Javier Monter sj
El Tribunal Constitucional de la República Dominica decidió en septiembre de 2013 que no tienen derecho a la ciudadanía dominicana los hijos de haitianos en situación irregular nacidos en el país, dejando como apátridas a miles de personas que han nacido y vivido muchos años allí.
El jesuita Mario Serrano coordina el apostolado social de la Compañía de Jesús en Dominicana y una de sus iniciativas es el movimiento reconoci.do sobre el que ya escribimos un post en pastoralsj. Reconoci.do trabaja para que se reconozcan los derechos a los descendientes de haitianos. Hay otras instituciones, también de la Iglesia, implicadas en esta causa, e incluso el cardenal Sean O’Malley ha denunciado lo injusto de esta medida.
Hace pocos días saltaba a los medios de comunicación un vídeo del obispo de Santo Domingo, el cardenal López, que en medio de una misa llamó ‘sinvergüenza’ a Mario Serrano y pidió al provincial jesuita que lo mandara callar por sus actividades ‘izquierdistas’.
http://www.youtube.com/watch?v=zbIqzGzKKHQ
Es respetable que el cardenal tenga una postura diferente en este asunto, pero uno se pregunta si no hay otras maneras de afrontar las diferencias en lugar del insulto y la censura hacia alguien que se esfuerza por defender la dignidad de los excluidos.
Han surgido grupos de apoyo a Mario Serrano en las redes sociales, artículos de opinión en los periódicos, y muchas personas le están mostrando su cercanía. Cuando le han preguntado sobre todo lo sucedido no ha querido ser el centro de la polémica, sino que ha preferido dar el protagonismo a quienes deben tenerlo. Su respuesta fue: «Prefiero que sigamos centrados en las verdaderas víctimas de este proceso».