Víctor Manuel Álvarez Riccio
El pasado miércoles 6 de enero, el Presidente Nicolás Maduro anunció, en cadena de radio y televisión, un nuevo gabinete de Gobierno, que había prometido presentar al país después del 6 de diciembre, cuando su Partido Socialista Unido de Venezuela perdió las elecciones parlamentarias frente a la Mesa de la Unidad Democrática.
Nuestro interés, en este caso, es comentar exclusivamente lo que anunció el presidente Nicolás Maduro en materia comunicacional, por ser un área tan sensible en estos momentos de conflicto político.
1) ¿Qué dijo el Presidente?
Informó que el nuevo Ministro de Comunicación de su Gobierno es Luis José Marcano, quien desde el 5 de octubre de 2015 era presidente del canal del Estado, Venezolana de Televisión. ¿Cómo justificó este cambio el gobernante? Afirmó que la burguesía opuesta a su Gobierno “domina” a la sociedad a través de los hechos comunicacionales, y por la manipulación de la radio, la televisión y la prensa.
Ordenó que debe sustituirse la “hegemonía comunicacional” de la “burguesía” e influenciar a la sociedad con “la verdad” revolucionaria, sus logros sociales y sus proyectos.
El 5 de enero, el Gobernante había anticipado algunas de estas ideas: justificó la derrota electoral de su partido por una “guerra psicológica” adelantada por medios de comunicación nacionales e internacionales.
2) ¿Qué hay de nuevo en este anuncio?
Más bien poco. Estas ideas han estado presentes en el Gobierno desde hace años. En 2008, el entonces ministro de Comunicación del presidente Hugo Chávez (☩), Andrés Izarra, dijo que los medios de comunicación privados, “latifundistas mediáticos”, atentaban contra la estabilidad política del país y que, por el contrario, el Gobierno adelantaba la auténtica “democratización de la comunicación” a través de la creación de cientos de medios comunitarios y un sistema de medios públicos.
Luego, en el Plan de la Patria Segundo Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019, entre sus objetivos generales, el Gobierno propuso “llevar a niveles no vitales la conexión de Venezuela con las redes de comunicación e información dominadas por las potencias neocoloniales”, y contrarrestar la “producción y valorización de elementos culturales y relatos históricos generados desde la óptica neocolonial dominante, que circulan a través de los medios de comunicación e instituciones educativas y culturales”.
3) ¿Qué oportunidades tiene el Gobierno de cumplir su objetivo?
Si el objetivo del Gobierno es controlar lo que ven, leen y escuchan los venezolanos, filtrando aquellos contenidos que pudieran ser “perjudiciales” desde la óptica oficial, se pueden augurar pocos éxitos al nuevo Ministro.
Según el Centro de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello (CIC-UCAB), las televisoras del Estado no llegan al 8% de audiencia en todo el país. El director del CIC-UCAB, Carlos Delgado Flores (Castillo, 2016), explicó que los medios audiovisuales del Estado tienen baja audiencia porque “el contenido formativo es deficiente, hacen propaganda en vez de información, tienen baja calidad de imagen, deficiencias de producción, nada de posproducción. No cumplen con las prácticas periodísticas: no contrastan fuentes, no contextualizan, son anclas sin entrenamiento, con problemas de dicción”.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, de cada 100 hogares venezolanos, 65 tienen televisión por suscripción; por otro lado, crece la preferencia de la audiencia hacia la televisión internacional frente a la nacional (Franceschi, 2015). Entonces, no solo la audiencia de los medios del Estado es baja en comparación con otros canales y medios nacionales, sino que los medios nacionales en conjunto están perdiendo la carrera frente a los medios internacionales.
Además de eso, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones ha declarado que más del 60% de los ciudadanos en Venezuela tienen acceso a internet, siendo este un campo comunicacional que brinda a sus usuarios una gran autonomía, donde no existe programación por parte de un medio o de un grupo de medios, sino que el usuario tiene la capacidad de administrar libremente su consumo.
Estos datos surgen en un escenario donde las capacidades de difusión del Gobierno han aumentado considerablemente. El Gobierno (Bisbal) en la actualidad cuenta con dos de las cuatro televisoras de señal abierta en el país, Venezolana de Televisión y Televisora Venezolana Social; a su vez tiene otros canales como Vive TV, Ávila TV, Consciencia TV, TVFANB, ZUM TV, PDVSA TV, TV Comunas, Colombeia TV, 123 TV y Telesur (canal de alcance regional en Suramérica); en el sector de la radio el Gobierno tiene la Radio Nacional de Venezuela con alcance en todo el país, el circuito YVKE Mundial que llega también a todo el territorio nacional, Radio Tiuna, Radio Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y la Radio del Sur; en el escenario de los impresos el Gobierno tiene el Correo del Orinoco, Ciudad Caracas, Ciudad Valencia, Ciudad Maracay, Ciudad Petare, Ciudad del Lago, Ciudad Guárico y Ciudad Cojedes (estos últimos 7 son de distribución gratuita, con altísima calidad de impresión); además, el Gobierno ha desarrollado versiones digitales de la mayoría de los medios anteriormente mencionados y ha entrado en las redes sociales, como @NicolasMaduro, con millones de seguidores.
Es notable que, en estos medios de comunicación, cuando se informa sobre la realidad nacional, se omiten informaciones problemáticas que puedan poner en tela de juicio la gestión gubernamental, algo que es, por demás, esperable. Son preocupantes, sin embargo, las denuncias que hacen organizaciones en defensa de la libertad de expresión como el Instituto de Prensa y Sociedad (2015), acerca del uso de estos medios públicos para atacar a los sectores políticos de la sociedad que disienten del pensamiento oficial.
El Instituto de Prensa y Sociedad reveló que durante la campaña electoral a las elecciones parlamentarias los medios televisivos más importantes del país favorecieron a los candidatos del Gobierno, incluso el día 3 de diciembre, cuando culminaba la campaña electoral, los candidatos del Gobierno pudieron enviar un mensaje a través de todos los canales audiovisuales del Sistema de Medios Públicos y por los medios privados Venevisión, Globovisión y Televen, en el marco de un programa especial que duró más de una hora. Una oportunidad como la anterior no la tuvo nunca la Mesa de la Unidad Democrática, lo que viola la ley electoral. Además de esto, la organización descubrió que, durante la campaña, la cantidad de publicidad de los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela fue sensiblemente superior en los medios privados frente a la campaña de la Mesa de la Unidad Democrática.
4) Perspectivas teóricas para el Gobierno
El investigador de la comunicación Erick Torrico (2004) relata que desde los años 60, algunos estudios en ambos lados del Atlántico han considerado que los medios de comunicación privados construyen la hegemonía ideológica a través de la difusión de mensajes para el mantenimiento del sistema capitalista. Esto ocurriría a través de las llamadas industrias culturales, con sus contenidos simbólicos en noticias, telenovelas, películas, series y publicidades, que serían asimilados después por las audiencias supuestamente inertes, subyugadas.
Uno de los más importantes críticos en Latinoamérica de las llamadas industrias culturales es el venezolano Antonio Pasquali. En una entrevista reciente para el sitio web Prodavinci (Linares, 2014), el longevo investigador explicó que durante los años 60 estudió la dominación comunicacional por parte de los medios porque consideraba que las audiencias eran reducidas a elementos pasivos que solo recibían los mensajes y no tenían capacidades de responder, ni de interpretar creativamente. Hoy en día afirma que con el auge de internet no solo la gente puede buscar la información que desea, sino que además todos los usuarios de internet se han convertido en emisores y son capaces de alterar los discursos sociales y participar en ellos.
Otro autor de renombre, Jesús Martín Barbero, colombiano, ha explicado que no son los mensajes de los grandes medios, sino las mediaciones (familia, relaciones sociales, cultura, educación, condiciones materiales) las que generan un campo semántico con el cual la persona significa los mensajes que percibe de los medios, lo cual debilita aún más la teoría de una dominación unidireccional por parte de los mismos.
En otras palabras, no son los medios quienes controlan, sino las personas, que hoy en día cuentan con más opciones para contrastar informaciones, que se han acostumbrado gracias a internet a reclamar y a interpelar y, por si fuera poco, han aprendido a leer a los medios en el marco de la inmensa abundancia de posibilidades (internet, televisión por suscripción, medios locales, libros, cine, teatro, mensajería de texto).
No decimos que no existan intereses detrás de los grandes medios privados (la historia venezolana de los últimos 15 años lo ha demostrado), pero, ¿acaso no existen intereses detrás de los medios “públicos” cuando solo muestran un discurso rígido progubernamental y cuando sólo trabajan con sus logros, pero nunca sus fallas? ¿Dónde está el interés ciudadano en su diversidad real?
Volvemos, ahora sí, a las posibilidades para el nuevo Ministro, expresidente de Venezolana de Televisión, Luis José Marcano. Si el objetivo es controlar, no solo tendría poco éxito sino que estaría yendo en contra de una tendencia global; si el objetivo es convencer, no lo lograrán sin cambios reales en las mediaciones de la gente (el acceso a alimentos y medicinas, educación, transporte, burocracia) porque los mensajes siempre serán contrastados con la realidad e interpretados a través de condiciones materiales; si el objetivo es dar más opciones a los venezolanos para poder comunicarse y estar informados, con gusto lo apoyaríamos y consideraríamos que estaría en sintonía con los tiempos que vive el país: justamente este 5 de enero los medios de comunicación pudieron informar libremente lo que aconteció dentro de la sala de sesiones del parlamento nacional, algo que desde hace años, en una Asamblea Nacional dominada por el Partido Socialista de Venezuela, no era posible.
Le preguntamos entonces, al Ministro, ¿considera que la audiencia venezolana tiene madurez y puede acceder cada vez a más opciones entre medios públicos y privados libres y plurales, o necesita un protector que la defienda de la “dominación” mediática?
Referencias
Bisbal, M. (2014). Medios de comunicación en Venezuela. Notas sobre nuestro escenario comunicacional. Encrucijadas de la comunicación en Venezuela. Centro Gumilla.
Castillo, M. A. (2016). ANTV: propaganda oficialista con poco rating. El Nacional.
Franceschi, K. (2015). La TV nacional pierde su audiencia frente al cable. El Nacional. Recuperado de http://www.el-nacional.com/escenas/TV-nacional-pierde-audiencia-frente_0_738526269.html
Instituto de Prensa y Sociedad. (2015). El desequilibrio informativo caracterizó el proceso electoral. Caracas. Recuperado de http://ipysvenezuela.org/2015/12/15/el-desequilibrio-informativo-caracterizo-el-proceso-electoral/
Linares, A. (2014, 7 14). Antonio Pasquali: “Hay que cerrar las escuelas de comunicación y refundarlas”. Recuperado de Prodavinci: http://prodavinci.com/2014/07/14/actualidad/antonio-pasquali-hay-que-cerrar-las-escuelas-de-comunicacion-y-refundarlas-una-entrevista-de-albinson-linares/
Torrico, E. (2004). Abordajes y periodis de la teoría de la comunicación. Bogotá: Norma.