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Y con el bien, llegó la Beatificación

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“Haz el bien”, la fuente de inspiración de quienes nos hemos reunido aquí para documentar un hecho trascendental para la feligresía que vio llegar a los altares de la Iglesia católica al Dr. José Gregorio Hernández Cisneros el pasado 30 de abril del 2021, en medio de una pandemia que ha trastocado sobre todo a los sectores más vulnerables de la sociedad. Una mirada a las características que definen su santidad, junto a un testimonio de primera mano sobre la ceremonia, sus preparativos, la suma de voluntades que la hicieron posible y el camino que nos queda por recorrer junto a nuestro Beato es parte del material que les haremos llegar en los próximos días

Daniela Paola Aguilar P.*

El mundo recibe con júbilo la noticia de la beatificación y los venezolanos se llenan de gozo. De Venerable a Beato, el camino al cielo del Dr. Hernández parece haber iniciado hace más de 100 años, cuando en los pasillos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) se gestaban luces, sueños y, sobre todo, la esperanza de un pueblo que, devastado por la guerra y azotado por la peste, se aferraba al misterio de la fe y anhelaba silencioso un cambio de era.

Hoy aquella realidad pareciera cobrar vida, cuando encontramos a la Venezuela de nuestro siglo sumergida en una emergencia humanitaria compleja, desolada y solapada apenas por el recuerdo de lo que vivimos, justo donde la fe, una y otra vez, se hace tangible. Entonces nos aferramos a la memoria y escudriñamos entre los estantes del ayer, como quien busca la receta que logró apaciguar tanto dolor y extirpar tanta desidia. Nos aferramos a la posibilidad y a lo vivido, iluminados con el ejemplo de hombres y mujeres que, con su sencillez, apostaron por la vida. Personas que, como tú y como yo, se hicieron de su presente e inconformes con su historia, decidieron reescribirla.

Mauricio Donelli (@mauriciodonelli)

El legado de José Gregorio Hernández (JGH) reaparece en nuestra realidad con una invitación clara y aparentemente muy sencilla: “Haz el bien”. Y, entonces, Venezuela se reanima, se une y camina, con el efecto movilizador que solo la fe determina: una esperanza que no se va, no se olvida. Y digo aparente porque, como sabrán ustedes, también las flores tienen espinas y la bondad hoy es un acto de valentía.

El camino de esperanza iniciado en Venezuela en el año 1949 volvería a ver la luz el pasado mes de junio de 2020, cuando el amanecer traía buenas nuevas desde de Roma:

Yo sé con cuánta ilusión esperaban desde hace muchos años el momento en que la Iglesia confirmase algo en lo que ustedes creen firmemente: el médico del pueblo está con Dios y, junto a Nuestra Señora de Coromoto, intercede por sus connacionales. (–Papa Francisco)

En un momento de dificultad, acentuado por la pandemia de la COVID-19, la solidaridad alcanza niveles históricos en nuestro país. Y comprendemos que eso de “hacer el bien” es posible. Nos comprometemos. Y con el bien, llega la noticia. Y nos embarga de nuevo el júbilo y queremos ser parte de la ceremonia, sintonizarla en la radio, compartirla con familiares y amigos a través de YouTube, Twitter, Facebook e Instagram. No cabemos en La Salle, pero nada nos impide disponer el corazón, recibir la bendición y contemplar la imagen del nuevo beato venezolano –el primer laico y varón– entre lágrimas de gratitud y profunda alegría. Y llegó la beatificación, reanimando en Venezuela la esperanza que dábamos por perdida.

Este próximo martes 29 de junio recordaremos una fecha emblemática para los venezolanos: el día en que el médico de los pobres se reunió con el Padre en el cielo, en pleno ejercicio de su profesión médica y de la caridad cristiana, desatando el fervor de los venezolanos hacia la figura de aquel hombre que había dedicado su vida a hacer el bien.

Artista Luis Enrique Mogollón

La ciudad de Caracas se volcó masivamente a sus calles para despedir al Dr. José Gregorio Hernández. Su féretro fue llevado en hombros desde el Paraninfo de la UCV hasta la Catedral de Caracas y desde allí, hasta el Cementerio General del Sur. Se dice que el pueblo quiso sentirlo hasta su última morada, la gente humilde aplaudía y entre lágrimas acompañaba el cortejo fúnebre. Por esos días, se comenzaba a escuchar entre la multitud: “el Dr. Hernández es nuestro”. Fue una manifestación de dolor y aprecio hacia un civil nunca antes vista.

A 102 años de aquel trágico acontecimiento, desde la revista SIC queremos ofrecer una mirada distinta al recordarlo como el “nacimiento de JGH en el cielo”, con un especial de publicaciones dedicadas a conmemorar la figura de nuestro JGH y el proceso de su beatificación, que lo llevó a los altares de la Iglesia católica el pasado 30 de abril.

Y es que José Gregorio “no era un hombre al que enterraban, era un ideal humano que pasaba en triunfo y en pos de su féretro todos experimentamos el deseo de ser buenos” (Rómulo Gallegos).

Que el deseo de hacer el bien siga transformando corazones.


*Internacionalista (UCV). Jefa de redacción de la Revista SIC.

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