Inocencia Orellana*
Especial para el 75º Aniversario de la revista SIC.
Nos llena de regocijo el poder celebrar un nuevo aniversario de la revista SIC. Recuerdo hace unos cuantos años lo útil que nos resultó en el trabajo del mundo popular que desarrollamos desde CESAP y en los círculos femeninos populares a lo largo y ancho del país. Desde la formación de facilitadores, equipos de trabajo, hasta la formación de los líderes comunitarios y en especial con las mujeres organizadas. SIC era nuestra amiga, era una referencia obligatoria, para los análisis del país, la temática dedicada en cada número era clave. Sobre todo, hace unos veinte años, los análisis económicos eran difíciles de entender ya que en los medios tradicionales el lenguaje era muy técnico y especializado, SIC lo traducía de manera que todos entendíamos estos análisis del país, tanto económicos como también los políticos. Después, muchas veces invitamos a algunos de sus articulistas a participar en los análisis de coyuntura para llegar más a fondo en la comprensión de la realidad nacional.
La convulsionada realidad internacional cuantas veces pudimos tener una visión más equilibrada y global con los análisis del profesor Demetrio Boersner.
También SIC ha sido de gran utilidad a los investigadores sobre el tema de la violencia, al registrar a lo largo de su historia como ha ido evolucionando este problema en Venezuela, cuando se analiza diacrónicamente en el tiempo sorprende quizás lo pasivo que hemos sido al dejar que este fenómeno se apodere del país, las respuestas han sido muy tímidas desde la sociedad civil. En los momentos difíciles que hemos atravesado como nación como no recordar los artículos del padre Arturo Sosa, s.j. sobre el Caracazo, el choque de trenes (11- 12 y 13 de abril 2002), el padre Pedro Trigo, Jesús María Aguirre, entre otros donde nos ubicaron desde el análisis y la visión a futuro.
Y un área donde SIC ofrece a los cristianos un gran aporte, creo que es la única, es su sección: Relieve eclesial, donde nos pone al día en cuanto a la Iglesia en Venezuela y en el mundo aunque sea en mínimas píldoras informativas.
Por eso y muchas razones SIC ha sido, es y seguirá estando en mi corazón y en el de todos los venezolanos para juntos buscar nuevas rutas de construcción del país que soñamos. Mi reconocimiento a los fundadores de SIC y gracias a todos los que hacen posible que tengamos a SIC con nosotros. Dios los bendiga.
Comparta en Twitter con la etiqueta #SIC75.