Honegger Molina
Uno de los hechos acontecidos recientemente y que representa un hito para la iglesia venezolana es la restauración de la Virgen de Coromoto. Conozco en persona a Nancy Jiménez, miembro del equipo restaurador, con prestigio en toda América por su cualificación en el ramo y quien aseguró un trabajo impecable. Reliquia, patrimonio del pueblo venezolano, que seguirá a salvo por muchos siglos más. La fe sencilla de la gente la venera desde hace 357 años, en Guanare, lugar de la aparición, y a donde los creyentes peregrinan al Santuario para confiarle su dolor y pedirle nuevas fuerzas para seguir luchando.
Resulta llamativo que las principales apariciones de la época Colonial sea a indígenas (nunca se aparece a obispos ni a curas), siendo que los indios en la primera época de la Conquista no eran considerados dignos de instrucción religiosa ni de sacramentos por “no tener alma”. Recordemos que los indios de Guanare ayudados por la Virgen salieron de las montañas para pedir conocimientos sobre Jesús de Nazaret, su hijo, y pedir el bautismo cristiano. Sin embargo, el cacique, al sentir que había perdido su libertad, se regresa a la selva. Pero en la madrugada de un día como hoy de 1652, aquella Bella Señora se le aparece de nuevo. El nativo le pide que lo deje tranquilo, y le dice que ya no le obedecerá. Entonces, se levanta toma el arco y la flecha para matar a la Señora, pero ésta se aproxima a él para abrazarlo. Acto seguido, al cacique se le caen las armas empuñadas. Entonces, toma por un brazo a aquella Dama para sacarla de su choza y en ese momento ocurre el milagro. Ella desaparece, dejando en la mano del Cacique su diminuta imagen.
Es una imagen que mide 2,5 cm de alto por 2 cm de ancho. Curiosamente tiene gran similitud con la Virgen del Principio. Pintura que le atribuyen al propio Evangelista Lucas, y que fue venerada en Nápoles desde el siglo IV. La interesante investigación titulada: “Extrañas Coincidencias, Similitud de la Virgen del Principio con la Virgen de Coromoto” escrita por, Medardo D´Ambrosio, en: La Voce D´Italia (27 de mayo del 2002), dejan perplejo a cualquier investigador que esté dispuesto a escudriñar las resonancias de los primeros siglos del cristianismo en suelo venezolano. En tal sentido, tenemos en Venezuela la imagen más próxima a la primera pintura de la Madre de Jesucristo con la cual se inició el culto mariano en el mundo.
En marzo de 2009 se dedica un laboratorio dentro del Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto. Equipo de trabajo compuesto por los restauradores Pablo Enrique González y Nancy Jiménez. Los hallazgos dejaron perplejos a los “incrédulos” científicos. Descubriendo, por ejemplo, que una vez analizadas las aguas empleadas en el tratamiento original, el pH resultó ser neutro. Hecho inexplicable para la ciencia. Detectaron símbolos ancestrales, que para el antropólogo Nemesio Montiel, son claramente de origen indígena. Por observación microscópica, se logró identificar en los ojos de la Virgen, de menos de 1 milímetro (aproximadamente 2 micras), la presencia del iris. Se pensaba que los ojos de la pintura eran simples puntos. Al profundizar en el estudio del ojo izquierdo, se pudo definir un ojo con las características humanas. Se observa claramente el orbe ocular, el conducto lacrimal, el iris y un pequeño punto de luz en el mismo. Maximizando el punto de luz, se pudo observar que el mismo parece formar la imagen de una figura humana con características bien específicas y naturales.
Hoy María de Coromoto nos muestra cómo vencer la violencia que nos rodea al estilo de Jesús: traten a los otros como quieren que los traten a ustedes(Mt. 7,12) Su imagen muestra alHijo Amado de Dios. Su único tesoro, como Señor de la historia que sostiene al mundo en su mano izquierda y nos bendice con la derecha. Como en las bodas de Caná nos recuerda su mandato: hagan lo que Jesús les diga (Jn. 2,5). Que María bendiga nuestra Patria y nos haga constructores de la justicia y la paz.