Minerva Vitti
Alirio Juae tiene 28 años y es líder del pueblo Hoti de la comunidad de San José de Kayamá, un lugar ubicado en la Sierra de Maigualida, municipio Cedeño, estado Bolívar. Para entrar a la comunidad se requiere apoyo de parte del Grupo Aéreo Nº 9 de Puerto Ayacucho, la gobernación del estado Bolívar, o pagar un vuelo privado que ida y vuelta cuesta 2 millones 800 mil bolívares. Solo desde Ciudad Bolívar es una hora y media de vuelo.
En San José de Kayamá viven 1500 personas de los pueblos indígenas eñepa y hoti, que desde hace cuatro meses enfrentan un brote de paludismo. A la fecha han muerto seis personas, entre ellos dos niños, por falta de tratamiento.
La mayoría está infectada con plasmodium falciparum, que es la forma más peligrosa de malaria con los índices más altos de complicaciones y mortalidad. Esto preocupa a los indígenas ya que hace cinco años la mayoría de los casos eran plasmodium vivax.
Alirio cuenta que en septiembre de 2016 el Instituto de Salud Pública les llevó tratamiento pero que estos duraron hasta diciembre. En esa oportunidad solo le dieron para tratar plasmodium vivax. Debido al brote de paludismo, el líder indígena se dirigió a este ente gubernamental para solicitar ayuda pero estos no tienen tratamiento. Hace 15 días se trasladó una comisión del Control de Enfermedades Endémicas y Atención Sanitaria al Indígena (Cenasai), que ha trabajado con los indígenas por más de 15 años, y les llevaron algunos medicamentos que controlaron un poco la situación.
Ante este panorama, el Consejo Misionero Nacional de la Conferencia Episcopal Venezolana dirigió una carta al director general de Salud Ambiental del Ministerio del Poder Popular para la Salud, explicando que el 5 de mayo habían recibido la alerta del brote palúdico y que después de “mucho luchar” se consiguió un helicóptero de la Guardia Nacional que llegó con algo de medicina y fumigación.
Sin embargo, alertan que el informe de vuelta es grave: 90 láminas positivas de malaria confirmadas por el microscopista, y seis muertes por este brote. “Dado lo anterior les rogamos se sirvan ustedes autorizar el envío de alguna medicina que se encuentre en sus depósitos con el fin de poder salir al socorro de estos venezolanos que tanto lo necesitan”, señalan en la carta.
La malaria en San José de Kayamá puede ser mortal debido a que es una zona de muy difícil acceso donde hay un escaso acompañamiento a los pueblos indígenas por parte de los entes gubernamentales. En medio de la selva no existe el control del vector a través de la fumigación aunado a la escasez del tratamiento en el país.
*Periodista. Jefe de redacción de la revista SIC del Centro Gumilla. Miembro de Causa Amerindia Kiwxi.