Prensa CEV
En el marco del Foro “1812 – 2012… Doscientos años de vulnerabilidad sísmica”, realizado en el auditorium de la Facultad de Ingeniería de la UCV, fue presentada la Carta Pastoral “Sobre el Bicentenario del Terremoto en Venezuela”. El encargado de hacer la presentación fue Mons. Baltasar Porras, Arzobispo de Mérida y Presidente de Cáritas de Venezuela, uno de los entes organizadores del envento.
La Carta Pastoral del Episcopado Venezolano, con fecha del 19 de marzo, solemnidad de San José, se enmarca en la línea de trabajo adoptada por los obispos para este año 2012, en el que se tiene como “lema y tarea a todos los niveles pastorales, la defensa de la vida, la erradicación de la violencia y el trabajo tesonero por la paz de todos los venezolanos” (n° 3). Y siguiendo los pronunciamientos con motivo de los Bicentenarios del 19 de abril de 1810 y del 5 de julio de 2011 realizados en sendas cartas pastorales, se ha querido también resaltar este evento histórico porque “la conmemoración de los acontecimientos de hace dos siglos, iluminan este panorama y pueden ser fuente fecunda de bien, más allá de las tradicionales celebraciones que exaltan lo heroico de unos y lo perverso de otros” (n° 3).
Después de hacer un breve repaso por los acontecimientos que originaron la pérdida de la primera república y el inicio de la guerra, los obispos plantean una serie de interrogantes que como ciudadanos y creyentes debemos plantearnos: “¿Qué lecciones nos deja lo sucedido hace doscientos años para el presente y el futuro de nuestro país?. ¿Cómo situarnos preventivamente ante las eventualidades de una catástrofe natural?. ¿Qué interés existe en la sociedad venezolana por los acontecimientos históricos, en función de hacer más humana la convivencia social?. ¿Qué valor tiene hoy día en el plano socio-político el lenguaje mítico religioso?”(n ° 12).
Los obispos invitan “a los católicos y a todas las personas con deseos de construir una Venezuela más fraterna y solidaria, a unirnos en el diseño y ejecución de experiencias que nos den esperanzas de una vida plena, del compartir alegre, de hacer realidad los sueños que abrigamos en el corazón. Este año 2012 debe ser un año de rencuentro” (n° 13). La carta Pastoral finaliza pidiendo a los sacerdotes y a los fieles laicos que “el domingo 25 de marzo, víspera del Bicentenario de los terremotos de 1812, (…) en todas las misas que se celebren en el país, se haga mención especial de esta catástrofe, se ore por los numerosos muertos que hubo entonces; se trabaje para que aprendemos a prevenir las calamidades naturales preparándonos convenientemente y respetando la naturaleza (…); se ore por la paz y la convivencia que permita soñar con un futuro más promisor para todos, en particular para los más pobres” (n° 15).