Por Observatorio Electoral Venezolano
Este 25 de octubre es el simulacro electoral rumbo al 6 de diciembre. Es la tercera fecha asignada para esta actividad, la diferida más veces en el cronograma de la elección a la Asamblea Nacional 2020. En julio fue programada para el 11 de octubre, y en la actualización publicada por el CNE a finales de septiembre había sido rodada para el 18 de octubre.
Diferido sin explicaciones, esos dos cambios de fecha sugieren la posibilidad de que no estuviera a tono el tema de las nuevas máquinas de votación. Y aquí radica, precisamente, uno de los tres aspectos fundamentales que despuntan para este simulacro: será la primera vez que los electores venezolanos entren en contacto con este sistema automatizado de votación, representado en nuevas máquinas, nuevo software y nuevos dispositivos de autenticación biométrica.
Las elecciones parlamentarias suelen ser procesos comparativamente más complejos en relación con la escogencia de otros cargos de elección popular. ¿Por qué? Cada circunscripción de las 87 que se mantienen y cada lista estadal de las 24 existentes se convierte en una elección en sí misma. En consecuencia, se puede hablar, de manera figurada, de “111 elecciones” que coexisten dentro de una misma gran elección.
No en todo el país el número de votos a emitir será idéntico. Y, aunque un elector recuerde cuántos votos marcó en las parlamentarias anteriores, el segundo gran elemento diferenciador será el aumento del número de cargos a elegir de entre 165 a 167, como establece la Constitución, a 277, como ideó el CNE con base en unos criterios emanados del Tribunal Supremo de Justicia, pero distintos al mandato del artículo 186 de la carta magna.