Por Javier Contreras
En la sede del Ministerio de Defensa, Nicolás Maduro y Vladimir Padrino López otorgaron reconocimiento a algunos miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y otros componentes de las FANB, quienes en palabras del Presidente “realizan una labor intachable”.
Dada la complejidad de la situación actual en el país, este tipo de actividades tiene que observarse con mucho cuidado, ya que más allá del hecho en sí mismo, repudiable por afrentoso, esconde un mensaje que no debe pasar por debajo de la mesa por la perversidad que entraña.
Señalar que la condecoración a efectivos militares que están envueltos en sospecha por la arbitrariedad, abuso de la fuerza y violación de los derechos humanos es repudiable, no debe sorprender a nadie. Tampoco debe sorprender a nadie el rechazo a que en este lote de homenajeados estén quienes tardaron más de cinco meses en encontrar un helicóptero siniestrado en el estado Amazonas, en circunstancias que hoy siguen rodeadas de imprecisiones y especulaciones de todo tipo.
A menos de 48 horas de haber vivido un episodio de brutalidad e irrespeto a las mínimas garantías constitucionales, cuando los habitantes del conjunto residencial conocido como “los verdes” sufrieron violencia física y sicológica, quedando a merced del ilegal accionar de los cuerpos de seguridad quienes robaron, amenazaron y mataron mascotas, llega la condecoración a estas personas cuyo único “mérito” es intimidar y agredir, sin importar las consecuencias.
Precisamente por las características conductuales y de eficiencia de los ahora exaltados, es que se habla del mensaje que acompaña la condecoración que han recibido; ese es el mensaje de la re-victimización. No hay duda del camino que ha escogido el pequeño grupo que hoy pretende mantenerse en el poder a cualquier costo: tiene la fuerza y la ejerce, si no es suficiente con los actos recurren a lo simbólico.
Los miles de venezolanos que han sido víctimas de los cuerpos de seguridad, en hechos documentados y difundidos, ahora tienen que lidiar con la burla hacia sus sentimientos, ya que los perpetradores de las atrocidades siguen actuando a sus anchas y, para completar la aberración, reciben un homenaje que los invita a seguir atropellando a la ciudadanía.
Estas son las situaciones que la fraudulenta propuesta de asamblea nacional constituyente quiere afianzar como práctica del ejercicio del poder.