José G. Delgado H.
Recién termino de ver los discursos oficiales de bienvenida con motivo de la visita del Papa Francisco a Cuba, y en la presentación previa se insistió en un pensamiento relacionado con el gesto de “derribar los muros” y “construir puentes”, en el contexto de la CULTURA DEL ENCUENTRO, utilizado por el Papa en la Plaza de San Pedro, el 9 de noviembre de 2014, en recuerdo de la caída del Muro de Berlín, en una nota que reseña este acontecimiento se indica:
Después de la oración del Ángelus y la bendición, Francisco recordó que 25 años atrás caía el muro de Berlín, que durante gran tiempo dividió en dos la ciudad y fue símbolo de la división ideológica de Europa y el mundo entero: “La caída ocurrió de repente, pero fue posible por el largo y fatigoso esfuerzo de tantas personas que han luchado, rezado y sufrido, algunos hasta el sacrificio de la vida”. Entre ellos, destacó el Papa, “un rol de protagonista lo tuvo el Santo Papa Juan Pablo II”. Francisco pidió rezar “para que con la ayuda del Señor y la colaboración de todos los hombres de buena voluntad, se difunda siempre más una cultura del encuentro, capaz de hacer caer todos los muros que todavía dividen el mundo, y que no vuelva a suceder que personas inocentes sean perseguidas e incluso asesinados a causa de su credo y de su religión”. Y exclamo “donde hay un muro hay cerrazón del corazón. ¡Sirven puentes no muros!”.
El regalo de cumpleaños, muy apreciado por el Papa, fue el anuncio del inicio de la normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU, acontecido el 17 de diciembre de 2014. De hecho, este acontecimiento se produce después de las visitas de Castro y Obama a la ciudad del Vaticano, uno de los tantos apodos que se ha ganado Francisco es el “Papa del deshielo”. ¿Vendrá a Venezuela el 2016?
Esta experiencia de saludo y encuentro expresada en el saludo entre ambos mandatarios, en el marco de la VII Cumbre de las Américas, donde se dio la Conferencia de los voceros de la sociedad civil, es un buen ejemplo a seguir, para estrechar la mano entre los venezolanos.
Por acá en Venezuela, las palabras del Papa sobre la Cultura del Encuentro sirvieron de marco a los llamados al diálogo, después de los sucesos de 2013, sin embargo, aún el “deshielo” no llega entre el Gobierno y la Oposición, pues las condiciones establecidas para el diálogo aún no están dadas, como se evidenció después de las reuniones en Miraflores. En consecuencia, nuestro diálogo debe tener el escenario de las comunidades, allí comencemos a “hacer caer los muros” para llegar a elementos propios de la convivencia democrática, y si se quieren temas concretos de agenda, para “construir puentes” es buena la propuesta del Papa Francisco, considerar las 3 T, es decir, Tierras, Techo y Trabajo, planteadas en el marco de los Encuentros de los Movimientos Populares con el Papa, tanto en El Vaticano como en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Desde Venezuela colocamos la cuarta T, referida al tema de la Tolerancia, elemento esencial para activar un diálogo constructivo, que permita el encuentro entre los venezolanos, sin descartar otros aspectos que pueden estar en la agenda comunitaria. Es en este sentido que me planteo el seguir el ejemplo de Cuba, pues a decir verdad, 16 años son suficientes para iniciar nuestro deshielo patrio. No permitamos que se llegue a más de 50 años como ha sucedido entre Cuba y EE.UU. Nuestro reencuentro se debe generar desde las necesidades y las capacidades que se comparten en las comunidades. Encuentro – Dialogo – Tolerancia ¿Qué les parece? ¿Nos sentamos en las mesas de las casas o en los espacios de encuentro en las comunidades?