Luis Díaz
En este momento no hay medicamentos antimaláricos en el estado Sucre. Situación generada por una mala estrategia implementada por las autoridades ministeriales de Salud Ambiental, quienes estuvieron en el estado durante 10 días y solo dejaron confusión tanto en pacientes como en los funcionarios de salud relacionados con esta patología. Sendas colas de pacientes molestos se observaban hoy en la sede principal de Malariología; pasillos atestados de niños palúdicos y desnutridos, indígenas, minusválidos, ancianos, embarazadas, lactantes… Todos unidos por la tragedia de la malaria, por la falta de medicamentos. Todos quejándose del viacrucis de trasladarse desde sus comunidades, algunas a 3 horas de distancia, y rumiando de rabia por todo el dinero que están invirtiendo en pasajes, lo cual afecta el ya escueto presupuesto para alimentar a la familia. Pacientes a medio tratar y muchos acabando de ser diagnosticados como positivos a este mal, perseguían a los médicos y directivos exigiendo respuesta y hasta amenazando con tomar acciones violentas.
Se indicaba que la estrategia utilizada por el ministerio no fue la adecuada, que una gran proporción de enfermos de la mayoría de los municipios no fueron atendidos y no dejaron medicamentos para atenderlos ni a ellos ni a los nuevos casos que se han venido diagnosticando en los últimos días en casi toda la geografía sucrense. Por otro lado, al preguntar por fumigaciones, se escuchó un gran lamento, ya que no hay los equipos, los insecticidas ni los vehículos para ir a atacar las nubes de zancudos que torturan y enferman a miles de habitantes desde Macuro hasta Cumaná.
Perdónalos Gabaldón, porque no saben lo que hacen…