cpalsocial.- La ola de suicidios y de automutilaciones entre indígenas fueron llevados a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. La tendencia afecta a todas las regiones del mundo y en especial al Ártico, las Américas y el Pacífico. Entre las causas de esos actos extremos estarían: la crisis generada por el alejamiento de las raíces culturales, los conflictos por la tierra y la negación de los derechos humanos a los indígenas. La ONU recomienda una serie de acciones a los países para abordar la cuestión.
En la apertura del Forum Permanente de la ONU sobre Asuntos Indígenas, realizado recientemente, el vicesecretario general de la organización, Jan Eliasson, afirmó que 2015 representa un año fundamental para la seguridad y la prosperidad de los pueblos indígenas en el mundo. ”Ahora es el momento de que los pueblos indígenas estén a la vanguardia de una agenda transformadora, que no deje a nadie atrás”.
En entrevista con Adital, Cleber Buzatto, secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Misionero (Cimi), hace una evaluación positiva del Forum. Según él, que estuvo presente en el evento, los líderes tuvieron la oportunidad de exponer sus demandas, lo cual dio como resultado una serie de articulaciones entre las organizaciones.
Buzatto cita que los suicidios indígenas están por encima de los promedios nacionales y son una cuestión preocupante.”Están asociados a una condición de vulnerabilidad social y cultural”, explica, y destaca que situaciones como la alta densidad poblacional, los conflictos por la tierra y el aislamiento de algunas comunidades, como es el caso de la tribu Guaraní-Kaiowá, en el Estado de Mato Grosso do Sul, Brasil, potencian el suicidio.
De acuerdo con el secretario, Brasil vive una situación emblemática en los últimos cuatro años en relación con los derechos territoriales indígenas. ”Está produciéndose una reinterpretación restrictiva de las tierras tradicionalmente ocupadas por los indígenas”, denuncia. Para él, los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) han promovido”ataques”, mediante instrumentos administrativos, movidos por intereses económicos que quieren las tierras indígenas. La PEC [Propuesta de Enmienda Constitucional] 215 sería un ejemplo. Esta Propuesta intenta transferir del Ejecutivo al Legislativo la prerrogativa constitucional de autorizar la demarcación de tierras indígenas.
El suicidio es multifactorial
Las causas de los suicidios y de la autoflagelación están directamente relacionadas con cuestiones históricas enfrentadas por los indígenas, como la expropiación de sus tierras y recursos y la negación de sus derechos humanos. Los sociólogos afirman que hay una pérdida del ”vínculo sagrado con la tierra”, generando la falta de un ”lugar de pertenencia”.
Todo esto, combinado con la reducción de la autentificación y el alejamiento de sus raíces culturales y de sus modos de vida, prueba del aislamiento sociocultural.
Es como si el indígena estuviera en un ”no lugar”, negociando entre culturas y con la sociedad de su entorno. Los estudiosos señalan una crisis en la elección entre la tradición y la modernidad. Algunos indios acaban huyendo de sus tribus hacia las periferias de las ciudades. Enfrentan el alcoholismo, la pobreza, la violencia y la discriminación por ser indígenas.
La falta de oportunidades de trabajo y de representación en la política, así como de reconocimiento de la importancia de los pueblos indígenas, genera también altos niveles de pobreza e interfieren en la estructura social indígena. Las luchas por el territorio y los intereses económicos de propietarios rurales son frecuentes. Hay relatos de persecución, torturas, incendio de aldeas. En ese contexto, la falta de esperanza y de perspectiva ha llevado a jóvenes indígenas a cometer suicidio.
Entre los métodos más utilizados para el suicidio están el ahorcamiento y el envenenamiento. En enero de 2015, la TV ONU produjo un documental que aborda el drama que viven los jóvenes indígenas brasileros. Vea al video (En la parte superior de la noticia).
Recomendaciones
El Forum Permanente de la ONU exhorta a todos los Estados a elaborar programas nacionales para estudiar, investigar y prevenir el comportamiento suicida y la autoflagelación entre niños y jóvenes indígenas. Pide a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que elabore una estrategia de combate al suicidio indígena a nivel mundial.
Según el Forum, los Estados deben mejorar la recolección de datos y recursos para desarrollar programas de concientización sobre la salud mental indígena.
Recomienda también que la comunidad internacional trabaje activamente con los indígenas en la formulación de indicadores claves, relativos a los derechos sobre la tierra y recursos naturales, al empoderamiento de las mujeres indígenas, al acceso a la justicia y a medidas especiales relativas a la salud, educación y al desarrollo socioeconómico indígena.
Entre las causas de suicidio indígena están la pérdida de ”vínculo con la tierra” y el sentimiento de no pertenencia, que provocan aislamiento sociocultural.
Estudio
De acuerdo con el informe ”Suicidio adolescente entre pueblos indígenas”, de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), el suicidio de jóvenes indígenas lidera las tasas entre los diferentes grupos poblacionales latinoamericanos. Los mayores índices se registran entre los jóvenes de 15 a 24 años de edad. El estudio, publicado en 2014, analizó el suicidio entre los indígenas de Colombia, Perú y Brasil, especialmente entre las tribus Embera, Awajún y Guaraní, respectivamente.
La investigación revela que en Brasil se calcula que el 38% de la población indígena vive en la extrema pobreza, en contraste con el 15,5% de la población total; la tasa de mortalidad infantil, en 2000, era de 51,4 por cada mil habitantes, en relación con el promedio nacional, que era de 30,1 por mil.
En Perú, los indios son afectados por la expansión de la cultura de la coca, por la política de concesiones petroleras y forestales y por las actividades de empresas mineras. Según el informe, existen concesiones petroleras de más de 50 millones de hectáreas, que cubren el 72% de la Amazonia peruana, que ya está loteada en su totalidad. Las cifras para las concesiones a empresas mineras y madereras superan los 2 millones y 15 millones de hectáreas, respectivamente, y el total de las tierras deforestadas ya supera los 10 millones.