El escritor, productor y director de “Madame Cinéma” dice que además de destacar el legado de la directora de “Araya” y “Reverón” también quiso “homenajear al cine nacional, hacer un regalo a los estudiantes del oficio y dejar un testimonio sin fecha de vencimiento”
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Jonathan Reverón (Caracas, 1983) se refiere a su experiencia personal cuando dice que “el cine se sueña”. El escritor, productor y director de Madame Cinéma, el documental sobre la trayectoria de Margot Benacerraf que presentará en el Festival de Cine Francés, cuenta que así fue que se le ocurrió hacer el trabajo sobre “la piedra fundacional” del séptimo arte venezolano. “Estaba cubriendo una gira del Sistema en Oslo y cuando desperté dije: aquí está el siguiente proyecto”.
Ya tenía un recorrido en la materia. Un año antes, en 2011, estrenó Don Armando, sobre Armando Scannone, pero esta vez además de destacar el legado de la directora de Araya y Reverón también quiso “homenajear al cine nacional, hacer un regalo a los estudiantes del oficio y dejar un testimonio sin fecha de vencimiento”.
Lo que no sabía es que pasarían casi cinco años antes de verlo en la pantalla grande. “El proyecto se fue dilatando en el tiempo, pero eso también me formó en la paciencia que necesita el cineasta, aunque no hay una cosa que me emocione más que ver envejecer a un personaje ante la cámara. Ahí ves a Margot inaugurando su biblioteca en la UCV, entre otros momentos de su vida”, apunta.
¿Por qué Madame Cinéma?
-En 2010, entrevisté a Margot en el set de Reverón, de Diego Rísquez. Cuando salió publicado el trabajo me dijo que no le habían gustado dos cosas: “una, salgo muy arrugada; y dos: ahí pones señorita Margot”. Yo le respondí que su círculo más cercano la llamaba así, a lo que me contestó: “Cónchale, me hubiese gustado resolverlo como los franceses, que después de los 15 años todas somos madame”. Cuando hice el documental me acordé de eso. Ella es la gran dama del cine, por eso Madame Cinéma.
¿Cuál fue su objetivo?
-Lo concebí como un documental sobre ella, pero también como un homenaje al cine venezolano. Si Araya es considerada un regalo para cineastas, yo quería que éste fuera un regalo para los estudiantes de cine, que vieran todas las capas que tiene y las narrativas. Araya es la historia de Venezuela. Termina con el proceso artesanal de la recolección de la sal, pero detrás de la montaña viene el trabajo mecánico, la industrialización. Aquí retraté el cierre de una de las últimas salas de Cinex, el cine tradicional sustituido por el digital.
En Madame Cinéma se vale de diferentes elementos gráficos.
-Para salir de la convención que se tiene del documental. El documental necesita salir del estigma de “no te vas a divertir”, es un género más que puede llenar una sala completa. Estoy seguro que esta película puede ser atractiva para distintas audiencias.
¿Qué material inédito incluye el documental?
-Materiales aportados por Margot, aunque no fue fácil porque ella es una persona introvertida y celosa de su archivo, muy perfeccionista, así que me tocó ir en defensa de la imagen pobre, pero más que imagen pobre, no perfecta. Yo le insistía: “Margot, esto es memoria del país”. En el material incluí las cartas que ella intercambió con Gabriel García Márquez sobre La cándida Eréndira… hasta donde llegó con ese proyecto; mucha fotografía fija de Reverón; el bagaje que va desde un Román Polanski hasta un Guy Ecker, desde un Bola de Nieve a un Fernando Gaytán.
¿Se siente más seguro?
-Soy autodidacta, aprendí el oficio con la práctica. Cuando hice Don Armando ya me sentía seguro porque tenía experiencia haciendo los videos de las preventas de Unión Radio.
¿Qué otros personajes le gustaría retratar?
-Me encantaría hacer un documental sobre Marva Griffin y estar involucrado en el de José Antonio Abreu. Tengo una nevera de personajes. @yolimer
Fuente: https://concienciaesnoticias.com/2018/05/03/jonathan-reveron-aprendi-el-oficio-con-la-practica/