Jesús María Aguirre
“La persecución es algo necesario en la Iglesia. ¿Saben por qué? Porque la verdad siempre es perseguida”
Homilía 29 de mayo de 1977).
Abrimos con esta cita el reclamo fundamental de Mons. Romero, porque su nombre y su causa se han utilizado para justificar cualquier aventura golpista, militar, armada, y clasista, en nuestro país, pero cuando su Voz resuena para buscar la verdad, en medio de la razón de estado y de la represión de gobierno, su advertencia es silenciada porque sacude los oídos de nuestros gobernantes. ¿No pretende, hoy, también nuestro gobierno, aplastar con la ley del odio cualquier voz de los obispos que claman contra la opresión de un pueblo mayoritario, con la excusa de que son los absolutos detentores de la verdad? La advertencia de Mons. Romero nos da luz sobre la persecución desatada contra algunos obispos de nuestra iglesia venezolana. Al menos no me imagino a Monseñor Romero resucitado, haciendo de capellán de Miraflores y bendiciendo a los represores. Mons. Romero será reconocido oficialmente por el vaticano como santo, toda la información de su beatificación en el siguiente enlace: http://especiales.elsalvador.com/2015/beatificacion-romero/articulo034.asp
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (Ciudad Barrios, 15 de agosto de 1917 – San Salvador, 24 de marzo de 1980), conocido como monseñor Romero fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos y por haber muerto asesinado durante la celebración de la misa en la capilla del hospital Divina Providencia.
Se considera que el asesinato del jesuita P. Rutilio Grande, S. J., amigo íntimo de Romero, el 12 de marzo de 1977, en la ciudad de Aguilares junto a dos campesinos de la comunidad eclesial, fue el detonador que le llevó a posicionarse como la Voz de los Pobres y de las Víctimas de la guerra en la confrontación salvadoreña.
Reconocimiento universal
El 3 de febrero de 2015 fue reconocido como mártir «por odio a la fe» por parte de la Iglesia católica, al ser aprobado por el papa Francisco el decreto de martirio correspondiente y promulgado por la Congregación para las Causas de los Santos. Fuera de la Iglesia católica, es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad,12 incluyendo a la Comunión anglicana la cual lo ha incluido en su santoral.
Los invitamos a ver el documental sobre Monseñor Romero, realizado por el Arzobispado de San Salvador: https://www.youtube.com/watch?v=YEeV2UhNWo8
Cultura popular
En América Latina algunos se refieren a él como san Romero de América, y también los medios de comunicación han contribuido a la difusión de su aura santidad como defensor de los pobres y de las víctimas de los derechos humanos.
La salsa “El Padre Antonio y el monaguillo Andrés” enaltece al Romero de América, símbolo de los misioneros mártires del continente, y la película de carácter hagiográfico amplificó su imagen en el mundo como icono de defensor de los pobres.
La canción El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés, de Rubén Blades, narra la historia de un sacerdote asesinado durante la misa, como un homenaje a “un cura bueno: Arnulfo Romero”.
La película Romero, realizada en 1989 por John Dulgan, está basada en su biografía. John Sacret Young escribió el guion y Raúl Julia protagonizó esa producción cinematográfica representando a monseñor Óscar Romero.
Por fin, llegó la noticia tan esperada por todas y todos en SICSAL y en los
círculos romerianos: MONS. ROMERO SERA RECONOCIDO OFICIALMENTE POR EL VATICANO COMO SANTO. Era una certeza que ya teníamos, ahora, es importante que lo haga también el Papa Francisco y así, la historia va reivindicando la figura de Mons. Romero; nosotros lo venimos haciendo desde el momento que Don Sergio Méndez Arceo fundó el SICSAL, ahora es importante que también la alta jerarquía de la Iglesia lo haga y nos ayude a fortalecer ese proceso. Nos sentimos alegre, también comprometidos!! ¡¡FELICIDADES, romeristas del mundo entero!!!