Por Leandro Buzón*
La organización Caracas Mi Convive luego de la persecución y el hostigamiento vivido a finales del 2020. Inicia el 2021 con una gira intensa de visitas a las comunidades para explicar lo que nos sucedió y escuchar propuestas de desarrollo comunitario, que apunten a seguir fortaleciendo el tejido social comunitario y al liderazgo de base.
En estas visitas fue necesario explicar a las comunidades el nivel de vulnerabilidad al que estamos expuestos todas las organizaciones sociales del país frente al avance de la dictadura, y que el trabajo comunitario y humanitario que estamos llevando a cabo no es ningún delito. Que, ante el intento de criminalizar la solidaridad, al liderazgo, las madres de los comedores, y las organizaciones de base que hacen posible el trabajo social –que por más de 8 años venimos ejecutando de manera continua–, el régimen solo busca atemorizar y desmovilizar porque el único interés es dominar y controlar a la población.
Del mismo modo, el liderazgo de base propuso una serie de iniciativas de desarrollo comunitario que permitan hacer crecer más los vínculos de la organización con la comunidad:
- Fomento de actividades deportivas y culturales
- Escuelas de oficios para jóvenes
- Desarrollo de huertos comunitarios
- Autogestión de proyectos locales (desarrollo de panaderías comunitarias, barberías comunitarias)
- Instalación de más comedores de Alimenta la Solidaridad
- Recuperación de espacios deportivos y culturales
- Instalación de casas comunitarias de educación para el refuerzo escolar de niños
Estas líneas de acción están enfocadas en movilizar al liderazgo y la comunidad además de sumar aliados que promuevan estas iniciativas de desarrollo local. La finalidad es poder desarrollar bienestar comunitario ya que frente a la emergencia humanitaria compleja que vive el país y al abandono de las instituciones la comunidad se ha organizado libre y espontáneamente para ser partícipe del cambio social.
La combinación de trabajo social y político es una alternativa que Mi Convive ha apostado desde el inicio de su accionar para construir democracia, solidaridad, y productividad. Frente al avance del autoritarismo impuesto por Nicolás Maduro, la sociedad civil sigue resistiendo desde acciones concretas locales para sembrar esperanza ante un cambio que aspira la sociedad venezolana.
Al poder le incomoda que sigamos juntándonos para organizarnos, que conversemos para protestar por servicios públicos dignos. Que sigamos denunciando su incapacidad para garantizar la vida la vida de los venezolanos. Nuestra estrategia es seguir apostando por la vida con una organización de abajo hacia arriba que nos permita propiciar cambio y bienestar comunitario
¿Qué queda del proyecto chavista? Decepción, frustración y mucha rabia por la separación de la familia, la destrucción del aparato productivo que imposibilita a los venezolanos hacer una vida digna. Quedarnos en el dolor el sufrimiento no es opción.
De abajo hacia arriba con la articulación de actores sociales, políticas y la movilización no violenta es la clave para construir sociedad y poder motorizar un cambio político.
*Crédito pendiente.
