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Edificio Centro Valores, local 2, Esquina de la Luneta, Caracas, Venezuela.

Una historia de bicicleta, helados y noticias

Leonel-gutiérrez
Foto: Archivo web

Por Lorena

El comunicador social no oculta, al contrario, lo dice con orgullo, que para sobrevivir debe vender en el lado colombiano “las tetas” de helados, lo que le permite sobrevivir

Leonel Gutiérrez, no se avergüenza y menos baja la cabeza al decir que para poder sobrevivir ha tenido que combinar su profesión de periodista en El Nula, capital de San Camino estado Apure, con la venta de ropa y de helados, usando el vehículo de mayor transporte en esa zona llanera: la bicicleta.

El joven llegó al Nula en 2011 con el sueño de ejercer el periodismo en esta zona caliente por la temperatura y por ser frontera Arauca, población colombiana.

Nacido en la tierra de Palma y Sol, la Barinas viajera, habla con orgullo de su profesión y le agrega la frase “vivir con emoción y pasión” el periodismo en ejercicio en la red Nacional de fe y Alegría, Venezuela, pero igualmente advierte que debió ingeniárselas para sobrevivir, con el llamado “rebusque” con la venta de ropa primero y ahora con los helados, lo que le permite además de sobrevivir ejercer la pasión periodística.

Salir de Barinas a la frontera caliente

Leonel Gutiérrez cuenta que debió salir de su estado natal, por los problemas surgidos ante las denuncias que en su trabajo como periodista hacia al equipo de fútbol Zamora Futbol Club.

Al quedar desempleado por consejos de algunos colegas miró al Alto Apure, lugar donde le advirtieron, se ejerce el periodismo de una manera diferente por ser una zona de frontera, por ser una llanura y por tener al frente y a pocos pasos el imponente Arauca.

Acostumbrado a vivir y trabajar en un estado citadino como Barinas debió cambiar paradigmas, categoría que emplea para hablar del choque no solo en la forma de ejercer el periodismo ya no en una urbe sino en una zona campestre, agrícola, de leyes, como es El Nula.

Me gustaba vestir muy formal y a la hora de ir a las comunidades era visto muy diferente porque el contacto noticioso debería traspasar lo tradicional y tocaba convivir y palpar las necesidades, eso como ejemplo de algunos cambios para adaptarme a la frontera— recuerda, entre risas—. También debí sacudirme el prejuicio de que este lugar era una zona roja.

Gutiérrez, ya con días y problemas pasados, considera que etiquetar a un bando político de bueno o malo, no le dejó buenas experiencias. “Una de las experiencias más difíciles era poder convivir con el radicalismo chavista, ya que  siempre fui mal visto, además un error fue etiquetar como malo ese grupo, todo porque venía con el rencor tras lo acontecido en Barinas, cuando vetaron lo que trabajaba; me costó un mundo y fue gracias al apoyo de colegas extranjeros que encaminaron mi serenidad para poder laborar sin ningún problema; hoy en día no son mis amigos, pero ellos me respetan y a la inversa; hecho que resalto porque en lo personal he aprendido a ser flexible y aprender a escucha”.

 Buscar la noticia, ser multitarea

Siete años han transcurridos en el estado apure. En tierras a veces marcadas como hostiles por sus historias, pero con gente emprendedora y con problemas como todo el país.

La experiencia profesional la considera positiva y como ejemplo habla de ser el comunicador social que más tiempo ha “aguantado” en emisora 106,1 FM, en donde ha aprendido bastante sobre el mundo de las ondas hertzianas y además se ha distinguido por su programa de opinión

De todos los periodistas que han pasado por esta emisora 106.1 FM de El Nula en Alto Apure, he sido quien más tiempo ha aguantado, ha aprendido y se ha distinguido por el programa de opinión “La Hora del Guiso”, caracterizado por las denuncias como el mismo nombre lo indica.

Como sucede en los medios pequeños el periodista es multitarea, para otros un llamado “todero”:

Lo bonito de aprender en Fe y Alegría es hacer de todo, desde grabar, publicidad, montajes, ser operador de radio y productor al mismo tiempo, hecho que ocurre actualmente, pero a pesar del agotamiento, se convirtió en un modo de vivir al que la gente lo ve y te lo hace saber, aunque eso por un lado no es bueno porque te hace sentir indispensable—remarca Gutiérrez sin voz de queja.

Vender helados en Arauca en bicicleta

Si Juan Luis Guerra anduvo El Niágara en Bicicleta, el periodista Leonel Gutiérrez anda El Nula y Arauca en bicicleta.

La bicicleta es el medio de transporte para este periodista acudir en donde el hecho noticioso lo llame.

Leonel Gutiérrez prefiere pedalear antes que andar en moto y destaca los aspectos positivos de su medio de transporte: me da energías, me permite visualizar y tocar rápidamente la noticia o como llamamos, olfatearla, me mantiene vivo.

La situación económica también toco y entró a la casa del periodista Leonel Gutiérrez. El dinero comenzó a no rendir ni a cubrir las necesidades básicas y como muchos otros venezolanos, debió buscar alternativas para proseguir su trabajo como comunicador social.

Comencé a por vender ropa a crédito desde el 2016, gracias a eso logré comprar mi licuadora que no había podido adquirir, vajillas y varias cosas para la casa, aparte del dinero, cuando la crisis ya se intensificaba y así estuve hasta hace poco— enumeró las cosas sencillas que pudo comprar gracias a la venta de ropa, no del dinero de su profesión como periodista.

Luego y lo dice sonriendo incursionó en el mundo de los helados de los llamados “tetas”. Inició la vente de helados, con la cual le va bien y se ha transformado en un “emprendimiento” binacional, pues hasta Arauca llega el producto que hace en El Nula de forma arsenal y sencilla.

Todo sucedió porque unas amigas que necesitaban ir a Arauquita, Colombia a vender productos para comprar medicinas, me pidieron acompañarles en su moto 2 horas de El Nula, y decidimos llevar helados para probar la venta, siendo satisfactoria, yendo por 2 meses los sábados o domingos, dependiendo del clima o la vialidad—Leonel Gutiérrez vio que ese “negocio” era bueno.

La semana de la reconversión monetaria, recuerda perfectamente, vivió lo que consideran son los días más difíciles en su economía familiar. Nadie le recibía bolívares, sino pesos y pensando que hacer decidió apostarle a la venta de helados o “tetas” y aplicó la experiencia de hacerlo en Colombia, Arauca, en San Camilo y le ha funcionado.

Ofrecer calmar la sed a los habitantes de San Camilo con un helado, le ha permitido a Leonel Gutiérrez obtener el dinero que le hacía falta para completar la mesada mensual.

La bicicleta, su medio de transporte, lo ha ayudado al “rebusque” que en una zona de frontera –por el diferencial cambiario entre el bolívar y peso-le permite tener mayor holgura económica en estos tiempos de precariedad.

“No tengo complejos, no me da pena, porque aprendí a vender cochino, pollos de vez en cuando y lo toque hacer siempre, eso sí, de manera legal, para no perder mis principios, ni la credibilidad y el cariño de la gente que ve a un periodista como ejemplo y modelo social y gracias a Dios nadie podrá decir Leonel o del “Guiso” es un torcido y por eso ando con la frente en alta”, escribe Gutiérrez.

Si va por El Nula y ve a un joven en bicicleta vendiendo helados puede ser Leonel Gutiérrez que quizás también vaya en busca de una noticia comunal, política y social, de la zona.

Fuente: www.30minutostachira.com

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