Por Francisco J, Contreras M.
De la misma forma que ha habido poco esfuerzo para aumentar la capacidad de extracción, mucho menos ha habido interés en aumentar o mantener la capacidad de refinación. No agregamos valor a la actividad transformadora del petróleo, ni para producir gasolina, todos los países petroleros han mejorado esa capacidad, nosotros mantenemos la misma capacidad de refinación de hace 54 años.
Poseemos el 18 % de las reservas del mundo, producimos tan solo 3,22 % y refinamos apenas 0,60 %. A casi ochenta años de la propuesta de Alberto Adriani Mazzei y Arturo Uslar Pietri, la única siembra “productiva” de la inmensa extracción de renta petrolera ha sido el populismo asistencial, con una propagación de la pereza social donde la responsabilidad según los gobernantes es de otros, hasta del imperio, pero nunca suya.
Ahora, se le quiere endosar a la aparición de las sanciones internacionales el costo de una aproximación asistencialista del uso de la renta petrolera y del desastre de estos últimos 20 años. Sin embargo, es una realidad que esas sanciones pueden traducirse en la estocada final para una maltrecha industria petrolera nacional.
Se comparte gráfico con la historia de la refinación de Irán, Irak y Venezuela. Si las sanciones, bloqueos y guerras inciden en Irán e Irak parece que no ha sido tanto.