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Edificio Centro Valores, local 2, Esquina de la Luneta, Caracas, Venezuela.

Último adios al Hermano Ginés – Perfil

El 7 de Julio de 2011 en la ciudad de Caracas ha fallecido Pablo Mandazen Soto, mejor conocido como Hermano Ginés, fundador y Presidente Honorario de Fundación La Salle de Ciencias Naturales, tenía 99 años. Nada de lo que se escriba sobre el Hno. Ginés podrá plasmar con exactitud la extraordinaria labor que este Hermano de La Salle realizó en favor del país en el campo de la educación, la conservación de nuestras riquezas naturales, y la investigación y divulgación del conocimiento científico, obra que llevó a cabo a través de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle y de Fundación La Salle de Ciencias Naturales, instituciones que han representado todo un quehacer filosófico, pedagógico, investigativo y sociológico dentro del marco de las Ciencias Naturales en Venezuela, y que él siempre puso al servicio del país, especialmente, entre las poblaciones marginales y rurales de menores recursos económicos de la Nación.

Nació en Aribe, Aezkoa, Provincia de Navarra, España, el 26 de junio de 1912. Pero Dios dispuso que Pablo no viviera en su terruño natal, pues al día siguiente de nacer, su madre Doña Juanita Soto de Mandazen que había estado muy delicada de salud, empeoró, y Pablo, con un día de vida fue trasladado junto con su madre a la pequeña aldea de Garralda, enclavada en las cercanías de los Pirineos navarros. Su primera maestra fue su madre, quien le enseñó a leer las letras y a garrapatearlas como él mismo decía. Realizó sus estudios primarios en el colegio Aróstegi, en Garralda-Aezkoa, donde se inició en los números, en gramática, en historia y en ciencias. Desde muy temprana edad se inclinó hacia las ciencias naturales, a buscar la relación que existía entre el ambiente y los seres vivos, entre la vida y la naturaleza, entre el hombre que maneja sabiamente su entorno para crearse un futuro mejor.

Su formación como Hermano de La Salle la llevó a cabo en Premiá de Mar, cerca de Barcelona, España. En 1930 recibió su diploma como maestro, y emitió sus votos eligiendo el nombre de Hno. Ginés. En 1931, obtiene su Brevé Superieur y cuatro años después culmina sus estudios de Religión Dogma-moral-culto-historia de la Iglesia, en Lembecque-Le hal, Bélgica. Su título de bachiller lo logra en el Colegio Biffi de Barranquilla, en Colombia, en 1936.

En 1939 llegó a Venezuela para ejercer el magisterio, como profesor del colegio La Salle ubicado en la esquina caraqueña de Tienda Honda, donde aún permanece. Emprendió entonces la tarea de orientar a la juventud y canalizar sus esfuerzos hacia la educación y formación humana, utilizando como eje y centro confluente, las Ciencias Naturales, para lograr redimir al hombre de la pobreza y conciliarlo consigo mismo, con su prójimo. Solía insistir: “nadie se salva solo…”

Formalizó su sueño convertido en meta de vida con la creación de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, el 13 de marzo de 1940. Diez años después recibe su licenciatura en Ciencias Naturales en la Universidad Central de Venezuela. En esta misma casa de estudios hace su posgrado en Zoología y se gradúa de Doctor en Ciencias, en 1952.

Siete años más tarde, el 5 de diciembre de 1957, al cumplirse con éxito la mayoría de edad de la Sociedad y a consecuencia de su impulso multiplicador, creó, junto con otros Hermanos de La Salle y un numeroso grupo de los exalumnos del Colegio La Salle Tienda Honda, la Fundación La Salle de Ciencias Naturales. En el Campus Caracas, sede principal de la institución que, aunque legalmente independientes, han coincidido en un esfuerzo sostenido en el largo devenir de las ciencias en Venezuela. Allí está ubicado el Museo de Historia Natural La Salle (MHNLS) y el proyecto del Museo del Hombre Venezolano y su Ambiente.

Bajo la figura de Campus comenzó a crear Estaciones de Investigación dirigidas por acreditados especialistas cuyo objetivo era evaluar la diversidad biológica de la región, identificar oportunidades para el desarrollo local de cada región del país y buscar soluciones sostenibles y viables en cada una de ellas. Asociadas a éstas abrió institutos tecnológicos universitarios los cuales han sido nutridos por los resultados científicos de cada Estación. Siempre insistió que el científico debía cumplir una función de magisterio, llevando sus conquistas hacia el mejoramiento del nivel de vida de la colectividad. Guiado por una filosofía de formación integral del ser humano, Ginés logró que Fundación La Salle a través de sus Modos de Acción: Educación, Investigación y Extensión y Producción, fuera orientada por el Servicio de Orientaciòn Integral, unidad que ha promovido que los miembros de Fundación La Salle se desarrollen y vivan la filosofía de la institución en su quehacer diario. Entre sus objetivos siempre tuvo presente que cada actividad que se realizara desde la Fundación tomara en cuenta el equilibrio entre los tres ejes fundamentales que rodean al hombre: el eje telúrico (terrenal o corpóreo), el eje cósmico o espiritual y el eje cultural-social.

Bajo estas premisas, en 1960, Ginés inauguró el Campus Margarita en Punta de Piedras, Estado Nueva Esparta, donde comenzó a funcionar la Estación de Investigaciones Marinas (EDIMAR). Ocho años más tarde, abrió sus puertas el Liceo Náutico Pesquero “Ramón Reyes Espinoza” con una oferta académica en el área agropecuaria de las menciones: Técnicas de Alimentos, y Zootecnia Marina; en el área industrial: Refrigeración y Aire Acondicionado, y Ciencias Náuticas; en el área de comercio y servicios administrativos: Contabilidad. Posteriormente, en 1977, el Instituto Universitario de Tecnología Marina (IUTEMAR), donde comenzaron a dictarse las carreras: Mecánica Naval, Navegación y Pesca, Acuicultura y Oceanografía, Tecnología de Alimentos, Administración de Empresas, y Contabilidad y Finanzas; carreras éstas que han llegado a culminar 4.007 estudiantes. Esta Estación se encargó de la evaluación de los recursos del mar, con el objeto de encauzar su utilización racional y la aplicación de los métodos de pesca para que éstos sirvieran de provecho a la colectividad nacional. En aquella oportunidad Ginés, comentó: “Me hicieron concebir la idea de crear un centro de estudio en el corazón mismo de nuestra población pesquera, tan urgida de una eficiente atención a sus problemas, no sólo para tener vivencia de los mismos, sino para aunar esfuerzos con el pescador en la tarea de su superación, mediante el aporte de datos científicos y técnicos que un centro de esta naturaleza está obligado a rendir”.

Un año más tarde, en 1961, creó el Instituto Caribe de Antropología y Sociología, en el Campus Caracas, al cual le pautó como meta conducir no sólo estudios antropológicos entre los indígenas del país sino también investigar en otras áreas de las ciencias sociales, entre las poblaciones rurales multiculturales de Venezuela. Ginés consideró necesario que la Fundación La Salle dispusiera de un Instituto que le permitiera realizar estudios objetivos de la realidad social venezolana, en aras de contribuir a la búsqueda de soluciones y al rescate de los valores culturales tanto de indígenas como de criollos.

En este sentido, Ginés, junto a su equipo de científicos, había hecho contacto por primera vez con el pueblo Warao, en el año 1952. Desde entonces, el estudio antropológico de sus costumbres al igual que de sus manifestaciones religiosas y folclóricas, han venido siendo minuciosamente identificadas, descritas y analizadas por diversos investigadores del ICAS.

Pero Ginés no se detuvo allí, en 1968, asentó la plataforma del Campus Guayana en San Félix, Estado Bolívar, con la Escuela Técnica Industrial (ETI), seis años después (1974) creó la Estación de Investigaciones Hidrobiológicas de Guayana (EDIHG), y a finales de 1986 el Instituto Universitario de Tecnología del Mar, Extensión Guayana, conocido como IUTEIN, cuyos objetivos fueron la prolongación y complementación de la educación técnica, ofreciendo las carreras de: Electricidad, Mecánica, Metalurgia, Seguridad Industrial, Administración de Empresas y Contabilidad y Finanzas, con un número de graduandos de 7.357 para el día de hoy. Debía funcionar no sólo en el ámbito tecnológico, sino también relacionado a la ciencia aplicada, pues vincularía su acción con la de la Estación. Estaba convencido que los numerosos ríos de Venezuela encerraban una riqueza biológica de gran valor desde el punto de vista del potencial alimenticio para la población y, en este sentido, codo a codo con los científicos que lo acompañaban logró adelantar exitosos programas de cultivo piscícola, en agua dulce para la explotación racional del recurso como fuente de proteínas a bajo costo.

El año 1974 fue para Ginés un año definitivamente pautado para un gran desarrollo. Logró la creación del Campus Cojedes, en San Carlos, llenando de esta manera las expectativas que se tenían de un trabajo fructífero en favor de las clases menos favorecidas de la población Cojedeña y cumpliendo así con su meta primordial, es decir, promover la incorporación de la juventud de Cojedes, especialmente la rural, a las actividades agropecuarias y conexas, mediante su formación integral y su activa participación en la creación y desarrollo de empresas propias, rentables y vinculadas a la vez al mejoramiento de sus comunidades. Para lograr su objetivo, el Hno. Ginés creó ese mismo año la Unidad Educativa Técnico Agropecuario “Luis Tovar” en donde se han formado —- Técnicos Medios en agropecuaria, mención Ciencias Agrícolas. Asimismo, creó la Estación de Investigaciones Agropecuarias de Cojedes (EDIAGRO) que comprendía tres estaciones: la Estación de Investigaciones Agropecuarias; la Estación Limnológica; y la Estación de Piscicultura.

Un nuevo desafío al que se enfrentó Ginés en 1981, fue cuando recibió de manos del Presbítero Nicolás Espinoza la “Aldea de los Muchachos”, con el fin de que continuara su obra en pro de la población campesina desperdigada en las montañas del Estado Trujillo, pues éste sería el origen del Campus Boconó, en el estado Trujillo.

En 1982, el gobierno nacional contactó a Ginés para proponerle que se hiciera cargo de otro centro educativo. Esta vez se trató de la Escuela Granja Básica “Fray Pedro José de Villanueva”, en el Baúl, estado Cojedes. Un nuevo reto que pasó a depender del Campus Cojedes y estaría destinado a desarrollar tareas que condujeran a mejorar el nivel de vida de los sectores campesino de ese estado llanero. Desde entonces, la Escuela Granja de El Baúl, comenzó a crecer en forma acelerada bajo la égida conductora y formativa de Ginés, egresando este año 2011 la Primeras Promoción de Técnicos Medios en agropecuaria, mención Ciencias agrícolas.

Para Ginés, el desarrollo regional era lo único que podía constituir un freno eficaz y general para el éxodo de quienes, carentes de posibilidades, se veían obligados a emigrar a otras regiones. De ahí que le resultara de primordial importancia que a la creación de cada Escuela Técnica le siguiese su correspondiente Instituto Universitario de Tecnología, en la búsqueda de una escala completa de orden formativo y de capacitación. Él tenía como objetivo el brindar asistencia técnica y capacitación integral a los campesinos, pequeños y medianos productores; así como también apoyar las actividades de investigación que realizara Fundación La Salle en función de dar respuestas o proponer soluciones a los problemas que presentara cada región de nuestro país, considerando el contexto socio-económico y cultural.

Comenzando el año 1984, exactamente el 31 de enero, Ginés ve hacerse realidad la apertura del Instituto Universitario de Tecnología del Mar, extensión Cojedes (IUTEAGRO), donde se impartirían las carreras de: Fitotecnia, Zootecnia y Administración de Empresas, de las cuales se han graduado un total de 2.981 profesionales.

En octubre de 1994, la antigua “Aldea de los Muchachos” que para entonces contaba con su Escuela Técnica Agropecuaria, la convirtió Ginés en el Campus Boconó, donde comenzó a funcionar la Estación Andina de Investigaciones Ecológicas (EAIE) y un año más tarde declaró inaugurado el Instituto Universitario Tecnológico del Mar, Extensión Boconó, conocido como IUTAB, donde se han impartido las carreras de Zootecnia, Fitotecnia, Administración de Empresas y Contabilidad y Finanzas, con un resultado de 1.417 Técnicos Medios graduados. De esta manera el joven de la región ha tenido una alternativa educativa diferente, porque se le ha formado para la vida, para enfrentar retos y para el arraigo a su tierra, a su cultura.

En junio de 1998, Ginés, conjuntamente con su equipo del ICAS y personal de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita (EDIMAR), dio inicio al Programa Warao Punta Pescador, en delta del río Orinoco, Estado Delta Amacuro. Desde entonces, este Programa, tomando en cuenta la cosmovisión de la etnia, ha contemplado tres aspectos básicos: Alfabetización y Educación Intercultural Bilingüe; Salud Preventiva para unos 850 pobladores del área; y Mejora de Ingresos en las comunidades de Macareo, Mariusa y Cocuina a través de planes de crédito para los pescadores Warao. Este proyecto llevado entre una etnia indígena nacional, ha venido dando respuestas a las necesidades primarias de un grupo de venezolanos tradicionalmente desasistidos, y lo ha llevado a cabo bajo la óptica institucional a través de sus investigadores, quienes durante más de tres décadas han estado entre el pueblo Warao conociendo a fondo no sólo su cultura sino también su problemática.

El leit motiv de la intensa actividad de Ginés fue siempre el ser humano, especialmente los jóvenes, aquellos que alejados de los centros urbanos no tenían la posibilidad de prepararse para enfrentar la vida con dignidad. Detrás de esa particular perspectiva se encuentra una exitosa estrategia para el arraigo de la gente a sus regiones, a su geografía y su cultura, creando condiciones para una vida digna, sobre la base del aprovechamiento de los recursos naturales que su entorno les brinda. Impulsado por esta razón, inauguró en 1999, el Instituto Universitario de Tecnología del Mar, Extensión Tumeremo, ubicado en pleno corazón de la región agro-minero-forestal del Estado Bolívar, donde 16 años antes (1986) había colocado la primera piedra de este complejo que él llamó para entonces Campus Fronterizo. De esta manera, asumía Fundación La Salle de Ciencias Naturales, el desafió de contribuir al fortalecimiento de la soberanía venezolana, reafirmando cultural y espiritualmente la presencia de la Venezuela científica en los confines del país. Como es bien sabido, los institutos de educación tecnológica de los diferentes Campus o Sub-Campus que forman parte de la Institución fundamentan su ubicación y carreras tomando en consideración la región y la pertinencia académica. Allí, en el Campus Tumeremo, se comenzó a dictar la carrera de Minería y, poco tiempo después, Ginés logró que se impartieran las carreras de Electricidad, Seguridad Industrial y Contabilidad y Finanzas, profesiones éstas que demandaban muchas empresas enraizadas en la zona, y donde actualmente los 745 egresados de Fundación La Salle-Tumeremo son llamados a formar parte de su plantilla de trabajadores.

El 30 de abril de 2004, luego de liderar un proceso de cambio de estatutos y elegidas las nuevas autoridades, el Hno, Ginés deja la Presidencia y Asume la Presidencia Honoraria de Fundación La Salle.

A través de su larga y fructífera vida fue honrado con seis Doctorados Honoris Causa: en 1987, le otorgaron el Doctorado en Filosofía y Ciencias Naturales, por la International University Foundation Marquis Giuseppe Scicluna, universidad afiliada a la Fundación Internacional Academy Albert Einstein, de la República de Malta. En 1990, Doctor en Educación, otorgado por la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas. En 1993, Doctor en Humanidades, otorgado por la Universidad La Salle de Philadelphia, Estados Unidos. En 1996, Doctor en Educación, otorgado por la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, Caracas. En 1997, Doctor en Ciencias, otorgado por la University Saint Mary’s of Minnesota, Estados Unidos. En 1998, Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Caracas.

Hoy, para el momento de su despedida, Ginés lega a Venezuela una institución establecida en Caracas y en 8 estados del país, a través de 5 campus y 3 sub-campus que cuentan con 60 profesionales y técnicos dedicados a la investigación básica y aplicada y 790 profesores, los cuales atienden un total de 9.493 estudiantes, repartidos en 2 Institutos Universitarios de Tecnología: el IUTEMAR en la Isla de Margarita con sus 4 extensiones ubicadas en Boconó, San Carlos, San Félix y Tumeremo, y el IUTAMA en Puerto Ayacucho; 5 escuelas técnicas ubicadas en Margarita, San Félix, San Carlos, Boconó y El Baúl, además del Centro de Formación de Recursos Humanos “San Juan Bautista de la Salle”, en Ocumare del Tuy. Ginés también dejó 63 publicaciones especializadas producto de sus investigaciones en las áreas de las ciencias naturales, ecología y desarrollo sostenible.

Durante su vida dedicada al Hombre y a las Ciencias Naturales, el Hno. Ginés fue miembro de unas 20 sociedades científicas en todo el orbe; fue honrado con 60 condecoraciones y reconocimientos nacionales y extranjeros, entre ellas: Orden Andrés Bello, Primera Clase, en 1973; Orden Diego de Losada, Primera Clase, en 1978; Orden Libertador en su grado Gran Oficial y la Orden Libertador (Primera Clase) grado Gran Cordón, ambas en 1995.

Recibió múltiples premios nacionales e internacionales, entre algunos: el Premio Nacional de Enseñanza de la Ciencia “Olinto Camacho” (CENAMEC), en 1992; Premio a la “Conservación de la Naturaleza (Ecodesarrollo) en Iberoamérica”, de la Universidad Hispanoamericana Santa María de La Rábida, España; Premio “Vasco Universal”, en el año 2000, España; Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, Ministerio de Ciencia y Tecnología, Venezuela, en el 2001; Premio “International Scientist of the Year 2001”, del International Biographical Centre, en Cambridge, Inglaterra.

Hoy no nos despedimos de él. Él siempre estará presente a través de su sólido legado y en la huella indeleble que ha dejado en el campo de la ciencia, la educación y la cultura venezolana. Él no nos dice adiós, nos invita a continuar su obra y su compromiso con la filosofía humanista de San Juan Bautista de La Salle, e ir más allá a extender horizontes donde los hombres y las mujeres puedan encontrarse a sí mismos y vivir en paz con su prójimo y la naturaleza. Repetimos con él su sempiterno lema: a Dios a través de la naturaleza y con trabajo todo se logra.

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