Carmen Salazar, de 29 años, no quería creer que el muchacho que aparecía prendido en fuego durante una manifestación opositora el 3 de mayo era su hermano, Víctor. Revisó las redes sociales para descartar que fuera él. Pero una llamada desde el centro de salud donde estaba recluido le confirmó la mala noticia. Esta es su historia
Patricia Clarembaux
¿Que cómo se quemó Víctor? Nosotros no sabemos porque no le hemos preguntado. Hemos visto lo que hay en las redes, lo que todo el mundo ve. Se supone que la tanqueta que atropelló a los otros chicos parece que se llevó por delante una moto de la Guardia (Nacional) o de la policía (durante uno de los 43 días de protesta contra el presidente Nicolás Maduro en el último mes). Los muchachos creo que quisieron golpear la moto. Yo no he visto mucho porque el video es muy doloroso. Pero creo que la moto explotó y la gasolina le cayó a él. Eso fue lo que vimos, él estaba de espaldas y la gasolina le cayó a él… así fue que se incendió.
Nosotros somos guayaneses. Yo soy de Ciudad Bolívar (sur de Venezuela). Víctor vive conmigo, estudia Bioanálisis en Ciudad Bolívar, en la Universidad de Oriente.
Nos enteramos de lo que le pasó a mi hermano porque nos llamaron de los primeros auxilios en Chacao. Llamaron a mi hermano menor y él me llamó a mí y me dijo lo que estaba sucediendo, que Víctor estaba quemado en Caracas y que me comunicara a un número. Llamo y me dicen que Víctor Salazar presenta quemaduras en 70% de su cuerpo, que son quemaduras graves, que ameritaba el cuidado de los familiares. Inmediatamente llamo a mi hermana, que vive con mi mamá, y le pido que le hable a mi mamá, pero con cuidado: ‘No le vayas a decir que es tanto’, le dije. Yo me metí en las redes porque pensé que tenía que aparecer algo y lo primero que veo es la imagen del muchacho quemándose, pero no me imaginé que era mi hermano. Luego me di cuenta de que era él cuando vi la foto en la que estaba tendido en una camilla. Llamé entonces a mi hermana y le dije que era muy grave lo que se veía en las imágenes. Ella me dijo: ‘Carmen, si tú estás llorando es porque es algo muy grave’.
Mi hermana entonces le dijo a mi mamá, llorando, y mi mamá le respondió: ‘Si tú estás llorando, es porque mi hijo está muerto’. La calmaron, porque mi mamá entró en shock.
Nos vinimos a Caracas, perdidos, porque nunca habíamos estado en Caracas. Casi que nos guiábamos con los letreros que marcaban el camino. Así fue que llegamos hasta aquí.
No sabíamos que él estaba en Caracas. Eso fue como lo más impactante porque yo pensaba que estaba en Ciudad Bolívar. Yo lo llamé dos días antes y le pregunté dónde estaba. Me dijo que estaba con sus amigos, rumbeando (de fiesta) en Ciudad Bolívar. Le dije que tuviera mucho cuidado. En Ciudad Bolívar las protestas no se armaron tan fuertes, pero le pedíamos que no se metiera en esas cosas. Mi mamá lo llamó y él le dijo que estaba tranquilo con los panas (amigos).
Cuando me entero de que estaba en Caracas fue un shock porque yo juraba que él estaba en Ciudad Bolívar.
Como hermana, cuando me dijeron que presentaba quemaduras yo dije: ‘bueno, se quemó, tiene quemadas, pero a lo mejor no es tanto y si se comunicaron con nosotros es porque está bien’. Ahí fue que empecé a buscar las imágenes y bueno, me encontré con todo eso y fue, de verdad… horrible, sencillamente horrible.
El primero que lo vio fue mi papá. Nosotros lo vimos el segundo día cuando llegamos al otro hospital. Lo tenían muy sedado, ahí, todo vendado. Me habló, me dijo que no le dolía, pero bueno, yo soy enfermera y sé que obviamente está muy, muy anestesiado.
Mi hermano está bastante delicado. Anoche (el miércoles 10 de mayo), que fue la última vez que lo vio mi mamá, estaba intubado porque entró a quirófano, le estaban haciendo un injerto de piel. Mi mamá lo vio y él quería hablar, pero estaba intubado, estaba un poco desesperado. Hoy (jueves 11 de mayo) no hemos entrado a verlo todavía. En los días anteriores le hicieron una limpieza, dado que aún quedaban residuos de piel muerta.
Todo el brazo izquierdo, la mano, el antebrazo eran los más comprometidos. Allí tenía quemaduras de tercer grado. En el resto del cuerpo tenía quemaduras de segundo grado.
Él no está fuera de peligro. Los médicos dicen que va progresando, que está estable pero muy delicado. Es una persona que no tiene piel. Solo lo podemos visitar dos familiares diariamente para que no corra más peligro.
Alguna vez mi hermano había marchado, hace muchos años. Él estaba muy comprometido con las marchas, pero hubo un tiempo en el que dejó de hablar de las protestas. Cuando las manifestaciones de 2014 (las primeras contra el presidente Nicolás Maduro), él salía y nosotros nos quedábamos preocupados. Y no sé qué pasó que él dejó eso totalmente. Estaba tan apolítico que no lo veíamos en eso hasta que nos enteramos de lo que pasó ahora. Él sí me decía que en el país hay mucha escasez y yo le decía: ‘Lo sé, pero ¿cómo podemos cambiar nosotros eso?’.
Mis padres están destruidos, preocupados por la situación. Es un peligro para todos, yo tengo una bebé y quería traerla, pero mis papás no me lo permiten. Es una situación muy seria y mi mamá además de dolida está muy asustada por la seguridad. Ha habido noticias que dicen que mi hermano es un terrorista, que pertenece a la Mesa de la Unidad Democrática (coalición de partidos de la oposición venezolana), que los entrenan. Eso no es seguro para nadie y mucho menos cuando lo dicen autoridades tan poderosas del país.
Tenemos miedo, pero también la conciencia tranquila. Yo me siento muy orgullosa de mi hermano. Creo en todo lo que mis hermanos creen. Son mis hermanos.
Mi mamá lo que hace es orar, como toda madre. Esperando que Víctor se recupere.
Si Víctor sale de esto no sé si lo dejaríamos marchar otra vez. Esas son decisiones personales. Si es por nosotros, no. Si pudiéramos tener algo que le borrara la mente.
Fuente: http://prodavinci.com/2017/05/12/actualidad/no-me-imagine-que-era-mi-hermano-por-patricia-clarembaux/