Marco A. Gandásegui h
La ciudad de Panamá fue recientemente sede de un encuentro internacional de organizaciones que promueven la transparencia en las actividades gubernamentales y empresariales. El cónclave presentó recomendaciones y realizó varios pronunciamientos sobre la conducta poco transparente de políticos y empresarios. En el fondo, fue un gran evento de simulación. No se tocaron los problemas de fondo como son la corrupción y la manipulación -por parte de las trasnacionales- de las leyes y reglamentos de todos los países, del centro (‘desarrollados’) o de la periferia (‘subdesarrollados’).
En el caso de Panamá, el anfitrión de la conferencia, los expertos se olvidaron de examinar las trasnacionales que operan en el país sin pagar impuestos con el beneplácito del gobierno: Panamá Ports, Minera Panamá y muchas otras. Los conferencistas si examinaron el caso de Mossack y Fonseca que presta servicios a quienes quieren abrir empresas encubiertas (Shell companies) en los paraísos fiscales de EEUU.
La evasión impositiva por parte de las empresas transnacionales es una causa importante de inequidad y pobreza. El caso de Apple en Irlanda es un buen ejemplo. Según la economista Claudine Gaidoni, las empresas transnacionales violan los derechos humanos al utilizar mecanismos de evasión fiscal.
“El reciente caso Apple, en el que la Comisión Europea (CE) ordenó a las autoridades fiscales irlandesas recuperar 14,500 millones de dólares de Apple, en concepto de impuestos impagos, ha dirigido otra vez la atención hacia el fenómeno de la evasión fiscal por parte de las empresas transnacionales. En 2014 Apple pagó el 0,005 % en concepto de impuesto corporativo sobre los beneficios registrados en Irlanda”.
En 2014 las autoridades fiscales de Luxemburgo aprobaron resoluciones especiales a las empresas transnacionales que les permite pagar menos impuestos en ese país. Algo similar ocurre con Starbucks en Holanda. En 2016, Bélgica les otorgó ventajas impositivas selectivas a por lo menos 35 empresas transnacionales.
En el caso de Irlanda, el gobierno de EEUU se puso del lado de Apple en contra de sus propios intereses. Al mismo tiempo, un “ejército de abogados y contadores se ha ocupado de crear agujeros en los códigos impositivos de todos los países donde operan esas empresas”. La Unión Europea estima que la evasión impositiva por parte de las empresas le cuesta entre 75,000 y 100.000 millones de dólares por año en impuestos perdidos. Según Oxfam EEUU, la evasión fiscal de las empresas transnacionales le cuesta a EEUU aproximadamente 150,000 millones de dólares por año, mientras que los países en desarrollo pierden 140,000 millones de dólares por año en concepto de impuestos que no se pagan.
En su libro The Hidden Wealth of Nations [La riqueza oculta de las naciones], el economista francés Gabriel Zucman señala que “el 55 por ciento del total de las ganancias de las empresas norteamericanas está hoy en paraísos fiscales”. El estudio Offshore Shell Games 2016, informa que las empresas del ranking Fortune 500 tienen en cuentas offshore casi 2,5 millones de millones de dólares en ganancias acumuladas.
“La existencia de reglas fiscales poco claras y una extrema concentración de la riqueza en oscuros paraísos fiscales, explica Gaidoni, implican que los ciudadanos de todo el mundo son privados de sus derechos económicos, sociales y culturales. Además, de sus derechos civiles y políticos, así como del derecho de ser informados y a participar en las decisiones políticas”.
Si las empresas transnacionales de origen norteamericano registran sus beneficios en varios paraísos fiscales, lo hacen para evitar pagar impuestos en EEUU. El estudio Offshore Shell Games 2016 revela que Apple registró 214.900 millones de dólares en cuentas offshore, de los cuales 65.400 millones eran impuestos al fisco de EEUU. ¿Por qué EEUU no toma medidas para combatir esto? Tiene los medios para hacer que las transnacionales paguen sus impuestos. ¿Por qué no lo hace?
Ecuador propuso crear un organismo intergubernamental en las Naciones Unidas para evitar los paraísos fiscales y para adoptar un instrumento vinculante para tratar con las empresas transnacionales que han violado derechos humanos. Según Gaidoni, “la conexión debería ser clara: Las empresas transnacionales pueden violar los derechos humanos de muchas maneras y la evasión fiscal es una de ellas”. Lastimosamente, los expertos de transparencia reunidos en Panamá no tocaron estos temas de fondo.
Cuando se habla de transparencia en estas conferencias, tanto las transnacionales que operan en la región como los paraísos fiscales en EEUU son intocables.
Notas:
Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)
www.marcoagandasegui14.blogspot.com
www.salacela.net
Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/182231