Por Vanessa Moreno Lozada
En menos de un mes, la violencia volvió a expresarse con toda crudeza en el estado Bolívar. El dantesco crimen cometido contra un funcionario de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y el posterior enfrentamiento que arrojó múltiples muertes demuestran que la violencia en el sur del país no cesa. El panorama para este 2019 no parece ser mejor, pese a la presencia de militares y siete cuerpos policiales en la región.
Secuestro, extorsión, robo de vehículo y mafias mineras dominan el escenario delictivo de Bolívar. Todos estos delitos están vinculados al incremento de la tasa de homicidios del estado, que en los últimos tres años se mantiene por encima de la del país.
Uno de los focos de violencia es la minería ilegal. Desde 2016, la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco comenzó a ser prioridad para el Gobierno. Este territorio se extiende desde el municipio Cedeño hasta el municipio Sifontes, pese a que en Gran Sabana también hay minas explotadas.
“Hay una relación entre el aumento de la rentabilidad de la extracción del oro y la violencia”, demostró Andrés Antillano en un estudio académico que realizó en el estado Bolívar. Esta hipótesis fue comprobada al relacionar las cifras de muertes por arma de fuego que suministra el Ministerio de Salud, entre 2001 y 2013, en los 11 municipios del estado Bolívar. Los municipios mineros son más violentos.
En total son seis jurisdicciones en las que se concentra la mayor cantidad de excavaciones de oro. Justo allí se encuentran las sedes de cuatro componentes de la Fanb: Armada, Ejército, Aviación y Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Además tienen Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), Policía del Estado Bolívar y las únicas tres policías municipales que hay en la entidad.
Dinámica de los homicidios
En 2016, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) comenzó a registrar las muertes violentas de Bolívar. Entre ese año y 2018 contabilizan “una docena de masacres vinculadas con la explotación de oro, masacres que han cobrado la vida de 107 personas”. Así lo afirmó la coordinadora del OVV para la región, María Virginia Alarcón.
“Esos grupos mantienen el control completo de la zona, señalan quién entra y quién sale (…) Las reglas las colocan ellos y deben ser acatadas. Quien se ‘come la luz’ puede hasta pagar con su vida”, informaron los trabajadores del oro al OVV.
Otro dato que causa conmoción a los académicos es que casi 80% de las víctimas de la violencia en el estado Bolívar, en los primeros 10 meses de 2018, tiene menos de 35 años de edad. De ellos, 18,8% son niños y adolescentes, con edades comprendidas entre los 0 y 18 años.
Los análisis de prensa, correspondientes al período enero-octubre de 2018, indican que en esos 10 primeros meses hubo 111 niños y adolescentes fallecidos a causa de la violencia delincuencial.
La respuesta
El resultado de la operación militar del 14 de enero es una muestra de la respuesta del Gobierno ante los índices delictivos de la zona. Ocho hombres murieron en la mina Yin Yan, ubicada en el municipio El Callao, por enfrentarse presuntamente al Ejército.
El despliegue fue motivado por la mutilación de un soldado de ese componente y la desaparición de otros dos. La letalidad policial y militar es alta en este estado.
Solo en 2017 (hasta septiembre) Efecto Cocuyo contabilizó 61 fallecidos por la violencia en los seis municipios mineros del estado Bolívar. De ese total, 40 murieron por acción de las armas de la Fanb, es decir 65,6% del total de las víctimas.
El escenario se mantuvo en 2018, cuando la tasa de muerte por resistencia a la autoridad se ubicó en 30 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según el OVV.
Fuente: Efecto Cocuyo