Isaías A. Márquez Díaz*
Un llamamiento urgente hace el papa Francisco a la humanidad en general ya que, por el olvido de la ética,las personas están en peligro, en medio de una crisis profunda, por tal omisión, refiriéndose al Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) que celelebráramos el 5/6 pasado, en virtud de lo cual hace reflexiones sobre el Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran, a lo cual Su Santidad se pregunta: ¿Si realmente estamos cultivando y cuidando la creación?, O ¿La estamos explotando y descuidando?
“Cuidar y cultivar la creación es una indicación de Dios, dada no solo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto. Quiere decir, hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformándolo para que sea un jardín, un lugar agradable para todos”.
Obviamente, el papa se refiere a la SOSTENIBILIDAD o sustentabilidad, que describe cómo los sistemas biológicos se mantienen productivos con el transcurso del tiempo. O, en sentido más amplio: las características del desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Es un concepto que, en 1987, el informe Brundtland “NUESTRO FUTURO COMÚN” de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo conceptualiza al “desarrollo sostenible” como aquel que satisface las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender las suyas.
Surge por la necesidad imperiosa de estudiar y delimitar el impacto de las actividades humanas sobre el MEDIOAMBIENTE.
Asimismo, Francisco manifiesta su deseo por que la visión global de la bioética se oriente para relanzarse en el ámbito de la ética social y del humanismo planetario, a partir de la profunda convicción de dignidad irrevocable de la persona humana.
* Terciario OFS iglesia “La Merced”, Caracas