Minerva Vitti
Recibimos con gran emoción la noticia de que nuestro corto animado indígena Dijaawa Wotunnöi quedó seleccionado en la muestra oficial del 13º Festival Internacional de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas/ Originarios – FICMAYAB’, que se realizará en Guatemala del 2 al 17 de octubre de 2018.
El FICMAYAB´ es un espacio diverso de exhibición cinematográfica de temática indígena en sus diferentes géneros (documental, ficción, animación, experimental, etc.) pero, sobre todo, es un espacio de participación y aprendizaje sobre la identidad cultural, las luchas por la defensa de la Madre Tierra, la memoria y los retos de la comunicación de los pueblos indígenas/ originarios.
Dijaawa Wotunnöi es un mito ancestral y propiedad intelectual del pueblo indígena Ye´kwana que fue recopilado y escrito por Saúl Kuyujani López, en Santa María de Erebato, Alto Caura, estado Bolívar, Venezuela. El mito cuenta la historia de un hombre yekuana que es sorprendido por un espíritu enviado por las fuerzas del mal, el cual lo llevará a enfrentar una serie de obstáculos que pondrán a prueba su inteligencia y su valentía. A partir de este encuentro, su vida cambiará para siempre pues entrará en contacto con las fuerzas de la naturaleza, haciendo posible el mestizaje con los murciélagos.
El corto animado es una producción de Estudio Creativo Creaser, con el apoyo de la Organización Indígena de la Cuenca del Caura Kuyujani y el Humboldt Forum. La primera proyección la realizamos en el Humboldt Forum en Berlín, Alemania, en julio de 2017.
Para nosotros, Dijaawa Wotunnöi fue un proceso interesante de trabajo intercultural-bilingüe, ya que pudimos unir distintos conocimientos y experticias para darle una salida audiovisual a un mito que ha permanecido por miles de años en la historia del pueblo yekuana, localizado entre los estados Amazonas y Bolívar, en Venezuela, y que según el censo 2011 está integrado por 7997 habitantes.
La idea del corto animado fue concebida junto a Saúl el último trimestre de 2016, pero no fue sino hasta los primeros meses de 2017 que pudimos materializarla, en un proceso que nos tomó aproximadamente cuatro meses, y trajo consigo una investigación de campo en Kuyuwi (Las Pavas), comunidad yekuana ubicada en el Medio Caura, justo al lado del Salto Pará, la segunda catarata más grande del mundo y la más grande de América. En este lugar conversamos con Cayetano Pérez, cacique general de los pueblos yekuana y sanema, quien nos permitió integrar detalles de esta historia que forma parte de una más amplia, como la mayoría de las narraciones de los pueblos indígenas. También pudimos compartir con el pueblo yekuana en una de sus asambleas y adentrarnos un poco más en su forma de vida, tan amenazada por los conflictos socio-ambientales actuales y el modelo de desarrollo imperante.
La oralidad ancestral y lo audiovisual
Durante mucho tiempo los niños del pueblo indígena yekuana escuchaban las historias directamente de sus abuelos, quienes se levantaban en las madrugadas y comenzaban a contar. Esta práctica se extiende a muchos pueblos indígenas, de hecho una vez le preguntaron a un anciano warao, etnia ubicada principalmente en el delta del Orinoco, que por qué se levantaba a las tres de la mañana para contar historias mientras todos dormían y este respondió: “Para que los que duermen aprendan”. Muchos años han pasado y algunas cosas han cambiado. Ya muchos niños indígenas no se sienten tan atraídos a aprender estas historias. Pero aún podemos darle un buen uso a las nuevas tecnologías para revitalizar las culturas originarias que se resisten a desaparecer. La adaptación intercultural del cuento yekuana Dijaawa Wotunnoi a Corto Animado es uno de los proyectos que responde, principalmente, a la preservación de la oralidad yekuana a través del formato audiovisual.
Saúl Kuyujani López, yekuana y comunicador indígena, ha sido un compañero clave para la realización de este proyecto. Él recopiló esta historia ancestral entrevistando a los ancianos Federico López, Francisco Martínez, Ramón Rodríguez, y Cayetano Pérez, de la comunidad de Santa María de Erebato. Para Saúl la Etnocomunicación es la mejor forma de asumir la cultura a la que pertenece, por eso también ha realizado talleres de formación en tecnologías de la información y comunicación en diferentes comunidades indígenas. De hecho, este año Saúl pudo llevar el corto animado a varias comunidades de la cuenca del río Caura.
En el bajo Caura hay cuatro escuelas ubicadas en Ninchare, Surapire, La Poncha y Colonial. Para 2016 la matrícula era de 180 niños, pero desde el 2004 los estudiantes han dejado de asistir a clases por la migración y la minería. Los maestros yekuana explican que algunos padres se llevan a sus hijos a las ciudades para que aprendan bien el español y que no ven la importancia de su idioma. Según el Atlas interactivo de la UNESCO de las lenguas del mundo en peligro, el yekuana se encuentra en la clasificación vulnerable.
Por todo lo anterior, el corto animado se presenta como una oportunidad para preservar esta historia ancestral en idioma originario, ya que al morir un idioma indígena, muere todo un legado cultural.
Cine participativo
“Creamos comunicación colaborativa, entendiendo el acto de comunicar desde el aprendizaje común y colectivo, desde una pedagogía para la liberación tal como se expresa en sus fundamentos de acuerdo a Paulo Freire, donde ‘nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, las personas se educan entre sí con la mediación del mundo’. Por lo que la creación y cultura cinematográfica y audiovisual consideramos que si puede generarse a partir de un proceso dialógico y participativo”, dice nuestra compañera Hadit Montero, coordinadora general de Creaser.
En este sentido, Creaser ha logrado llevar a la práctica la comunicación popular a través del cine comunitario, y consideramos que la alfabetización audiovisual es una necesidad elemental en los tiempos actuales, donde se hace esencial entender el discurso narrativo de los medios de comunicación desde un punto de vista crítico y reflexivo.
Hadit insiste en que el cine comunitario no debe ser precario, sino más bien realzar al máximo la belleza tanto estética como de contenido presente en la vasta diversidad de saberes y quehaceres de los pueblos. “Para nosotros representa un desafío la realización audiovisual y cinematográfica dado que nos enfrentamos a una gran industria que homogeneiza la visión extensa y variada de las comunidades, no obstante, asumimos el desafío puesto que en la trayectoria que llevamos cada vez más nos percatamos de la importancia de ser parte de un universo de voces, rostros, historias y sueños posibles que pueden recibir mediante la creación audiovisual y cinematográfica, el lugar digno que merecen, por su valor y enseñanza para todos los pueblos del mundo”.
En el cine comunitario el proceso de “mirar y explorar” la realidad no se hace desde la visión del técnico/experto, sino que promueve formas de organización y de diálogo para que los grupos organizados y la comunidad en general participen activamente en cualquiera de las fases de construcción del documental: investigación, construcción del guión, rodaje, montaje, postproducción, difusión.
Y como Creaser nace precisamente en el contexto andino venezolano, su fundación fue en 2010 en el estado Mérida, en el equipo hemos apostado por reconstruir la historia ancestral de esta región del país. Es el caso del corto documental Mucunután, caminando el origen, que rescata la voz nativa de gente sencilla, descendientes de abuelos y abuelas que vivieron en consonancia con la tierra; y al mismo tiempo reconstruye la historia de Mucunután, un pueblo andino venezolano.
Con este corto documental Creaser busca potenciar la variedad de matices que sujetan la herencia de quienes, en momentos de pobreza, supieron vencer las dificultades con prácticas autogestionarias y solidarias.
Caminando el origen
La interculturalidad es un eje transversal en las producciones que realizamos en el Estudio Creativo Creaser, ya que consideramos que el cine y lo audiovisual son herramientas claves para la transformación social. Insistimos en que reivindicar las múltiples raíces de nuestros pueblos es una gran responsabilidad, para generar memoria histórica y construir ese mundo posible que deseamos, donde toda forma y expresión cultural sea comprendida y respetada.
El objetivo transversal de todos nuestros trabajos es visibilizar el acervo patrimonial, saberes y prácticas que contribuyan con la edificación de una cultura de paz, vida y justicia social.
Por eso nos sentimos contentos de poder contribuir en el conocimiento de las historias ancestrales de nuestros hermanos y hermanas indígenas a través del audiovisual. El sueño es poder llevar Dijaawa Wotunnöi a más comunidades y estrenarlo en nuestro país.