Mc12, 28-38
Alfredo Infante, sj
El capítulo 12 de Mc registra las controversias de Jesús con los grupos de poder y con un modelo de religión fetichista de espaldas al proyecto del reinado de Dios, esto es, reino de la dignidad humana y la fraternidad universal. Por eso este capítulo se inicia con la parábola de la viña y los labradores y, después de las controversias con fariseos, herodianos, saduceos y escribas, concluye, con la viuda pobre, mostrándola como paradigma de auténtica fe.
En esta serie de controversias, en el pasaje de hoy, se establece un diálogo fecundo entre Jesús y un letrado. El letrado ha presenciado la emboscada que los saduceos han puesto a Jesús, y la manera tan sabia como Jesús les ha salido al paso. El letrado se acerca y, en su terreno que son las escrituras, pone a prueba también a Jesús preguntándole: ¿Cuál es el principal mandamiento? Forzando a Jesús a que de los diez elija uno, de modo que: «si resbala pierde». El sabio Jesús se centra en lo fundamental de su misión y responde: «Escucha Israel, el Señor tu Dios es el único, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas» El Segundo es éste, «amarás a tu prójimo como a ti mismo». Hubo acuerdo. Sintonía. Y el letrado aprovechó para apoyar a Jesús y marcar su distancia con el grupo de los saduceos quienes se dedicaban a los sacrificios en el templo, diciendo: «esto vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús no propone una religión sacrificial, su buena nueva, consiste en una nueva relacionalidad fundada en el amor a Dios y al prójimo. Esta nueva relacionalidad que es la fraternidad universal implica la defensa de la dignidad humana, y la lucha contra todo poder que niega la vida, la justicia y destruye la naturaleza, nuestra casa. Si el cristiano toma en serio su fe, no puede resignarse ante la muerte de tantos niños, ancianos y enfermos crónicos vulnerables.
Ayer detuvieron en Mérida a unos médicos que se tomaron en serio el amor al prójimo. El gobierno, en su afán de ocultar la crisis humanitaria está perfilando un patrón de persecución hacia los profesionales de la salud.
Oremos Señor, que nuestra fe y amor en ti se exprese siempre en una apuesta coherente y radical por la vida.
Sagrado corazón de Jesús, en vos confío
Parroquia San Alberto Hurtado. Parte Alta de La Vega.
Caracas-Venezuela.