Luisa Pernalete
“A pesar de todas las dificultades de este año escolar que termina, hemos tenido logros importantes, gracias a este trabajo en equipo con todos ustedes, los aliados de la comunidad y la buena cabeza de las autoridades”. Así sueño que cualquier director o directora de un centro educativo venezolano comience el Consejo de Docentes al final del año escolar que comienza, con retraso por cierto.
Soñar cómo queremos que termine ayuda a poner en orden nuestras energías, siempre pensado que tenemos escenarios diversos posibles en este país lleno de incertidumbres; soñar es el primer paso para ponernos a andar, si pensamos que “no hay nada qué hacer” no haremos nada, así de simple. En este ejercicio, qué me gustaría que los diferentes actores de una escuela tengan como punto en el consejo mencionado.
“Los docentes estamos contentos porque se nos fueron muy pocos alumnos durante el año, y el que se fue, lo hizo con tristeza: No quería irse porque se sentía muy bien en este centro. Hemos mejorado mucho nuestro clima en las aulas, hemos reducido las peleas en patios y pasillos… Tenemos que hacer más esfuerzos para no se nos vaya ninguno. Creo que una de las cosas que nos enriqueció fue la formación que tuvimos para elevar los niveles de resiliencia, no sólo entre los estudiantes, sino que fuimos tomados en cuenta nosotros también, se vio la necesidad de ´cuidar a los cuidadores´ ¡Aprendimos mucho! Reconozco el interés del equipo directivo en este sentido”, Así me gustaría que hablara uno docente-
“El programa, de Prevención en intervención de violencia sexual en la escuela, fue muy efectivo. No hubo ningún caso en donde los profesores incurriéramos en esa violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y logramos como escuela, parar casos que venían del hogar. Los alumnos se sienten protegidos. Hablamos abiertamente de ese tema y de otros que antes no se tocaban, y me encantaría que otro añadiera: No se escurrió ningún problema difícil”.
“El SAE – Sistema de Alimentación Escolar – mejoró notablemente. El MPPE – Ministerio del Poder Popular para la Educación- reconoció que en el 2016/2017 había sido muy irregular y en algún mes inexistente; hubo desayuno para todos de lunes a viernes en la mañana y merienda suficiente en las tardes. Solo tuvimos algunos casos graves que, por ser pocos, los pudimos atender porque ya no eran tantos como en año pasado. No se desmayó ningún alumno por problema de alimentación. Los supervisores no nos amonestaron por haber dicho que el SAE no estaba funcionando como se debía, más bien nos agradecieron los reportes realistas y sinceros”. ¡Qué notición sería esto!
“Yo, como directora, estuve más tranquila ocupada en lo que me corresponde: los estudiantes, pues la policía municipal nos resguardó el local los fines de semana y además hubo rondas en las horas de entrada y de salida, con lo que se minimizaron los casos de atracos a alumnos y docentes. Se nota además que haber abierto espacios de recreación sana en la comunidad redujo el número de jóvenes en bandas, además de un desarme efectivo. Se abrió un Centro de Orientación familiar en el local de Barrio Adentro que estaba vacío y ese equipo de profesionales orientó a más de una madre angustiada por la conducta de su hijo. No tuvimos ninguna balacera a pleno día, no hubo ningún día suspendido por este motivo. ¡Sería de tanto rezar y de tanto denunciar que no se podía dar clases, en medio de balas!”. Ya lo sé, “hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”, pero este debería ser el reporte normal en un país sin conflicto bélico.
La Directora también comentó en este consejo que la supervisión del MPPE había sido orientadora y no punitiva. “Escuchaba, comprendía las dificultades y sugería soluciones”. ¡Qué maravilla”
“Los estudiantes nos hemos sentido escuchados. Horas de guiatura para hablar de problemas reales que nos afectan. Canales para la participación en los problemas de convivencia escolar. Conocer nuestros deberes y derechos, aprender a ir a la Defensoría cuando vemos esos derechos vulnerados. Actualizar los temas en el aula. Trabajar en la prevención de la violencia, ha sido muy positivo: cero golpes, cero apodos, cero embarazos” Hay que fijarse metas. Chicos tomados en cuenta serán parte de las soluciones. Así sueño que hablen los alumnos. Sonrío sólo de imaginarlo.
Todos contentos porque la inflación se ha detenido y el sueldo alcanza. Contentos porque se acabó la tragedia de la persecución de kilos de harina o de papel sanitario… Centros de educación inicial nuevos en la comunidad, nadie por fuera… ¿Es mucho soñar este final de año? ¿Qué nos corresponde hacer para no sea un sueño?