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A cada uno le aplica su Cesppa

saber-escucharNota de la redacción: A todos nosotros, lo mismo que al Presidente Nicolás Maduro, nos molesta que nos caigan con el CESPPA respectivo. No hay derecho a lo que hace EE.UU. con la excusa de la seguridad y el equilibrio internacional, y tampoco lo que hace el gobierno de Venezuela con el pretexto de la estabilidad y la seguridad nacionales. Y, para colmo, un candidato a Alcalde, conforma actualmente el Órgano Superior de Comunicación.

Desde el avezado periodista Eleazar Díaz Rangel, afín al gobierno, hasta el abogado oposicionista Asdrúbal Aguiar, se han mostrado disconformes, con el decreto del Cesppa, pero su aprobación ha seguido adelante con unos retoques para que disimular su parecido con los decretos y leyes de los regímenes de seguridad de los años 80 en el Cono Sur.

Según un reporte del diario estadounidense The New York Times, “la Venezuela de Chávez formó parte, junto a China, Corea del Norte, Irán, Irak y Rusia, de la lista de objetivos a largo plazo para los agentes de la estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en 2007, de acuerdo con un memorando oficial recopilado por el exanalista de la CIA Edward Snowden y cedido al diario neoyorkino por el británico The Guardian”.

Según el memorando “la agencia vigiló los correos electrónicos oficiales y personales de los diez funcionarios de más alto rango en el Ministerio de Planificación y Finanzas de Venezuela”, detalla The New York Times, con la misión de “ayudar a los encargados políticos (estadounidenses) a prevenir que Venezuela obtenga sus objetivos de liderazgo regional y persiga políticas que impacten negativamente los intereses globales de Estados Unidos”.

Aparentemente el Gobierno de Bush hijo se veía “en una competición por el liderazgo en Latinoamérica con el líder de Venezuela, el izquierdista Hugo Chávez”, y por eso la agencia “instruía a los agentes a evaluar el progreso de Chávez en sus iniciativas para perseguir objetivos de poder regional en las arenas política, económica, energética e ideológica”. Igualmente les interesaba el tema petrolero y el riesgo del suministro petrolero, y se preocupaban mucho por los crecientes créditos de China, Rusia e Irán para compra de armamento; y “un funcionario de la NSA en Texas se encargaba de rastrear cada día los mensajes privados de burócratas venezolanos, buscando chismes que pudieran proporcionar una pequeña ventaja política”.

(Tomado del diario El Nacional: Analítica.com, 04 de noviembre de 2013)

Véase también la entrevista a Carlos Correa, director de Espacio Público.

Hablando del espionaje de otros paises por Estados Unidos, resulta que no es el único que lo hace. La Presidente brasileña Dilma Rousseff, y altos funcionarios de su Gobierno armaron un escándalo e hicieron duros reclamos al Gobierno estadounidense tras revelarse que Washington espiaba comunicaciones y teléfonos de jefes de estado de numerosos países, Brasil incluído.

Pero ahora resulta que los indignados brasileños hacían lo mismo, y Brasilia alega la misma razón que Wáshington: seguridad nacional. Es que el popular diario Folha de Sao Paulo reveló que “la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) espió las actividades de diplomáticos de Rusia, Irán e Irak tanto en sus embajadas como en sus residencias”. Información que deja un poco con el trasero al aire a los brasileños en su posición de indignada reclamación en las Naciones Unidas.

El Universal, 4 de noviembre de 2013

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