Scroll Top
Edificio Centro Valores, local 2, Esquina de la Luneta, Caracas, Venezuela.

Lo esperado no debe sorprender

lo-esperado-no-debe-sorprender

Javier Contreras

El anuncio de Diosdado Cabello respecto a la hipotética fecha de las elecciones presidenciales, que parece se concretará antes de que finalice el mes de abril, no hace otra cosa que ratificar lo que era un secreto a voces, por todos conocido: el gobierno adelantaría las presidenciales sin importar cuántas normas, leyes o reglamentos tuviese que incumplir.

Convencido como estoy que no existe el mínimo rasgo democrático en el reducido grupo que detenta el poder, no ahondaré en las posibles causas que le dieron piso a esta medida, ese ejercicio sería redundante. Considero que lo importante es tocar alguna de las consecuencias que tal decisión puede acarrear, tanto en la comunidad internacional como en el seno de una oposición política que, nuevamente, está obligada a comportarse con la altura que la situación exige, con todo y la desconfianza que semejante reto puede instalar en quienes han observado los recurrentes desatinos de la dirigencia política.

A nivel internacional, es de esperarse un endurecimiento en las sanciones hacia altos funcionarios del gobierno (circunstancia que fue esgrimida por Cabello para adelantar las elecciones), con lo que se profundizará el progresivo aislamiento de Venezuela en el concierto internacional. Otra consecuencia, la más inmediata, fue la disolución de la mesa de diálogo y negociación que se llevaba a cabo en República Dominicana, esfuerzo que contaba con la participación de representantes Diplomáticos y ex presidentes de varias naciones.

De cara a la oposición, los efectos son múltiples. Antes de enumerar algunos de los más importantes, hay que decir que la reacción inicial, sobre todo la de los medios de comunicación, mostró una sorpresa inusitada, ya que como se dijo anteriormente, este anuncio era esperado. Las organizaciones políticas que adversan al gobierno tienen ante sí la urgencia de definir dos aspectos claves de los que dependerá cualquier posibilidad de éxito: Escoger un candidato único y alentar la participación en el proceso electoral por venir.

Ambas tareas fundamentales se encuentran con importantes obstáculos que, en buena medida, han sido plantados por la misma oposición. De esta precisión se desprende, entonces, que la primera gran lucha es puertas adentro, luego se tendrá que hacer frente al adversario externo que, como bien se sabe, concentra el poder y lo ejerce sin escrúpulo alguno y con un solo objetivo: mantenerse en la posición que está, a despecho y costa de lo que sea, incluso del sufrimiento de los venezolanos.

Decir que la primera actividad de la oposición es puertas adentro es una obviedad, pero hay que repetirlo porque parece que algunos de sus miembros no lo ven, o no lo quieren ver. Respecto a la necesidad de un candidato único, varios son los puntos que atentan contra ese objetivo, entre ellos las apetencias personalistas, en primer lugar; y el método a utilizarse para la escogencia, en segundo lugar. Si algún líder no es capaz de deponer sus intereses en función de la unidad, se convertirá en un jugador pro gobierno, con o sin intención. Si no hay acuerdo para inclinarse por las primarias o por el consenso como medio de escogencia, esa incapacidad, marcada seguramente por egos, se convertirá en instrumento favorable al chavismo.

El otro reto, el de alentar la participación electoral en unos comicios que no van a ofrecer las condiciones deseadas en cuanto a transparencia y confianza, se muestra hoy como una gran barrera a superar. Luego de la poca claridad comunicacional sobre la decisión de algunos partidos de no participar en las elecciones de Alcaldes de diciembre pasado, esto como protesta ante las irregularidades existentes en las elecciones regionales de octubre, un importante sector de la población sintió orfandad de liderazgo y, al mismo tiempo, se hicieron más visibles las grietas existentes en la dirigencia opositora, con las consecuencias que se conocen en cuanto a la cantidad de Alcaldías ganadas por el oficialismo.

Todo indica que la conflictividad del país aumentará, atizada ahora por la cercanía de unas elecciones convocadas arbitrariamente y en contra de la ley. La campaña será más desigual que nunca, con un gobierno que va a utilizar descaradamente recursos del Estado en dicha actividad, de la misma manera que tratará de cercar en todos los aspectos a la oposición. Esa es una realidad innegable, pero es esa la realidad y no otra, así que la dirigencia opositora debe, con toda la carga del imperativo, reconstruirse táctica y estratégicamente en un corto periodo de tiempo, para traducir en votos el descontento popular que impera en el país.

Quienes han violentado la legalidad y los derechos durante 20 años, no van a cambiar ahora; por eso es ineludible la tarea de proponer democracia contra totalitarismo y dictadura, aunque este tesón no de los resultados deseados en el tiempo esperado. Resulta necesario que se entienda y se pueda comunicar que el voto siempre es relevante, incluso en las circunstancias más adversas ha representado el hito de la transición a la democracia, o el hito que desencadena dicha transición.

Si se garantiza la formación y presencia de testigos electorales en todos y cada uno de los centros electorales, si se articula el esfuerzo de los activistas de todas las organizaciones políticas, si hay una línea discursiva clara y coherente, y si hay voluntad real de presentar una propuesta unitaria, al gobierno y sus brazos ejecutores les aumentará la dificultad de boicotear la expresión popular.

Entradas relacionadas
Subscribe
Notify of
guest
0 Comentarios
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría saber tu opinión, por favor comenta.x
()
x
Nuestros Grupos