Por: Javier Antonio Vivas Santana
Lo que podría considerarse como el último asalto en la toma del poder se va a generar apenas sea aprobada la bazofia constitucional que la ilegal e ilegítima “constituyente” está redactando a espaldas del pueblo a través de quien fuera acérrimo antichavista, y ahora convertido en máximo panegírico madurista, Hermann Escarrá, quien es junto con Diosdado Cabello y otros tres o cuatro de quienes integran la cúpula madurista los únicos que conocen tal adefesio con el cual pretenden terminar de adueñarse del país y nuestras vidas, aunque ahora el propio Cabello diga que pudiera ser por intermedio de una “reforma”, lo cual no deja de ser más que una manera de bajar las tensiones, porque de ser así, resultaría obvio que tal dependencia madurista, fue creada con fines de liquidar inconstitucionalmente la Asamblea Nacional, y materializar el Estado totalitario.
De hecho, dijimos que esta “constituyente” revisaría los títulos de pre y postgrados de docentes y periodistas, y eso ha venido ocurriendo de manera subrepticia. No solo es que en el caso de los docentes son desconocidos sus derechos laborales desde el ministerio de educación, así como la misma dependencia que regula el ámbito universitario, cuando prácticamente todos quedaron condenados a devengar salario mínimo independientemente de su grado académico, sino que en el caso de los comunicadores sociales, la persecución ha sido implacable, al punto que la (auto)censura es parte de ver el cómo van desapareciendo programas que informen de manera veraz y oportuna, tal y como está establecido en la vigente Constitución.
Así tenemos que la universidades nacionales como la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad de Los Andes (ULA), Universidad de Oriente (UDO), Universidad de Carabobo (UC), La Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), Universidad Nacional Abierta (UNA) y Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) todas quedarán eliminadas en esa letrina de “constitución” que prepara el madurismo. No es sólo la eliminación de la autonomía universitaria, sino que todas ellas, en función de sus facultades en ciencias sociales quedarán como reductos de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) como única “universidad nacional”.
Por ello, no es casualidad que desde un portal oficial de noticias de Cuba se anuncie la inauguración de la “Universidad Experimental del Magisterio” , sin ni siquiera tener una estructura y logística tanto curricular como académica, sino que la misma sólo viene a “legalizar” los postgrados que dictará y sólo reconocerá el ministerio de educación, que por supuesto, sólo serán cursados en las mismas escuelas y liceos, es decir, no serán avalados por esta dependencia institucional los estudios de cuarto y quinto nivel que en lo sucesivo sean dictados por las universidades nacionales en el caso de la carrera de educación. En otras, palabras, tanto la UPEL como las cátedras de educación del resto de las universidades estarían siendo asesinadas con la creación de ese mamotreto formador de los nuevos “educadores”.
Sobre las escuelas de comunicación social de las mismas universidades nacionales, la estocada final comenzó con la creación de la “Universidad Nacional de las Telecomunicaciones e Informática”, razón por la cual, tienen listo el inicio de la carrera del “nuevo periodismo” con sendos parapetos en licenciaturas en comunicación con menciones en “política y poder popular”, “redes digitales” y hasta discuten la “ética informativa”. No puede ignorarse que en tal universidad también se formarán los nuevos “ingenieros” de esas ramas que “requerirá” el país.
En relación con las universidades privadas, las mismas seguirán funcionando, pero serán controladas por la rectoría que designen las comunas, cuyo poder a su vez, quedará determinado por las designaciones que se realicen desde la presidencia de la República. O sea, simplemente será algo así como una especie de nomenclatura en la cual esas casas de estudios terminen siendo vendidas de manera forzada al madurismo, antes de que sean expropiadas de facto.
Se acerca la muerte de la educación universitaria. Habrá que preguntarle a la oposición si en caso de que el propio madurismo convoque a un referendo para la “aprobación” de semejante excremento “constitucional”, seguirá absteniéndose – aun siendo mayoría electoral – esperando la ansiada invasión. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
Fuente: aporrea.org