“Lo que hicieron con el contenedor de alimentos que venía para Cáritas, fue un vulgar robo”
Ángel Oviedo L
Arturo Peraza advierte sobre la grave crisis del país y denuncia el robo que el gobierno hizo con los alimentos que enviaron desde el exterior para Cáritas. El sacerdote no cree en los CLAP y aboga por un gobierno creíble.
– ¿El trabajo cooperativo de la Compañía de Jesús?
El trabajo cooperativo que la Compañía de Jesús impulsó, todavía allí se mantiene y yo siento que sigue siendo una respuesta que el país está esperando, cómo ser un país productivo y no un mero país rentístico. Y creo que tenemos caminos y mediaciones para hacer este tipo de cosas. Y, en definitiva, cómo alimentar una esperanza a la gente.
-Ese es un tema, ¿cómo alimentar la esperanza? Yo le pregunto, ¿esa transformación que ustedes protagonizaron se ha sentido desde el punto de vista país?
Mira, tienes una cantidad de chicos formados en los sectores populares a través de las estructuras de Fe y Alegría, como también tienes gente de sectores medios que han sido formados.
– ¿En el gobierno no hay?
En el gobierno hay, sí señor. En el gobierno hay mucha gente que ha venido de la formación de Fe y Alegría.
– ¿Y se sienten?
Y se sienten, sí. Y se sienten también. Y tú puedes disentir o no con cosas que esa gente habla y hace, pero hablamos y creo que igual que en otros gobiernos, siempre ha habido gente con la cual tienes consensos y disensos. Hay que recordar que el Partido Socialcristiano Copei, muchos de ellos fueron formados por la Compañía de Jesús y en su momento la Compañía tuvo disensos importantes a través del Centro Gumilla. Estamos hablando de los años 70 y 80, con ese grupo de gente que formó la misma Compañía, y hoy en día es lo mismo.
-A nivel de Consejo de Ministros, ¿Maduro es jesuita?
No, que yo sepa no. Pero tiene formación de escuela católica.
– ¿Y tiene ministros jesuitas?
No, porque ninguno de nosotros está metido en el gobierno. Ningún cura está metido en el gobierno, a Dios gracias, ni creo que servimos para eso.
-En este momento, hablando de diálogo, parece que se esfumó con el año viejo.
Mira, yo no creo que el diálogo vaya a ser un tema fácil en Venezuela. Ni se esfumó, ni se logró lo que se necesita lograr. La verdad es que eso es un proceso. Uno esperaría que el gobierno haga buena la palabra que ha dado y no lo ha hecho. Ha hecho exactamente lo contrario, de facto. Por ejemplo, es llamativo tener que recordar cómo el gobierno ha hablado de que sí va a aceptar ayuda humanitaria y hay una Mesa que supuestamente pacta este tipo de temas y es uno de los denunciados y pocas semanas después, por no decir días, llega un container de ayuda humanitaria para Cáritas y el gobierno, con argucias legales, se los roba, porque eso fue un vulgar robo. ¿Para dónde iba eso si no para los sectores más pobres? Uno de los centros sociales que tiene la Iglesia, y es para los sectores más humildes.
– ¿Y qué pasó con ese container?
Por ahora, que yo sepa, no ha sido entregado ni nadie sabe quién tiene esas medicinas. Informará el gobierno, que es quien tiene la disposición de los mismos. Ojalá y se lo devuelvan a Cáritas, porque creo que hacen un servicio social hacia los sectores populares.
-En la mediación está el Papa, que es jesuita, o por lo menos su delegado.
El Papa está interesado. Recibió al Presidente de la República en su momento, cuando fue, rompiendo la agenda ordinaria que el Papa tiene. Eso demuestra su interés particular. Nos ha mandado muchos mensajes durante el 2016 y yo siento que el Papa está interesado personalmente. Mandó un emisario personalísimo al proceso. Yo siento que el Papa lo que quiere evitar es que esto entre en una situación de conflagración y de sangre, que en la medida en que se pueda evitar es importante, pero evidentemente eso supone que los agentes que están involucrados en el proceso tomen las decisiones que tienen que tomar. El Papa no tiene el poder, el Papa sólo puede invitar a un proceso y ser colaborador de un proceso.
-Te preguntaba por la situación social que se percibe en los barrios y con eso la pregunta: ¿Qué nos deja el 16 a esta gente y qué esperanza puede sembrarse en ese caso?
Un primer acercamiento a las situaciones que creo no poder recordar, ni siquiera leyendo. Una crisis tan dura como la de la Guerra de la Independencia, a esta fecha. La Guerra de la Independencia debió ser una experiencia terrible, también en términos de situación social, bajo la justificación de una situación de conflagraciones en búsqueda de la independencia del país. Pero esta no tiene mayor sentido, sino las meras ambiciones políticas de algunos sujetos. Y ha empobrecido realmente a toda la población. La gente está en situación de hambre, la gente no está comiendo suficientemente bien y hay situaciones de desnutrición en niños, como existe una situación que está golpeando a las personas mayores. El problema de las medicinas ya es conocido, creo que esto es una suerte de salmo responsorial, pero que cuando tiene rostro, cuando tiene cara y tiene circunstancias que se van contando, a uno le afecta mucho y le duele muchísimo. Y uno considera esta situación profundamente injusta en un país que no tiene razones para estar viviendo esta experiencia. Solamente basta recordar que cuando Rafael Caldera fue presidente, el petróleo estaba a 8 dólares. Hoy está, aproximadamente, en los 50 dólares el barril. ¿Cómo es posible que, teniendo prácticamente casi 7 veces más el valor del barril de petróleo, estemos en una situación mucho peor que la que se recibió cuando Rafael Caldera o en las crisis de Carlos Andrés Pérez, en los años 90? Yo siento que hay allí un llamado serio a resolver los problemas de la vida de la gente. Cuando la política se antepone a los intereses públicos, constituye un grave daño a toda la población y eso es lo que está ocurriendo, que grupos de intereses particulares, especialmente en el ámbito del gobierno, están impidiendo procesos que son absolutamente necesarios para atender la emergencia de la gente. Parte de eso es la ayuda humanitaria.
– ¿Qué interés tienen esas partes?
Buena pregunta. Yo la verdad es que no podría responder, no entiendo qué es lo que bloquea esos factores a aceptar un elemento tan fundamental como puede ser la ayuda humanitaria. Esto es un elemento fundamental para la gente, atender el problema alimentario, poner a nuestras empresas privadas básicas a funcionar, devolver aquellas empresas estatizadas que no están logrando una producción mínima a manos privadas que, eventualmente, puedan hacer que produzcan más. Yo creo que establecer un conjunto de regulaciones que permitan que el mercado vuelva a fluir con un mínimo de lógica y de sentido común, son medidas básicas necesarias que no están permitiendo que el país logre un mínimo de enrumbamiento necesario. Esto supone acuerdos políticos. La Constitución ha sido violada sistemáticamente en esta temporada, porque no se acata lo dispuesto en la Constitución. Por ejemplo, hoy debíamos estar hablando tú y yo de elecciones de gobernadores, y bueno, no tenemos elecciones de gobernadores. Eso es inexcusable. Inexcusable porque eso está en la Constitución, no es un problema si yo quiero, si tú quieres, el otro quiere, esas excusas no sirven. Las normas constitucionales son claras, el CNE tenía obligación. No vengan a decirnos cosas como, “ah bueno, pero es que como pidieron el Referendo Revocatorio”. Aquí se hicieron mega-elecciones. Pero junto con esas elecciones hay que decir que se necesita un respeto básico a la institucionalidad del Estado, a entender que hay distintas instituciones y que ese respeto básico es fundamental para que el Estado sea creíble. Si no se tiene un Estado creíble, difícilmente se van a tener inversiones básicas con las cuales se pueda funcionar después, para que la economía fluya.
– ¿Cómo se percibe en los barrios lo de los CLAP?
Yo tengo la percepción que ha sido profundamente ineficiente, y que lo que ha generado es mucha molestia. Una molestia mucho más agresiva, de facto.
Fuente:
http://www.quintodia.net/arturo-peraza-vivimos-la-peor-crisis-desde-la-independencia/