Advierten que la conservación de la región no es posible sin la contribución de los indígenas.
Por EFE
La Amazonia necesita una mayor coordinación de gobiernos, organismos y comunidades para lograr un desarrollo sostenible, enfrentar amenazas como la deforestación y evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático, dijeron este viernes 05 de junio expertos que participaron en un panel con motivo del Día Mundial del Medioambiente.
Al intervenir en el panel virtual ‘Amazonia, corazón de la resiliencia planetaria’, la secretaria ejecutiva de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CBD, sigla en inglés), Elizabeth Maruma, advirtió que, si los recursos naturales de la Amazonia se usan de manera insostenible y no se coordinan los acuerdos globales con las comunidades locales, los efectos negativos serán irreversibles.
En el panel, que tuvo a Colombia como anfitrión, participaron además el director del Instituto Humboldt, Hernando García; la vicepresidenta de Conservation Internacional, Daniela Raik; el gerente de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del BID, Juan Pablo Bonilla; el vicepresidente Ejecutivo de The Nature Conservancy en Latinoamérica, Santiago Gowland, y la directora del Instituto Sinchi, Luz Marina Mantilla.
Cambio climático
Para Raik, uno de los aspectos más destacados de la Amazonia es su capacidad de retener carbono, de allí la importancia de controlar la deforestación para evitar un agravamiento del cambio climático.
“Sabemos que gran parte de las emisiones de carbono provienen de la deforestación y el cambio en el uso del suelo. La Amazonia es una enorme reserva de carbono y en la medida en que ese bosque se deforesta y degrada, ese dióxido de carbono se libera y contribuye al cambio climático global”, dijo.
Raik señaló que la integridad del bosque se ve comprometida a medida que avanza su destrucción y aumenta la fragmentación del área amazónica para crear sus propios patrones climáticos.
“Una buena noticia es que, en las últimas décadas, la comunidad global ha logrado tener el 50 % de la Amazonia en una especie de conservación y gestión ya sea de áreas protegidas, de parques o tierras indígenas”, apuntó Raik.
Sin embargo, destacó que para mantener la ruta de conservación y evitar efectos irreversibles y catastróficos se necesita más colaboración entre gobiernos y comunidades indígenas.
“Necesitamos volver a las raíces de las que desafortunadamente la tecnología moderna nos ha alejado. Estamos viendo el daño que las actividades humanas continúan causando en el medio ambiente y en el mundo natural”, afirmó por su parte Maruma.
Sistema de desarrollo sostenible
A su turno, Bonilla, del BID, dijo que la pandemia de coronavirus demostró la fragilidad de la comunidad internacional para enfrentar una crisis de grandes proporciones, razón por la cual la Amazonia debe ser entendida como un sistema de desarrollo sostenible.
“La recuperación tiene que ayudar a construir resiliencia ambiental y social”, dijo Bonilla, quien considera que debe haber un vínculo entre asuntos de sostenibilidad global y temas sociales.
Por su parte, el director del Instituto Humboldt, referencia en investigación sobre biodiversidad en Colombia, resaltó que para controlar la deforestación de la Amazonia es necesario empoderar a las comunidades locales de forma organizada y aprovechar la riqueza natural para desarrollar nuevas economías a partir de la innovación financiera.
“La ciencia tiene un rol fundamental en esos procesos fundamentales de la conservación de la Amazonia”, afirmó.
Para Santiago Gowland, el primer paso para lograr esto es definir cuáles son las áreas que deben ser protegidas y cuál es su valor en términos culturales, de biodiversidad y de impacto en el cambio climático.
Protección de los pueblos indígenas
Lograr la plena conservación del Amazonas y la restauración de su suelo no será posible sin la contribución de los pueblos indígenas que la habitan, advirtieron los expertos. Al respecto, Maruma explicó que la diversidad cultural y natural de la región, en la que habitan unos 385 pueblos indígenas con diversos sistemas de conocimiento, lenguaje, cultura e historias, son cruciales para la preservación.
“La Amazonia es un ejemplo del apoyo mutuo entre la diversidad cultural y la diversidad biológica. Una simbiosis entre las personas y la naturaleza. Un ejemplo viviente para nosotros de cómo vivir en armonía con la naturaleza”, subrayó.
En ese sentido, Mantilla, directora del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi), hizo un llamamiento a entender que las relaciones entre la biodiversidad y estos pueblos son una oportunidad para el desarrollo de conocimiento científico. “Sin Amazonas el planeta no vive. Ahí están las formas de regulación más importantes de la vida. Es el laboratorio más grande y valioso que tiene el planeta”, manifestó.