Por F. Javier Duplá, s.j.
A nadie le gusta ser alarmista y menos si pronostica el fin de la especie humana. Sin embargo, la proliferación de armas nucleares sigue siendo una amenaza constante, de la que no somos muy conscientes a pesar de las insinuaciones del Kremlin contra Occidente y, aunado a eso, hace pocos años ha surgido una nueva amenaza: la inteligencia artificial (IA). ¿En qué consiste y por qué pone en peligro a la especie humana?
Todos los grandes descubrimientos y avances tienen doble cara, pueden ser utilizados para el bien o para el mal. Por ejemplo, la tecnología nuclear puede crear energía barata o destruir a la humanidad. La inteligencia artificial puede ayudar a eliminar el cáncer, pero también puede manipular el ADN y crear una nueva raza humana sujeta al arbitrio de los que pueden pagarla; también puede ayudar a crear y difundir información sobre el cambio climático y formas de evitarlo.
El sistema ChatGPT, un chat de inteligencia artificial creado por la empresa OpenAI, almacena una cantidad ingente de datos y genera por medio de potentes algoritmos, respuestas nuevas que pueden ayudar o engañar a los humanos. En informática:
Un algoritmo es cualquier procedimiento computacional bien definido que toma algún valor, o conjunto de valores, como punto de inicio y produce algún valor, o conjunto de valores, como resultado. Por lo tanto, un algoritmo es una secuencia de pasos computacionales que transforman ciertos datos dados para obtener una solución.1
Los algoritmos son imitaciones todavía imperfectas del cerebro humano, que almacenan muchos datos de todo tipo para conseguir un objetivo propuesto, sea de tipo racional o afectivo. Pero esa imperfección va siendo cosa del pasado, porque la inteligencia artificial es capaz de almacenar y combinar mucho mayor número de datos que los de un cerebro humano y, por tanto, puede inducirle a creer que está equivocado y que debe avanzar por tal o cual camino de acción.
“Otros tipos de IA aprenden a identificar y convertir enormes volúmenes de textos, imágenes, sonidos, voces y videos en imitaciones perfectas”2. Las famosas fakenews se harán cada vez más creíbles, sobre todo si parten de personas conocidas, como Volodymyr Zelensky, quien supuestamente ordenó a las tropas ucranianas que abandonaran las armas el pasado mes de enero.
La IA está influyendo cada vez más en internet enviando fotos, discursos, videos y textos que no sabremos si son verdad. Esto puede distorsionar –aunque también mejorar– la intercomunicación social. También influirá en el mercado laboral, que desde hace años está siendo cambiado por los robots. Automóviles que no necesitan conductor, asistentes legales, traductores, obreros de la construcción y una larga lista de empleos se verán afectados por la inteligencia artificial o ya están siendo afectados. Los drones actuales, que tanta destrucción causan, pueden ser perfeccionados: convertirse en indetectables, cargados con uranio y perfectamente dirigidos a sus objetivos de destrucción. Realmente, el mundo que se nos viene encima es –o puede ser– terrorífico.
Tenemos la obligación, en conciencia, de evitarlo. Las nuevas generaciones deben ser educadas en el conocimiento de estas posibles realidades para evitar que se produzcan. Los niños, adolescentes y jóvenes deben ser educados en el conocimiento y el rechazo de tales amenazas. Inculcar valores éticos a los alumnos por parte de los educadores debe ser el primer objetivo de su trabajo. Lo importante ya no es impartir conocimientos, que pueden llegar a los jóvenes de mil formas, sobre todo por internet, lo importante ahora es transmitirles conciencia de humanidad, respeto al ambiente, rechazo a la violencia e independencia de lo que la IA puede representar en el futuro. Cada vez más el futuro de la humanidad depende de los valores éticos de sus miembros.
Notas:
- Cormen, C. Leiserson, R. Rivest, C. Stein. (2009). Introduction to Algorithm. Cambridge. https://dahlan.unimal.ac.id/files/ebooks/2009%20Introduction%20to%20Algorithms%20Third%20Ed.pdf
- Naím, M. (29 de abril de 2023). Esta vez sí es distinto. El País. https://elpais.com/internacional/2023-04-30/esta-vez-si-es-distinto.html