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Se buscan filósofos para la era cibernética

Cortesía El Ucabista(1)

Por Ricardo Tavares Lourenço

Este ensayo es la reseña de un libro de reciente aparición y editado por la Fundación Centro Gumilla y la editorial ucabista abediciones (diciembre del 2021), titulado “Pensar comunicaciones hoy. Tendencias y atributos”. Libro este que nos reflexiona y nos pone en evidencia como estamos hoy en presencia de una nueva era, de un mundo nuevo donde lo digital se ha consagrado como algo de lo que no podemos ya prescindir. Así, en once ensayos el lector encontrará cómo las teorías de grandes pensadores de nuestra época nos ofrecen luces para comprender este cambio de era que estamos experimentando como sociedad…

Los historiadores tradicionalmente han denominado a nuestra era como contemporánea, la cual abarca desde la Revolución Francesa hasta nuestros días. No obstante, es hora de considerar que estamos ante otra era de la historia del hombre, que proponemos aquí denominar cibernética, puesto que desde la aparición de la computación –y con ella el Internet– nuestras relaciones humanas, la construcción y difusión del conocimiento, los conflictos bélicos, el entretenimiento, el comercio y la economía, las telecomunicaciones, la educación, los deportes, la infraestructura, la salud, el turismo, la diplomacia, los lenguajes, las artes, la exploración espacial, la política, la ecología, la religión, entre otros tantísimos campos, han cambiado radicalmente. Todo es más rápido y efímero; todo es más inmediato y cambiante; todo es más descartable y cuestionable; todo es más digital y menos físico, lo que nos empuja a pensar en un nuevo esquema de valores morales y éticos que, en definitiva, están transformando al ser humano. A esta transformación se está denominando posthumanismo.

Para comprender esta vorágine de cambios que caracteriza a esta era cibernética se necesitan filósofos. Ante el apuro que caracteriza nuestro actual estilo de vida, se requiere parsimonia y sosiego para analizar cómo el ser humano se ve a sí mismo y a los demás, cómo se relaciona y socializa, cómo afronta las adversidades y emprende sus sueños. La filosofía también es necesaria para entender cómo percibimos la realidad a través de las pantallas de los teléfonos y computadoras. Así como la alegoría de la caverna planteada por Platón, que relata que unos hombres encadenados en una caverna solo podían ver sombras de los objetos proyectados en una pared y creían que esa era su realidad, de la misma manera ocurre hoy con las personas, quienes asumen como única verdad las imágenes y mensajes que circulan ante sus ojos sin detenerse a pensar si la realidad es mucho más grande, compleja o incluso diferente.

Con base en este nuevo estado de cosas, el Centro Gumilla y abediciones, en el marco de los 45 años de la revista Comunicación, publicaron en 2021 el libro Pensar comunicaciones hoy. Tendencias y atributos, con el propósito de hacer un alto para filosofar sobre las relaciones humanas mediadas por las nuevas tecnologías. En once ensayos el lector encontrará cómo las teorías de grandes pensadores de nuestra época nos ofrecen luces para comprender este cambio de era que estamos experimentando como sociedad.

El prólogo, escrito por Marcelino Bisbal, quien además es el editor de la obra, recalca que esta era se destaca por la mundialización de la cultura y las comunicaciones. Esta afirmación nos confirma que todo lo que pasa en el planeta nos incumbe y afecta, tal como en su época lo planteaba Marshall McLuhan con el concepto de la aldea global.

En cuanto a los pensadores que suministran las líneas maestras de la filosofía actual para explicar el escenario digital, tenemos que en el primer ensayo Johanna Pérez Daza y Gustavo Hernández Díaz exploran la perspectiva de Manuel Castells. Así como las reticuláreas de la artista Gertrud Goldschmidt (Gego) ilustran una red de redes sin principio ni fin, de la misma manera se teje la sociedad red conceptualizada por Castells, que se caracteriza por constituir un cúmulo diverso de nodos interconectados que comparten, interpretan, transforman, producen, reproducen y consumen mensajes de toda índole. Pero esta red, aparentemente libre y espontánea, también es terreno fértil para nuevas formas de interacción, control y cambio sociales.

El segundo ensayo, escrito por Jesús María Aguirre, s.j. se centra en Ray Kurzweil, quien publicó en su libro La era de las máquinas espirituales un conjunto de evidencias y de predicciones que apuntan a una integración hombre-máquina cada vez más estrecha. En otras palabras, las máquinas y los organismos se combinarán en lo que resta de este siglo o lo que es lo mismo, el ser humano que evolucionaría a un cyborg para 2099, según proyecta Kurzweil. Tal combinación implica un esquema de relaciones intra e interpersonales que aun hoy no tenemos claro cómo se manifestará.

En el tercer capítulo, Victoria Dos Santos, María Di Muro y Humberto Valdivieso abordan los planteamientos de Pierre Lévy, quien sostiene que el lenguaje humano se potenció gracias a la invención de la escritura y, con ella, la imprenta y los medios de comunicación. Es la base de la inteligencia colectiva, la cual, mediada por las tecnologías, ha propuesto otros modos de entender la noción del espacio, el tiempo y sobre todo el concepto de lo humano. El esquema de símbolos que nombran y dan sentido a nuestro entorno adquiere un nuevo protagonismo.

La sociedad que está emergiendo en esta nueva era ya manifiesta algunos síntomas. Edixela Burgos nos presenta en el capítulo 4 el concepto de modernidad líquida planteado por Zygmunt Bauman. Este eminente filósofo polaco utiliza el término líquido como alegoría de la fluidez de las relaciones humanas de nuestro tiempo, es decir, transitoriedad de la vida social, fragilidad de los vínculos humanos cimentados en el individualismo, y fugacidad de las relaciones. Asimismo, en este ensayo se sostiene que esta es una sociedad obsesionada por mostrar su vida personal de manera constante a todo el mundo por las redes, así como también manifestar de forma explícita su activismo por alguna causa tanto política como social, lo cual suele ser recompensado y reforzado por los me gusta. Para Bauman, son nuevas formas de entretenimiento.

Lorena Rojas Parma y Humberto Valdivieso reflexionan en el capítulo 5 el posthumanismo filosófico con base en los postulados de Rosi Braidotti y Francesca Ferrando. El posthumanismo viene a ser un replanteamiento en el que hay mayor conciencia sobre la ecología, la diversidad de la vida tanto humana como no humana, y la sofisticación de la tecnología.

AF portada IMPRENTA
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El sexto ensayo lo escribe José Luis Da Silva y lo centra en el pensamiento del filósofo coreano Byung-Chul Han. Para Han, el sujeto del presente no siente necesidad de mantener reservados sus espacios de intimidad; la frontera entre lo público y lo privado se diluye. Ni siquiera hay espacio para el sosiego y la reflexión, toda vez que se exige una actividad frenética en nuestro día a día y que debe quedar registrada en las redes sociales y medios de comunicación. De esta manera, el presente actual se caracteriza por su levedad, seriación, aceleración, comunicación ilimitada y por el menoscabo de las tradiciones. Además, la comunicación digital es manejada predominantemente por las pasiones, tal como sucede con la red social Twitter, un ágora 2.0 en el que coinciden las posturas más absolutas y apasionadas sobre nuestro mundo.

Alexandra Ranzolín trabaja en el séptimo capítulo la relación cara a cara desde la perspectiva de la psicóloga Sherry Turckle. Ella argumenta, a modo de paradoja que, aunque tengamos acceso a la comunicación por teléfonos, se ha perdido la capacidad de relacionarnos con otras personas presencialmente. La computadora y los teléfonos pasaron a ser instrumentos para proyectar nuestra identidad individual.

A partir del capítulo 8 el lector encontrará puntos de vista de pensadores latinoamericanos. Andrés Cañizález expone las líneas maestras de Jesús Martín-Barbero, quien define las mediaciones como algo hecho de flujos de lo cultural (popular), lo industrial moderno (mercado) y lo político (luchas por el poder y movimientos sociales).

Néstor García Canclini es estudiado por Luisa Torrealba Mesa en el noveno capítulo. Acá se aborda el concepto de culturas híbridas, que estudia los entrelazamientos entre lo tradicional y lo moderno, y entre lo culto, lo popular y lo masivo, desde la perspectiva cultural latinoamericana.

El décimo capítulo es escrito por Mariengracia Chirinos y Daniel Pabón, y está dedicado a Carlos Scolari. El concepto de prosumidor se hace presente, el cual consiste en que el emisor y el receptor del mensaje se intercambian los roles en los cibermedios, es decir, que consumen información y al mismo tiempo la producen, lo cual torna la comunicación más descentralizada. La teoría de las hipermediaciones también es abordada. Implica una concepción relativa del espacio-tiempo, ya que estamos conectados de forma permanente, lo que nos conduce a un consumo fragmentado de la información y a la ejecución de múltiples tareas.

El último capítulo del libro lo redacta León Hernández, quien explora los pronósticos sobre el futuro de la comunicación formulados por Antonio Pasquali. A este filósofo venezolano le preocupaba, entre otras cosas, que Internet y los medios de comunicación acabarán por tener dos versiones: una gratuita y plagada de publicidad para quienes no pueden pagar altas sumas de dinero, y otra pagada y con mejor calidad para aquellos que posean recursos económicos.

Como hemos podido apreciar, el recorrido que traza el libro Pensar comunicaciones hoy nos confirma que estamos ante un cambio de era, en la cual el ser humano se ve a sí mismo de otra forma, se define en virtud de su entorno y, gracias a la versatilidad comunicacional, reformula sus relaciones interpersonales. Vive con sobreabundancia de información minuto a minuto, pero paradójicamente no es capaz de procesarla ni profundizarla, porque la velocidad de nuestro actual estilo de vida lo impide.

Esta nueva concepción de lo humano requiere ser estudiada con amplitud por filósofos y pensadores de diferentes disciplinas, para así entender cuáles son los rumbos en los que se encaminará la humanidad en las siguientes décadas de esta era cibernética.

El libro que hemos reseñado nos aporta una primera radiografía desde el área de la comunicación. Recomendamos leerlo con serenidad y sosiego para encontrar en sus páginas reflexiones muy reveladoras sobre nosotros mismos. Es una oportunidad de salir de la caverna y ver lo que hay detrás de las sombras.

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