Gerardo Rosales, SJ.
Estamos viviendo momentos de muchos apresuramientos por parte del gobierno central y, aunque hemos acabado de salir de unas elecciones regionales, nos están empujando a otra enmienda constitucional para decidir, entre otras cosas, la reelección indefinida en su cargo al Señor Presidente de la República.
Todos somos testigos de cómo entre los venezolanos se ha provocado el conflicto por diferencias ideológicas, todo dirigido desde la boca y las arrancadas impulsivas del Ciudadano que ejerce como presidente desde hace 10 años: Hugo Chávez Frías. Y si hay algo que le creemos al ciudadano presidente es que, probablemente, desea poner en práctica las palabras del respetable filósofo Karl Marx: “Las luchas entre las clases sociales”, pero el presidente las interpreta como: “aplastemos a los que no piensan como yo, a los que no son rojos como yo, porque el pueblo soy yo”. En definitiva, las instituciones del Estado sólo cumplen las órdenes que el jefe de gobierno ordena.
Yo quisiera pedirles a todos los ciudadanos de este país, que no se dejen llevar por los arranques impulsivos y coléricos que vengan de cualquier boca, ya sea de Chávez o de la oposición. Les pido que piensen en lo siguiente: la única manera que tenemos para salir de esta ola de violencia en donde nos han envuelto, tanto el Presidente como quienes lo siguen y algunos opositores, es reconociendo que todos somos hermanos y vivimos en esta pequeña, pero pacífica y hermosa tierra llamada Venezuela.
Sólo quiero pedirle a cada uno de mis compatriotas que se pregunten: ¿cuántos son los ricos en Venezuela?, ¿Hay en nuestro país 50% de pobres y 50% de ricos?, ¿Qué significa, entonces, una lucha de clases sociales aquí, en Venezuela? Amigos, en Venezuela somos 60% pobres, 30% clase media y 10% son los más ricos, lo que se chupan todos nuestros recursos. Ese diez por ciento de ricos los conocemos con nombres y apellidos, y sabemos que unos están al lado de Chávez y otros están en la oposición. Entonces, conociendo los nombres y apellidos de ese 10% de ricos que no ha tomado conciencia de cómo vivimos los venezolanos, ¿tenemos que matarnos unos con otros? Pero en la historia vemos que fue y será siempre así.
Voy a decir una cosa bastante fuerte, pero quiero que la reflexionen: en todo nuestro proceso emancipador murieron miles y miles de venezolanos, la patria quedó menguada, y aunque le debemos nuestra libertad, el Libertador no fue el primero que cayó en esas batallas, las primeras tierras que liberó no fueron la de los negros y esclavos. ¿Quiénes mueren en las calles cuando hay conflictos políticos y armados? Los pobres, los humildes, los que se trasladan en sus vehículos por las avenidas principales de nuestro país; pero ¿Dígame usted el nombre de los ricos, de un lado o de otro, que cayeron en la masacre del 2002? Hermanos, no nos dejemos empujar por la violencia que dirige el Señor presidente en contrapunteo con algunos opositores.
¿Dónde debemos centrar nuestra atención? En los índices de criminalidad y corrupción en los que estamos viviendo. De todo el defalco de dinero que han hecho líderes políticos oficialistas y opositores. No hemos visto a ningún corrupto condenado y preso, ni en los cuarenta años anteriores ni en estos diez, cuando estamos deseosos de exigirles cuenta de cada uno de los centavos que nos han robado, y que por culpa de ellos estamos empobrecidos. No estamos pobres porque la clase media vive bien, de hecho, ¿Se ha preguntado usted, compatriota, para qué va a la Universidad Bolivariana o a cualquier otra? Le respondo: porque además de servir con su profesión a la patria, usted desea un estilo de vida mejor, porque quiere cambiar su rancho por una casa digna; porque desea tener un carro, y sueña con tener unas vacaciones que pueda disfrutar con su familia… ¿Soñar con esto es malo?, y si soñar con esto es malo: ¿Por qué no viven con nosotros, en nuestros barrios y ranchos, y trasladándose en nuestros “yises” el Señor presidente de la República, la presidenta de la Asamblea Nacional, los gobernadores y alcaldes?
Debemos centrar nuestra atención en los altos índices de criminalidad diarios, donde la mayor parte de los muertos son nuestros jóvenes, que se traduce en el futuro del país. Pero el Señor presidente ve como emergencia de reforma constitucional su reelección indefinida y no la vida y seguridad de todos los venezolanos. ¿Así se hace efectivo el amor que nos dice con la boca? Hermanos, debemos sensibilizarnos ante la vida de cada uno, porque no es justo que a una señora de cualquier comunidad le maten su hijo y no pase nada, porque no es justo que a un trabajador, ya sea taxista, busetero, buhonero u obrero, lo maten para quitarle su jornal, su poco salario que le alcanza para medio comer.
Hace ya unos cuantos siglos le cortaron la cabeza a un Rey, en una guillotina y en una plaza pública, y el pueblo se dio cuenta que no tenía sangre azul, que no era un Dios. En el referéndum pasado, donde los venezolanos manifestamos que no queríamos reforma constitucional, y menos reelección indefinida, nos dimos cuenta que Chávez es un ciudadano como usted y como yo, ni más bueno ni más malo, ni más valiente ni más cobarde; nos dimos cuenta que es un ciudadano al que se le exige que cumpla con el servicio que se le pidió: el de ser presidente de todos, y que dé respuesta a nuestros problemas internos.
Si usted cree que el ciudadano Hugo Chávez Frías necesita 12 o 15 años más para arreglar las cosas, vote por él en el referéndum apresurado que quieren hacer, pero si usted cree que lo que no hizo en diez años tampoco lo va a hacer en los próximos 12 años o más, y con la fuerte crisis económica que nos espera para los próximos tres años, vote, sin temor ni temblor: NO.
Estudiantes, obreros, profesionales de nuestros barrios o urbanizaciones, escuchen la voz de nuestros antepasados, no somos un pueblo que se deja doblegar por nadie, y sigamos soñando por la propuesta de Alí Primera: “Campesino, por tu propia tierra; Obrero, por tu propia fábrica; Estudiante, por tu propia idea, busquemos lo que ha de emancipar”.
Señor ciudadano y presidente de la República Bolivariana de Venezuela: Usted no es el pueblo, el pueblo ha demostrado que sabe quién pone su amor más en obras que en palabras, porque lo vive a diario.
“Gloria al Bravo Pueblo, que el yugo lanzó… Y si el despotismo levanta la voz, seguid el ejemplo que Caracas dio”