereses personalistas. Es necesario que vean el “bien común” como una meta. No decimos que sea fácil ni rápido lograr acuerdos, pero la confrontación permanente, las descalificaciones, las exclusiones, no ayudan, prolongan y agravan el sufrimiento de muchos.

7.- Los procedimientos para conseguir la paz tienen que ser pacíficos, hay que ser coherentes. No se puede hablar de querer construir el Reino de Dios, que es de paz, justicia y fraternidad, y llevarnos por delante a los más vulnerables.

8.- Queremos subrayar la importancia de las ONG y en especial las que trabajan con la ayuda humanitaria y con la defensa de los derechos humanos. Su papel es vital. Hay que apoyarles y protegerlas, se arriesgan en su labor. Hay que recordar que, según nuestra Constitución (Art. 132) los venezolanos tenemos el deber de promover los derechos humanos. Y para los cristianos, amar al prójimo como a nosotros mismos, es un mandamiento. Defender la vida es parte de lo que debemos hacer en este “Caminar juntos”. Por eso rechazamos públicamente los ataques a ONG y a defensores de DD.HH.

9.- También hacemos un llamado a los que toman las decisiones en este país, por los cargos de responsabilidad que tienen, para que sepan escuchar el clamor del pueblo, y sepan cumplir con sus responsabilidades, y el mandato de la Constitución, como reza su preámbulo, de

establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común… para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social sin discriminación alguna.

10.- A todos los venezolanos, dentro y fuera de las fronteras del país, la paz del Resucitado llegue a nuestros corazones y nos lleve a trascender nuestras diferencias en bien de las mayorías vulneradas y podamos acompañarles en el camino a construir la paz.

Comunicado de la Red de Acción Social de la Iglesia (RASI) que se emite en Caracas, a los 27 días del mes de mayo del 2022.

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